Una dieta saludable no contrarresta el efecto perjudicial

Duración breve del sueño y riesgo de diabetes 2

Duración habitual del sueño breve, dieta y desarrollo de diabetes tipo 2 en adultos

Autor/a: Diana Aline Nôga, Elisa de Mello e Souza Meth, André Pekkola Pacheco, et al.

Fuente: Habitual Short Sleep Duration, Diet, and Development of Type 2 Diabetes in Adults

Puntos clave

Pregunta  

¿Existe una asociación entre el cumplimiento de una dieta saludable, la duración del sueño y el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 (DT2) en adultos?

Hallazgos  

Este estudio de cohorte que analizó datos de 247.867 adultos en el Biobanco del Reino Unido encontró que las personas que dormían menos de 6 horas diarias tenían un riesgo notablemente mayor de desarrollar diabetes tipo 2 en comparación con aquellos que dormían entre 7 y 8 horas.

A pesar de la asociación entre dietas más saludables y un riesgo reducido de diabetes tipo 2, el mayor riesgo asociado con una duración corta del sueño persistió incluso entre adultos con hábitos alimentarios saludables.

Significado:  

Estos hallazgos sugieren que adoptar una dieta saludable puede no reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 entre quienes habitualmente duermen poco tiempo.


Introducción

Muchas personas duermen menos de 7 horas al día, una condición que a menudo se denomina sueño de corta duración. Por ejemplo, según el Sistema de Vigilancia de Factores de Riesgo del Comportamiento de 2020, el 33,2% de los adultos estadounidenses dormían poco. Los períodos prolongados de sueño insuficiente se asocian con diversos riesgos para la salud, incluido un mayor riesgo de diabetes tipo 2 (DT2).

Un metanálisis de estudios prospectivos que involucraron a 482.502 participantes con períodos de seguimiento que abarcaron de 2,5 a 16,0 años demostró que cada hora de sueño inferior a 7 horas por día se asociaba con una probabilidad 1,09 veces mayor de desarrollar diabetes tipo 2.

Según la evidencia actual, aumentar la duración del sueño diario a al menos 7 horas puede reducir el riesgo de diabetes tipo 2 en personas con sueño insuficiente. Sin embargo, persisten los desafíos para lograr la duración recomendada del sueño, incluidos factores como los horarios de trabajo, las responsabilidades del cuidado de los niños y las presiones económicas. Dadas esas limitaciones, seguir un estilo de vida saludable puede ser un enfoque alternativo para mitigar el riesgo de diabetes tipo 2 entre personas con un sueño de corta duración.

Por ejemplo, los resultados de un pequeño estudio experimental sugieren que realizar ejercicios en intervalos de alta intensidad durante el día puede contrarrestar los efectos perjudiciales de la restricción del sueño sobre la tolerancia a la glucosa en humanos. Esos hallazgos fueron reafirmados por un análisis reciente de los datos del Biobanco del Reino Unido, que indicó que las personas con un sueño breve y que realizaban actividad física regular presentaban un menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Si bien la eficacia de un patrón dietético saludable para reducir el riesgo de diabetes tipo 2 está bien establecida es menos claro hasta qué punto la adherencia a dicha dieta puede mitigar el riesgo elevado de diabetes tipo 2 asociado con la corta duración del sueño crónico. Esta área de investigación es particularmente desafiante debido a la tendencia de dormir poco a promover la elección de alimentos poco saludables.

Investigaciones anteriores proporcionan evidencia sustancial de que la duración corta del sueño afecta negativamente al metabolismo de la glucosa. Por el contrario, la literatura actual no ofrece pruebas sólidas de que el sueño prolongado en personas con patrones de sueño normales altere significativamente la regulación de la glucosa. Nuestra hipótesis es que un patrón dietético saludable reduciría el riesgo de diabetes tipo 2 entre quienes duermen poco tiempo.


Importancia  

Comprender la interacción entre la duración del sueño, los hábitos alimentarios y el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 (DT2) es crucial para las estrategias de salud pública y prevención de la diabetes.

Objetivo  

Investigar las asociaciones del tipo de dieta y la duración del sueño con el desarrollo de diabetes tipo 2.

Diseño, entorno y participantes  

Los datos derivados de la investigación de referencia del Biobanco del Reino Unido (2006-2010) se analizaron para este estudio de cohorte entre el 1 de mayo y el 30 de septiembre de 2023.

Se investigó la asociación entre la duración del sueño y los patrones dietéticos saludables con el riesgo de diabetes tipo 2 durante una mediana (RIQ) de seguimiento de 12,5 (11,8-13,2) años (fin del seguimiento, 30 de septiembre de 2021).

Exposición  

Para el análisis, 247.867 participantes se clasificaron en 4 grupos de duración del sueño: normal (7-8 horas por día), leve corto (6 horas por día), moderado corto (5 horas por día) y extremadamente corto (3- 4 horas por día).

Sus hábitos alimentarios se evaluaron en función del consumo específico de carne roja, carne procesada, frutas, verduras y pescado de la población, lo que dio como resultado una puntuación de dieta saludable que oscilaba entre 0 (la más insalubre) y 5 (la más saludable).

Principales resultados y medidas  

Se utilizó el análisis de regresión de riesgos proporcionales de Cox para calcular los índices de riesgo (HR) y los IC del 95 % para el desarrollo de diabetes tipo 2 en varios grupos de duración del sueño y puntuaciones de dieta saludable.

