Prevención, detección e intervención

Displasia evolutiva de cadera

Entre 1.7 y 17 de cada 1000 recién nacidos presentan una cadera luxable o luxada. Su evolución a incapacidad grave es muy probable y fácil de evitar si se detecta y trata precozmente.

Autor/a: Por los Dres. Grosman A. y Urman E.*

Indice
1. Introducción
2. Pruebas de detección
3. Pruebas diagnósticas
4. Grupos de riesgo
5. Efectividad
6. Bibliografía

Entre 1.7 y 17 de cada 1000 recién nacidos vivos presentan una cadera luxable o luxada. Su evolución a incapacidad grave es muy probable y fácil de evitar. Si no se tratan, a los 12 meses un 1- 1.5 / 1000 tendrán luxación congénita de cadera. Además un 3.5% de los adultos mayores de 55 años tienen artrosis de cadera, atribuyéndose el 50% de ellas a displasias congénitas.

La diversidad terminológica (luxación congénita, enfermedad luxante, displasia congénita, displasia evolutiva, etc) responde al progresivo conocimiento de su patogenia, así como la diversa expresividad clínica con que se presentan.

El proceso se inicia ya en la etapa fetal con una displasia de acetábulo, que genera una cavidad cotiloidea hipoplásica, que es incapaz de albergar y contener la cabeza femoral. Mas adelante ésta podría luxarse con cierta facilidad según el grado de incontinencia acetabular. Tras el periodo neonatal, el ritmo de maduración articular puede enlentecerse, detectándose el problema después, durante el primer semestre.