Neurodegeneración de la retina y progresión clínica

El espesor de la retina como biomarcador en la enfermedad de Parkinson

Analizar la progresión del grosor de la retina podría predecir la progresión cognitiva en pacientes con Parkinson.

Autor/a: Murueta-Goyena, A., Romero-Bascones, D., Teijeira-Portas, S. et al.

Fuente: npj Parkinsons Dis. 10, 26 (2024) Association of retinal neurodegeneration with the progression of cognitive decline in Parkinsons disease

La tomografía de coherencia óptica (OCT) se ha convertido en una herramienta valiosa para evaluar los cambios retinianos asociados con enfermedades neurodegenerativas, incluida la enfermedad de Parkinson (EP). La OCT permite mediciones de alta resolución, reproducibles y precisas del espesor de la capa de la retina para detectar alteraciones estructurales. Entre las capas de la retina, la capa plexiforme interna de células ganglionares (GCIPL) ha atraído una atención sustancial debido a su potencial como biomarcador de neurodegeneración y deterioro cognitivo.


Tomografía de coherencia óptica. Crédito: LaNCE-Neuropharm—GIC 21/133

Asociación de la neurodegeneración de la retina con la progresión del deterioro cognitivo en la enfermedad de Parkinson

Resumen

El espesor de la retina puede servir como biomarcador en la enfermedad de Parkinson (EP). En este estudio longitudinal prospectivo, nuestro objetivo fue determinar si los pacientes con EP presentan una tasa de adelgazamiento acelerada en la capa plexiforme interna de células ganglionares parafoveales (pfGCIPL) y la capa de fibras nerviosas peripapilares de la retina (pRNFL) en comparación con los controles. Además, evaluamos la relación entre la neurodegeneración de la retina y la progresión clínica en la EP.

Una cohorte de 156 pacientes con EP y 72 controles se sometieron a tomografía de coherencia óptica de retina y evaluaciones visuales y cognitivas entre febrero de 2015 y diciembre de 2021 en dos hospitales terciarios españoles. La tasa de adelgazamiento de pfGCIPL fue dos veces mayor en PD (β [SE] = −0,58 [0,06]) que en los controles (β [SE] = −0,29 [0,06], p <0,001). En la EP, el patrón de progresión de la atrofia de pfGCIPL dependió del espesor inicial, observándose tasas de adelgazamiento más lentas en pacientes con EP con pfGCIPL por debajo de 89,8 µm. Este resultado se validó con un conjunto de datos externo de Moorfields Eye Hospital NHS Foundation Trust (estudio AlzEye). Los progresores lentos de pfGCIPL, caracterizados por una edad inicial más avanzada, una mayor duración de la enfermedad y peores puntuaciones cognitivas y de estadio de la enfermedad, mostraron un aumento tres veces mayor en la tasa de deterioro cognitivo (β [SE] = −0,45 [0,19] puntos/año, p  = 0,021) en comparación con progresadores más rápidos. Además, el adelgazamiento del pRNFL del sector temporal se aceleró en la EP (β tiempo x grupo [SE] = −0,67 [0,26] μm/año, p  = 0,009), lo que demuestra una estrecha asociación con los cambios en la puntuación cognitiva (β [SE] = 0,11 [0,05], p  = 0,052).

Este estudio sugiere que un patrón más lento de pérdida de tejido pfGCIPL en la EP está relacionado con un deterioro cognitivo más rápido, mientras que los cambios en el pRNFL temporal podrían seguir el deterioro cognitivo.


Comentarios

Aunque todavía quedan algunos aspectos pendientes de confirmar para su uso en el ámbito clínico, y es necesario mejorar ligeramente su resolución, un estudio de la UPV/EHU y Biobizkaia ha demostrado que un método utilizado habitualmente para realizar pruebas oftalmológicas también se puede utilizar para monitorear la neurodegeneración que ocurre en los pacientes de Parkinson.

Durante la investigación se descubrió que la neurodegeneración de la retina probablemente precede al deterioro cognitivo.

Cuando se diagnostica Parkinson u otra enfermedad neurodegenerativa, los pacientes siempre preguntan: "¿Y ahora qué? ¿Qué pasará? ¿Qué se puede esperar de la enfermedad?". Para los neurólogos, sin embargo, no es posible responder con precisión a estas preguntas, ya que "la evolución de los pacientes suele ser muy variada: algunos no experimentan cambios con el paso de los años, mientras que otros acaban con demencia o en silla de ruedas", explica Ane Murueta. -Goyena, investigadora del departamento de Neurociencias de la UPV/EHU.

