Puntos clave Pregunta ¿La posición prona reduce la intubación endotraqueal en adultos que estaban despiertos y no intubados y que tenían insuficiencia respiratoria hipoxémica por COVID-19? Hallazgos En este ensayo clínico aleatorizado que incluyó a 400 adultos con insuficiencia respiratoria hipoxémica aguda por COVID-19, la posición boca abajo despierta en comparación con la atención habitual dio como resultado la intubación endotraqueal a los 30 días en el 34,1 % frente al 40,5 % de los participantes, respectivamente. Aunque la razón de riesgo fue de 0,81, el resultado no fue estadísticamente significativo. Significado Aunque los hallazgos no respaldan el posicionamiento en decúbito prono en este entorno, el tamaño del efecto para el resultado principal del estudio fue impreciso y no excluye un beneficio clínicamente importante. |
Introducción
Las hospitalizaciones debido a COVID-19 pusieron a prueba los recursos de atención crítica a nivel internacional. Las oleadas limitaron la disponibilidad de recursos para pacientes en estado crítico, lo que enfatiza la necesidad de intervenciones prácticas, ampliamente disponibles y asequibles. El posicionamiento propenso despierto surgió como una intervención potencialmente útil para investigar durante la pandemia.
La posición prona se ha utilizado desde la década de 1970 en pacientes sometidos a ventilación mecánica invasiva por síndrome de dificultad respiratoria aguda. Los estudios observacionales demostraron que la posición prona puede resultar en un aumento del volumen pulmonar, presión pleural homogeneizada y reducción de la derivación.
Además, los ensayos clínicos aleatorizados encontraron que la posición propensa se asoció con un menor riesgo de muerte en pacientes sometidos a ventilación mecánica invasiva por síndrome de dificultad respiratoria aguda de moderado a grave (riesgo relativo, 0,74 [IC del 95 %, 0,56-0,99]).
El posicionamiento boca abajo despierto se ha utilizado ampliamente para pacientes con COVID-19. Antes de la pandemia, no había ensayos clínicos aleatorizados que examinaran los efectos de la posición prona en pacientes que estaban despiertos y no intubados y que tenían insuficiencia respiratoria hipoxémica.
El ensayo COVI-PRONE (Awake Prone Position in Hypoxemicpatients with Coronavirus Disease 19) tuvo como objetivo evaluar la eficacia y los eventos adversos del posicionamiento despierto en decúbito prono en pacientes que no estaban intubados y que tenían COVID-19 con insuficiencia respiratoria hipoxémica.
Importancia
La eficacia y seguridad de la posición prona no está clara en pacientes no intubados con hipoxemia aguda y COVID-19.
Objetivo
Evaluar la eficacia y los eventos adversos del posicionamiento prono en pacientes adultos no intubados con hipoxemia aguda y COVID-19.
Diseño, ámbito y participantes
Ensayo clínico aleatorizado, pragmático, no ciego, realizado en 21 hospitales de Canadá, Kuwait, Arabia Saudita y EE. UU. Los pacientes adultos elegibles con COVID-19 no fueron intubados y requirieron oxígeno (≥40%) o ventilación no invasiva.
Se inscribió un total de 400 pacientes entre el 19 de mayo de 2020 y el 18 de mayo de 2021, y el seguimiento final se completó en julio de 2021.
Intervención
Los pacientes fueron asignados al azar a la posición boca abajo despiertos (n = 205) o atención habitual sin posición boca abajo (control; n = 195).
Principales resultados y medidas
El resultado primario fue la intubación endotraqueal dentro de los 30 días de la aleatorización. Los resultados secundarios incluyeron mortalidad a los 60 días, días libres de ventilación mecánica invasiva o ventilación no invasiva a los 30 días, días libres de la unidad de cuidados intensivos o del hospital a los 60 días, eventos adversos y eventos adversos graves.
Resultados
Entre los 400 pacientes que fueron aleatorizados (edad media, 57,6 años [DE, 12,83 años]; 117 [29,3 %] eran mujeres), todos (100 %) completaron el ensayo.
En los primeros 4 días después de la aleatorización, la mediana de duración de la posición prona fue de 4,8 h/d (IQR, 1,8 a 8,0 h/d) en el grupo de posición prono despierto frente a 0 h/d (IQR, 0 a 0 h/d) en el grupo de control.
Para el día 30, 70 de 205 pacientes (34,1 %) en el grupo de posición prona estaban intubados frente a 79 de 195 pacientes (40,5 %) en el grupo de control (índice de riesgo, 0,81 [IC del 95 %, 0,59 a 1,12], P = 0,000). 20; diferencia absoluta, −6,37 % [IC 95 %, −15,83 % a 3,10 %]).
La posición prona no redujo significativamente la mortalidad a los 60 días (razón de riesgo, 0,93 [IC 95 %, 0,62 a 1,40], P = .54; diferencia absoluta, -1,15 % [IC del 95 %, -9,40 % a 7,10 %]) y no tuvo un efecto significativo en los días libres de ventilación mecánica invasiva o ventilación no invasiva a los 30 días o en los días libres de la unidad de cuidados intensivos o del hospital a los 60 días.
No hubo eventos adversos graves en ninguno de los grupos.
En el grupo de posición boca abajo despierto, 21 pacientes (10 %) experimentaron eventos adversos y los informados con mayor frecuencia fueron dolor musculoesquelético o malestar por la posición boca abajo (13 de 205 pacientes [6,34 %]) y desaturación (2 de 205 pacientes [0,98 %]).No se informaron eventos adversos en el grupo de control.
Conclusiones y relevancia
En pacientes con insuficiencia respiratoria hipoxémica aguda por COVID-19, el posicionamiento en decúbito prono, en comparación con la atención habitual sin posicionamiento en decúbito prono, no redujo significativamente la intubación endotraqueal a los 30 días.
Sin embargo, el tamaño del efecto para el resultado primario del estudio fue impreciso y no excluye un beneficio clínicamente importante.