Un estudio transcultural

Evidencia de la función adaptativa emocional de los sueños

La función emocional de los sueños no es la misma en todas partes

Autor/a: Samson, D.R., Clerget, A., Abbas, N. et al.

Fuente: Evidence for an emotional adaptive function of dreams: a cross-cultural study

Resumen

La función de los sueños es una cuestión de investigación científica de larga data. Las teorías de simulación de la función de los sueños, que se basan en la premisa de que los sueños representan presiones selectivas del pasado evolutivo y una mejora de la aptitud física a través de estados modificados de conciencia, aún no se han probado en poblaciones transculturales que incluyan sociedades recolectoras de pequeña escala. Aquí, analizamos el contenido de los sueños con comparaciones interculturales entre los grupos de cazadores recolectores BaYaka (Rep. del Congo) y Hadza (Tanzania) y las poblaciones del Norte Global, para probar la hipótesis de que los sueños en los grupos recolectores cumplen una función de regulación emocional más efectiva debido a sus fuertes normas sociales y su alto apoyo interpersonal.

Utilizando un modelo lineal de efectos mixtos, analizamos 896 sueños de 234 personas de estas poblaciones, registrados mediante diarios de sueños. Los textos de los sueños se procesaron en cuatro constructos psicosociales utilizando el diccionario Linguistic Inquiry and Word Count (LIWC-22). Los BaYaka mostraron un mayor contenido de sueños orientado a la comunidad. Tanto los BaYaka como los Hadza exhibieron un mayor contenido de amenaza en sus sueños, mientras que, al mismo tiempo, los Hadza demostraron bajas emociones negativas en sus sueños.

El grupo de Trastorno de Pesadilla del Norte Global había aumentado el contenido de emociones negativas, y la muestra de estudiantes canadienses durante la pandemia de COVID-19 mostró el mayor contenido de sueños de ansiedad.

En conclusión, este estudio apoya la noción de que los sueños en poblaciones no clínicas pueden regular eficazmente las emociones al vincular amenazas potenciales con contextos no temerosos, reduciendo la ansiedad y las emociones negativas a través de la liberación emocional o la catarsis. En general, este trabajo contribuye a nuestra comprensión del significado evolutivo de este estado alterado de conciencia.


Comentarios

¿Por qué soñamos?

Producto de la neurofisiología de nuestro cerebro, soñar es una experiencia compleja que puede adquirir muchos tonos emocionales y simular la realidad en diversos grados. Como resultado, todavía no hay una respuesta clara a esta pregunta. Un estudio dirigido por las universidades de Ginebra (UNIGE) y Toronto, y los Hospitales Universitarios de Ginebra (HUG), comparó los sueños de dos comunidades recolectoras, en Tanzania y la República Democrática del Congo, con los de personas que viven en Europa y América del Norte. Mostró que los dos primeros grupos producían sueños más amenazadores, pero también más catárticos y de orientación social, que los grupos occidentales. Estos resultados, publicados en Scientific Reports, muestran cuán fuertes son los vínculos entre el entorno sociocultural y la función de los sueños.

Soñar es una experiencia alucinatoria común a todos los seres humanos. Ocurre con mayor frecuencia durante la fase paradójica del sueño, conocida como fase de movimientos oculares rápidos (REM). Sin embargo, puede ocurrir en cualquier etapa del sueño. ¿Cuáles son las funciones fisiológicas, emocionales o culturales de los sueños? ¿Regula nuestras emociones? ¿Nos prepara para afrontar una situación específica? Teorías recientes sugieren que durante un sueño "funcional", el individuo simula situaciones más amenazantes y/o sociales, lo que tendría una ventaja evolutiva al promover un comportamiento adaptado a situaciones de la vida real.

El resultado de los sueños difiere según el entorno y la población estudiada.

