El estudio de evaluación a largo plazo

Atropina tópica para el control de la miopía infantil

No afectó los errores refractivos finales ni la incidencia de complicaciones oculares en la edad adulta

Autor/a: Yong Li, Michelle Yip, Yilin Ning, PhD2; et al.

Fuente: Topical Atropine for Childhood Myopia Control The Atropine Treatment Long-Term Assessment Study

Errores refractivos finales en niños no asociados con gotas oftálmicas de atropina tópica

Puntos clave

Pregunta

¿Qué resultados a largo plazo se observaron en la edad adulta entre las personas que recibieron atropina durante la infancia para la miopía?

Hallazgos  

Entre aproximadamente una cuarta parte de la cohorte original que recibió tratamiento con atropina infantil (0,01% a 1,0%) para el control de la miopía (de 2 a 4 años de duración), no se identificaron diferencias en los errores refractivos finales. No hubo asociación con una mayor incidencia de tratamiento o complicaciones oculares relacionadas con la miopía en los grupos tratados con atropina al 1% versus placebo.

Significado  

El seguimiento a largo plazo de una minoría de participantes que recibieron atropina durante un período limitado durante la infancia no afectó los errores refractivos finales ni la incidencia de complicaciones oculares en la edad adulta.


Comentarios

Los niños que recibieron gotas oftálmicas de atropina tópica a corto plazo, del 0,01% al 1,0%, no tuvieron diferencias en los errores refractivos finales entre 10 y 20 años después del tratamiento.

Las gotas oftálmicas de atropina tópica a corto plazo, en dosis del 0,01% al 1,0%, durante 2 a 4 años durante la infancia no tuvo efecto sobre los errores refractivos finales aproximadamente 10 a 20 años después del tratamiento, según un estudio publicado en JAMA Ophtalmology. No se encontró en los pacientes una mayor incidencia de tratamiento o complicaciones oculares relacionadas con la miopía.

La miopía afecta aproximadamente a un tercio de la población mundial y se estima que aumentará a aproximadamente 5 mil millones de personas para 2050. Se puede lograr retardar la aparición de la miopía o reducir su progresión cuando se usan gotas para los ojos con atropina, pero los resultados son inconsistentes según la dosis y la diferencia en los eventos adversos. Este estudio tuvo como objetivo evaluar los resultados a 20 años y la seguridad en los pacientes que participaron en el estudio denominado Atropina para el tratamiento de la miopía (ATOM) 1 y los resultados a 10 años en pacientes en ATOM2.

El estudio de evaluación a largo plazo del tratamiento con atropina (ATLAS) incluyó a participantes que habían sido evaluados 10 y 20 años después de su visita final del ensayo en los ensayos ATOM1 y ATOM2, respectivamente. ATOM1 tuvo lugar en 1999, mientras que ATOM2 tuvo lugar en 2006, pero en ambos participaron 400 niños de 6 a 12 años con miopía; ATOM2 incluyó a niños con miopía de al menos –2,0 D.

Todos los niños fueron asignados para recibir gotas oftálmicas de atropina al 0,5 %, 0,1 % o 0,01 % durante 2 años en una proporción de 2:2:1. Si los niños tenían una progresión de la miopía de –0,5% D o más durante la fase de lavado de 1 año, reiniciaban el tratamiento con atropina al 0,01%.

Se tomó una historia clínica de todos los participantes, que incluía condiciones médicas y oculares, antecedentes quirúrgicos, quejas oculares y si habían recibido tratamiento para la miopía después de su visita final de prueba. También se realizó un examen de las secciones anterior y posterior del ojo, así como una tomografía de coherencia óptica y una fotografía del fondo de ojo.

ATLAS incluyó 63 de los estudios ATOM1 y 148 de los estudios ATOM2 para el análisis estadístico. Los investigadores encontraron que los 63 niños que recibieron 2 años de tratamiento con atropina no tuvieron diferencias en el equivalente esférico final (SE) y la longitud axial (AL) entre los ojos que habían sido tratados con 1% de atropina en comparación con los ojos no tratados y los ojos tratados con 1%. % de atropina en comparación con placebo. Se encontró error refractivo miópico y alargamiento axial en ambos grupos 20 años después de su última visita de prueba.

Los 148 participantes del estudio ATOM2 no mostraron diferencias en SE o AL. Se encontró progresión del EE y el alargamiento axial en todos los grupos en los 10 años posteriores a la visita final del ensayo. La progresión fue mayor en aquellos de menor edad (diferencia de medias, 0,6 años; IC del 95 %, 0,2-0,9 años), aquellos que fueron asignados al azar a concentraciones más altas de atropina (0,1 % y 0,5 %, 88,3 % frente a 0,01 %, 77,7 %), y en los que necesitaron más tratamiento (68,1% frente a 54,5%).

Se encontró una mayor progresión del SE y el alargamiento axial durante el período del ensayo clínico y después de suspender el tratamiento en pacientes cuyos ojos progresaron 1,0 D o más, lo que también condujo a un AL más prolongado y un mayor SE en la última visita del ensayo y en ATLAS.

Pacientes con una edad más joven (OR, 0,82; IC 95%, 0,67-0,99) y una mayor concentración de atropina (0,1% vs 0,01%, OR, 2,57; IC 95%, 1,16-5,69. 0,5% vs 0,01%, OR , 2,48; IC del 95 %, 1,09-5,62) tuvieron una progresión de la miopía de 10 años después de suspender el tratamiento con atropina.

Aunque no hubo una mayor incidencia de cataratas/opacidad del cristalino, glaucoma, atrofia parapapilar e inclinación del disco óptico al comparar a los que usaron atropina al 1% con el grupo de placebo en ATOM1, hubo algunas diferencias en ATOM2. La incidencia de degeneración macular miópica fue del 19,6%, 28,7% y 38,1% en los grupos de atropina 0,01%, 0,1% y 0,5% respectivamente. Participantes femeninas (OR, 0,52; IC del 95 %, 0,29-0,92), aquellas con mayor concentración de tratamiento con atropina (0,5 % frente a 0,01 %, OR, 2,60; IC del 95 %, 1,15-5,89).

Hubo algunas limitaciones en este estudio. Muchos de los participantes de los estudios ATOM1 y ATOM2 originales no fueron incluidos en este estudio, lo que podría haber dado lugar a un sesgo de selección. Las diferencias en los instrumentos utilizados y las mediciones entre los estudios podrían haber afectado las comparaciones. Los cambios periféricos de la retina podrían haberse pasado por alto.

Los errores refractivos finales de los niños que habían tomado gotas de atropina entre 0,01% y 1,0% durante 2 a 4 años no se asociaron con este tratamiento 10 a 20 años después. No se encontró una mayor incidencia de tratamiento o complicaciones oculares relacionadas con la miopía. Se necesita más investigación sobre la duración y la concentración del tratamiento con atropina que sea seguro y eficaz para los niños.

Conclusiones y relevancia  

Entre aproximadamente una cuarta parte de los participantes originales, el uso de gotas oftálmicas tópicas de atropina a corto plazo entre 0,01% y 1,0% durante un período de 2 a 4 años durante la infancia no se asoció con diferencias en los errores refractivos finales de 10 a 10 años. 20 años después del tratamiento.

No hubo una mayor incidencia de tratamiento ni de complicaciones oculares relacionadas con la miopía en el grupo tratado con atropina al 1% frente al grupo de placebo.

Estos hallazgos pueden afectar el diseño de futuros ensayos clínicos, ya que se requieren más estudios para investigar la duración y la concentración de atropina para el control de la miopía infantil.