El uso de AAS todavía no tiene una difusión amplia en muchas comunidades, dicen los autores. Debido a que las pequeñas dosis de AAS en aquellos que todavía no han sufrido episodios clínicos previos pueden resultar más dañinas que benéficas y que para evitar un evento son muchos los pacientes así tratados, los autores consideran que es muy importante ser selectivo en su utilización.
Luego de analizar los resultados de los trabajos sobre disminución de los eventos fatales y no fatales (34%) con el uso asociado de warfarina y dosis bajas de aspirirna (75 mg) o con AAS sola en individuos sanos (estudio estadounidense en médicos sanos), los autores comparan sus hallazgos con los de este último para evaluar las implicancias en la práctica clínica, teniendo en cuenta que en el trabajo referido hubo un 44% de reducción del infarto agudo de miocardio (IAM) no fatal, sobre todo cuando la AAS fue usada en individuos >50 años con colesterol bajo.
Objetivos
Con el objeto de determinar cuáles son los grupos de pacientes que pueden beneficiarse o sufrir efectos adversos por el uso de dosis bajas de AAS en la prevención de la coronariopatía, los autores diseñaron un trabajo controlado aleatorio.
Método
Fue seleccionado un subgrupo de pacientes provenientes de 108 grupos de consultas del Medical Research Council que intervinieron en un trabajo sobre prevención de la trombosis.
Se seleccionaron 5499 hombres provenientes de todo el Reino Unido, entre 45 y 69 años (media de la edad, 57.6 años), que tenían riesgo aumentado de enfermedad coronaria, de acuerdo con los antecedentes de tabaquismo, la presencia de coronariopatía prematura familiar, el índice de masa corporal, la tensión arterial, la colesterolemia, la fibrinogenemia y la actividad del factor de la coagulación VII (VIIc). Estas variables, aclaran los investigadores, fueron elegidas según su relación con la enfermedad coronaria en el estudio Northwick Park.
Los autores dividieron a los pacientes en 4 grupos terapéuticos: warfarina activa con AAS activa, warfarina activa con AAS placebo, warfarina placebo con AAS activa y warfarina placebo con AAS placebo. La dosis de comienzo de warfarina fue 2,5 mg/día, con variaciones de 0,5-1,0 mg/día, a intervalos mensuales, hasta alcanzar 1,5 mg. Se comenzó con 75 mg de AAS diarios, en comprimidos de liberación controlada. Los eventos que determinaron la finalización del estudio fueron todas las coronariopatías (la suma de eventos fatales y no fatales, como la muerte coronaria y todos los IAM) y el accidente cerebrovascular (ACV). Se tuvieron en cuenta las hemorragias graves, intermedias y leves. Finalmente, para los cálculos estadísticos, los autores se restringieron a los hallazgos principales relacionados con la edad y la colesterolemia, para compararlos con el estudio elegido.
Resultados
Como se esperaba, dicen los autores, las tasas de eventos en los grupos tratados y no tratados con AAS fue más alta en relación con los valores más elevados de edad, colesterolemia y TA. Los responsables del trabajo no constataron beneficios ni efectos peligrosos en los pacientes tratados con TA >145 mmHg. Con TA <130 mmHg, comprobaron una reducción del riesgo (0,55) del 45%, lo que atribuyen al beneficio general de la AAS. A diferencia del estudio estadounidense, los autores comprobaron que la AAS tuvo relación con la edad, aunque poco importante. No encontraron relación con la colesterolemia.
Discusión
Los investigadores consideran que los hallazgos deben ser interpretados con mucha precaución porque pueden provenir solo del azar, aunque no ignoran que los resultados pueden indicar verdaderamente cuáles son los pacientes que pueden verse beneficiados o perjudicados, o pueden constituir una base para futuros trabajos. Debido a la dificultad para realizar todos los trabajos que ellos consideran necesarios para el tema que los ocupa, los autores eligieron evaluar los resultados de un subgrupo de pacientes. Ellos sostienen no haber previsto que la AAS variara con la TA, lo que atribuyen a la mayor posibilidad de ruptura que tienen las lesiones ateromatosas sometidas a TA elevadas, favorecida por la mayor liberación del factor tisular y la formación de trombos, dos factores no influenciados por la AAS. No obstante, dicen, la significancia encontrada en la asociación entre la TA y la coronariopatía indicaría que no se debe al azar. La naturaleza de la asociación fue similar para el ACV, el cual comparte muchos de los factores de riesgo y las manifestaciones patológicas características de la coronariopatía.