Un estudio coordinado por el Hospital Clínico de Barcelona permite considerar una nueva estrategia preventiva que comienza en el primer año de edad del niño. Los resultados también muestran un perfil de tolerancia positivo y sin complicaciones en su uso.
El tratamiento intermitente con sulfadoxina-pirimetamina con suplemento de hierro es efectivo para el control de la malaria y anemia aplicado en sistema rutinario de vacunación en niños de hasta nueve meses de edad.
Un estudio coordinado por la Unidad de Epidemiología del Hospital Clínico de Barcelona, adscrita al Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (Idibaps), demuestra que este método permite reducir la incidencia en un 59 por ciento de los casos.
Pedro Alonso, del Clínico y uno de los coautores del trabajo, ha explicado que "podemos considerar esta estrategia como un recurso útil para el control de la malaria aprovechando las campañas de vacunación tipo EPI que asocian la inmunización frente a difteria, tétanos-pertussis y polio vía oral". La situación ideal de profilaxis debería implicar una prolongación de los nueve meses, periodo en el que se ha realizado el estudio.
Sin embargo, "el calendario vacunal de esta zona no establece nuevas inmunizaciones más allá de dicha edad en el niño", ha resaltado Alonso. El método, que implica tratamientos intermitentes a los dos, tres y nueve meses de edad, supone, además de la reducción de incidencia de episodios de la malaria, un descenso del 50 por ciento de incidencia en anemia asociada, así como también una reducción del 30 por ciento de ingresos por esta enfermedad.
Por el momento, la alternativa en la profilaxis o prevención en colectivos propios de este ámbito geográfico, ubicado en una zona rural de Tanzania donde se ha seleccionado la muestra de 701 niños, se centra usualmente en el empleo de mosquiteras impregnadas de insecticida.
La dificultad del seguimiento de los niños y también la complicada accesibilidad a los servicios médicos en estas áreas hacen muy difícil que los programas de control y prevención tengan éxito. Estos factores llevaron a los promotores del ensayo a seleccionar precisamente antibióticos con duración prolongada, al menos de un mes.
Con 400 millones de casos anuales y con una mortalidad de un millón de personas también anual, la malaria es una enfermedad endémica, especialmente en el área del Africa subsahariana. Por otra parte, respecto al futuro de nuevas vacunas contra la malaria, Alonso ha destacado que por ahora no hay un modelo que ofrezca una cobertura e inmunidad en todos los grupos de edad. En este sentido, ha indicado que la diseñada por el equipo de Manuel Patarroyo, "pese a que no es la idónea, nos ha permitido avanzar mucho en el conocimiento de los mecanismos inmunogénicos de la enfermedad".
Por su parte, Clara Menéndez, del mimo centro sanitario, ha precisado que en el ensayo la ausencia de complicaciones y efectos secundarios permite considerar la asociación de los fármacos y el hierro como una opción específica en niños e incluso a un coste reducido".
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