Para comprobar estas teorías, investigadores de la UNIGE y de la Universidad de Toronto compararon el contenido de los sueños de los BaYaka en la República Democrática del Congo y los Hadza en Tanzania, dos comunidades cuyo modo de vida se acerca al de nuestros ancestros cazadores recolectores, con el de diferentes grupos de individuos que viven en Europa y América del Norte (Suiza, Bélgica, Canadá), incluidos participantes sanos y pacientes con trastornos psiquiátricos. Para los BaYaka y Hadza, antropólogos de la Universidad de Toronto recopilaron narrativas de sueños durante un período de dos meses en el campo. Los datos sobre los sueños de los grupos occidentales proceden de estudios anteriores, publicados entre 2014 y 2022.

''Descubrimos que los sueños de BaYaka y Hadza son muy dinámicos. A menudo comienzan con una situación de peligro, en la que la vida está amenazada, pero terminan escenificando una forma de hacer frente a esta amenaza, a diferencia de los escenarios de los grupos occidentales que observamos. Por otro lado, en poblaciones clínicas, como pacientes que sufren pesadillas o ansiedad social, los sueños son intensos pero no contienen una resolución emocional catártica. En estos últimos grupos, la función adaptativa de los sueños parece ser deficiente", explica Lampros Perogamvros, docente privado y líder de grupo en los Departamentos de Psiquiatría y Neurociencias Básicas de la Facultad de Medicina de UNIGE, y médico tratante del HUG. Centro de Medicina del Sueño, quien dirigió el estudio.

Un espejo del tejido social

Entre las respuestas disponibles de los indígenas ante una amenaza en sus sueños, los investigadores encontraron que eran muy frecuentes aquellas vinculadas al apoyo social. Este es el caso, por ejemplo, cuando un indígena relata un sueño en el que es golpeado por un búfalo en medio del monte, solo para ser rescatado por un miembro de su comunidad. O cuando otro sueña que cae a un pozo y uno de sus amigos le ayuda. Estos sueños contienen su propia resolución emocional.'

''Entre los BaYaka y Hadza, los vínculos sociales que tienen son, necesariamente, muy fuertes. En comparación con las sociedades más individualistas de Europa y América del Norte, la vida cotidiana y la división del trabajo suelen ser más igualitarias. Parece que este tipo de conexión social, y la dependencia de la comunidad significa que la mejor manera de procesar el contenido emocional asociado con la amenaza en sus sueños es a través de las relaciones sociales que tienen. En efecto, estas relaciones son las herramientas emocionales utilizadas para procesar los desafíos de la vida", explica David Samson, profesor asociado de Antropología Evolutiva en la Universidad de Toronto, Mississauga, y primer autor del estudio. Por lo tanto, el equipo de investigación sugiere que existe una estrecha conexión entre la función de los sueños y las normas y valores sociales de cada sociedad específica estudiada.

''Sin embargo, en este estudio es difícil deducir vínculos causales entre los sueños y el funcionamiento diurno. Tampoco debemos concluir que los sueños en grupos de individuos occidentales no tengan una función emocional'', añade Lampros Perogamvros. De hecho, en 2019, el mismo equipo de investigación publicó un estudio que muestra que los "malos sueños" en los occidentales, es decir, los sueños con contenido negativo que no son pesadillas, son a menudo simulaciones de nuestros miedos que nos preparan para afrontarlos una vez que están despiertos. ''Parece haber más de un tipo de sueños 'funcionales'. El presente estudio muestra que existe un fuerte vínculo entre nuestra vida sociocultural y la función de los sueños'', concluye el investigador.

Conclusión

Aquí apoyamos la idea de que en poblaciones no clínicas con amenazas reales y percibidas, los sueños pueden procesar altos niveles de amenaza, pero también caracterizarse por baja ansiedad y emociones negativas. Nuestros resultados sugieren indirectamente que los sueños pueden regular eficazmente las emociones al vincular peligros potenciales con contextos oníricos novedosos y no temerosos y pueden conducir a una reducción de los sentimientos de ansiedad y otras emociones negativas, como una forma de liberación emocional o catarsis. Además, en al menos una de esas comunidades (los BaYaka), la catarsis emocional suele lograrse mediante un fuerte apoyo social.

En última instancia, si soñar prepara a los seres humanos para enfrentar posibles desafíos y peligros en la vida de vigilia, entonces nuestros resultados se encuentran entre los primeros en mostrar estas funciones potenciales en condiciones socioecológicas evolutivamente relevantes.