Hoy en día, identificar a los pacientes de Parkinson con riesgo de deterioro cognitivo supone un gran desafío, pero es necesario cuando se trata de proporcionar tratamientos clínicos más eficaces e intensificar los ensayos clínicos.

De hecho, la doctora Ane Murueta-Goyena, en colaboración con el personal investigador de Biobizkaia, quiso comprobar "si el sistema visual puede permitir predecir este deterioro, es decir, qué futuro le espera al paciente dentro de unos años". Para ello se utilizó el espesor de la retina.

La retina es una membrana ubicada en la parte posterior del globo ocular; está relacionado con el sistema nervioso y comprende varias capas. Durante el estudio, se midió el grosor de la capa más interna de la retina de una cohorte de pacientes con Parkinson mediante tomografía de coherencia óptica.

Este tipo de tomografía es un instrumento utilizado habitualmente en pruebas oftalmológicas, ya que permite realizar mediciones de alta resolución, repetibles y precisas. Así, se analizó y comparó la evolución de esta capa de retina en personas con y sin enfermedad de Parkinson durante el periodo 2015-2021. Los resultados del análisis de las imágenes de las capas de la retina de pacientes con Parkinson también fueron confirmados en un hospital del Reino Unido.

Los resultados mostraron que la capa de retina es notablemente más delgada en los pacientes con Parkinson. También se observó que "durante las fases iniciales de la enfermedad es en la retina donde se detecta la mayor neurodegeneración, y, a partir de un momento dado, cuando la capa ya es muy fina, se produce una especie de estabilización del proceso de neurodegeneración".

"El adelgazamiento de la retina y el deterioro cognitivo no ocurren simultáneamente. Los cambios iniciales en la retina son más evidentes y luego, con el paso de los años, se observa que los pacientes empeoran clínicamente tanto en términos cognitivos como motores", explicó Murueta-Goya. "En otras palabras, la pérdida más lenta del grosor de la capa de la retina se asocia con un deterioro cognitivo más rápido; esta lentitud está relacionada con una mayor gravedad de la enfermedad".

El investigador ha concedido gran importancia a los resultados. "Hemos obtenido información sobre la progresión de la enfermedad y la herramienta que proponemos no es invasiva y está disponible en todos los hospitales".

Los resultados necesitan ser validados internacionalmente y "mejorando ligeramente la resolución de la tecnología, estaremos más cerca de validar el método para monitorear la neurodegeneración que tiene lugar en la enfermedad de Parkinson". El investigador también reveló que continúan la investigación en otra cohorte de pacientes y que la financiación es la clave.


Discusión

Este estudio de cohorte longitudinal reveló que la tasa de adelgazamiento de la retina era significativamente mayor en pacientes con EP en comparación con los controles, particularmente en pfGCIPL y el sector temporal de pRNFL. Nuestros hallazgos indican que la tasa de neurodegeneración de la retina varía entre las personas con EP. Específicamente, los pacientes con EP con una mayor atrofia inicial de pfGCIPL mostraron tasas más lentas de adelgazamiento de pfGCIPL con el tiempo. Estos individuos tenían una duración más prolongada de la enfermedad y una mayor gravedad de la misma, según lo evaluado mediante evaluaciones cognitivas (MoCA) y motoras (escala H&Y). Curiosamente, en este grupo de pacientes con EP grave con atrofia retiniana inicial y adelgazamiento más lento de pfGCIPL, el deterioro cognitivo progresó significativamente más rápido que en otros pacientes con EP. Este hallazgo destaca una progresión desacoplada entre los cambios maculares y el deterioro cognitivo, lo que sugiere que la neurodegeneración macular puede preceder al deterioro cognitivo.

Por tanto, interpretamos que una vez alcanzado un cierto umbral de atrofia macular retiniana, existe una potencial desaceleración en su patrón de degeneración. Esta desaceleración refleja una mayor gravedad de la enfermedad, que va acompañada de una aceleración de la progresión del deterioro cognitivo. Por el contrario, el adelgazamiento en el sector temporal de pRNFL mostró una estrecha asociación con las alteraciones en la puntuación MoCA, lo que sugiere una progresión simultánea que podría servir como un indicador valioso para monitorear el deterioro cognitivo.


Referencia: Ane Murueta-Goyena et al, Association of retinal neurodegeneration with the progression of cognitive decline in Parkinson's disease, npj Parkinson's Disease (2024). DOI: 10.1038/s41531-024-00637-x