Resultados  

La cohorte estuvo compuesta por 247.867 participantes con una edad media [DE] de 55,9 [8,1] años, de los cuales el 52,3% eran mujeres. Durante el seguimiento, al 3,2% de los participantes se les diagnosticó diabetes tipo 2 según los datos del registro hospitalario.

El análisis de regresión de Cox, ajustado por variables de confusión, indicó un aumento significativo en el riesgo de diabetes tipo 2 entre los participantes con 5 horas o menos de sueño diario.

Las personas que dormían 5 horas por día exhibieron una FC ajustada de 1,16 (IC del 95 %, 1,05-1,28), y las personas que dormían de 3 a 4 horas por día exhibieron una FC ajustada de 1,41 (IC del 95 %, 1,19-1,68) en comparación con las personas con sueño de duración normal. Además, las personas con los patrones dietéticos más saludables tenían un riesgo reducido de diabetes tipo 2 (HR, 0,75 [IC del 95 %, 0,63-0,88]).

La asociación entre la duración corta del sueño y el mayor riesgo de diabetes tipo 2 persistió incluso para las personas que seguían una dieta saludable, pero no hubo interacción multiplicativa entre la duración del sueño y la puntuación de la dieta saludable.

Conclusiones y relevancia  

En este estudio de cohorte en el que participaron residentes del Reino Unido, la duración habitual del sueño breve se asoció con un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Esta asociación persistió incluso entre los participantes que mantuvieron una dieta saludable.

Para validar estos hallazgos, se necesitan más estudios longitudinales, que incorporen medidas repetidas del sueño (incluidas evaluaciones objetivas) y hábitos dietéticos.


Discusión

Este estudio de cohorte que evaluó la duración del sueño diario, los hábitos alimentarios y el riesgo de diabetes tipo 2 entre individuos de la cohorte del Biobanco del Reino Unido de 38 a 71 años encontró que la duración habitual del sueño corto se asociaba con un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y que esta asociación persistía incluso entre participantes que mantuvieron una dieta saludable. Muchos adultos tienen dificultades para dormir entre 7 y 8 horas al día. Como lo sugieren los estudios de laboratorio, la falta de sueño puede contribuir al desarrollo de la diabetes tipo 2 a través de varios mecanismos, como una sensibilidad celular alterada a la insulina, un metabolismo energético del músculo esquelético desplazado hacia la oxidación no de glucosa, una mayor actividad del sistema nervioso simpático y composición alterada de la microbiota intestinal.

En consecuencia, la alta prevalencia de personas con una duración corta del sueño puede contribuir al aumento global proyectado de la prevalencia de diabetes tipo 2. 28 En apoyo de esta idea, se han observado asociaciones prospectivas entre una duración corta del sueño y un mayor riesgo de diabetes tipo. Por ejemplo, en el Estudio de Salud de las Enfermeras II y el Estudio Whitehall II, se encontró que la duración corta y persistente del sueño, definida como 5,5 horas por día 29 o 5,5 horas o menos por día se correlacionaba con un mayor riesgo de diabetes tipo 2 durante hacer un seguimiento.

Si bien nuestra investigación estableció de hecho un mayor riesgo de diabetes tipo 2 asociado con periodos de sueño cortos, en línea con evidencia epidemiológica y experimental previa sigue siendo crucial considerar las causas subyacentes del sueño corto. Por ejemplo, la apnea obstructiva del sueño puede provocar un despertar prematuro y una duración insuficiente del sueño. En particular, un análisis reciente indica que casi mil millones de personas en todo el mundo experimentan trastornos respiratorios durante el sueño, y aproximadamente el 80% de ellos probablemente no sean conscientes de su afección. Se sabe que la apnea obstructiva del sueño aumenta el riesgo de resistencia a la insulina y diabetes tipo 2 y puede, en parte, explicar la asociación observada entre una duración corta del sueño y un riesgo elevado de diabetes tipo 2. Dada esta posibilidad, la eficacia de patrones dietéticos saludables para mitigar los efectos adversos del sueño breve sobre el metabolismo de la glucosa puede ser limitada si coexiste la apnea obstructiva del sueño.

Mensaje final

Este estudio de cohorte no arrojó evidencia convincente que respalde la idea de que mantener una dieta caracterizada por un bajo consumo de carne roja y productos cárnicos procesados ​​y una alta ingesta de frutas, verduras y pescado pueda mitigar suficientemente el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 asociada con la diabetes la duración del sueño corta habitual.

Sin embargo, dadas las limitaciones del análisis actual, se necesitan más investigaciones para explorar si patrones dietéticos específicos, como la alimentación con horario restringido, pueden contrarrestar o aliviar las consecuencias metabólicas adversas asociadas con la duración corta del sueño. Los estudios futuros que exploren las asociaciones entre la adherencia a una dieta saludable, la duración del sueño y el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 se beneficiarían sustancialmente al incluir medidas repetidas y objetivas tanto del sueño como de los hábitos alimentarios. Este enfoque es esencial para desentrañar la interacción dinámica entre estos factores en el contexto de la diabetes tipo 2, proporcionando una comprensión más completa de su asociación combinada con el riesgo de diabetes tipo 2.