La variante Ómicron, que infecta por coronavirus a un ritmo sin precedentes, sigue siendo “peligrosa”, advirtió este 12 de enero el jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus.
"Aunque Ómicron causa síntomas menos graves que Delta, sigue siendo un virus peligroso, especialmente para quienes no están vacunados", dijo el director general de la organización, en una conferencia de prensa.
La variante, que fue identificada por primera vez en África austral a finales de noviembre de 2021, se ha propagado de forma fulgurante en todo el mundo, tendencia que alcanza a las Américas. De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) las infecciones por COVID-19 casi se duplicaron en la última semana, al alcanzar 6,1 millones de casos al 8 de enero.
Los síntomas menos severos -sobre todo para las personas totalmente vacunadas y con una dosis de refuerzo- que los de Delta hacen que algunos piensen que se trata de una enfermedad benigna.
Pero, según especificó el Dr. Tedros, "más transmisión quiere decir más hospitalizaciones, más decesos, más personas que no pueden ir a trabajar, incluyendo profesores y personal sanitario, y más riesgo de que surja otra variante más transmisible y más mortal que Ómicron".
"No es una enfermedad benigna, es una enfermedad que podemos prevenir con vacunas", señaló por su parte Michael Ryan, a cargo de las situaciones de emergencia en la OMS y recalcó que “no es el momento de bajar la guardia, no es el momento de decir que un virus es bienvenido, ningún virus es bienvenido”.
Posturas encontradas
Por fuera de la visión de la OMS, Suiza dijo el 12 de enero que la propagación de la variante Ómicron podría hacer que el coronavirus deje de ser una pandemia y se convierta en una enfermedad endémica, aunque aclaró que por prudencia mantendrá hasta marzo las medidas adoptadas para contener su quinta ola.
Estas declaraciones llegan dos días después de que el Gobierno español revelara que trabaja en un plan para evaluar la evolución del virus con "parámetros diferentes", como una enfermedad endémica similar a la gripe y así "dejar de contar los casos" diarios.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, explicó que el plan se basa en la evidencia de la baja mortalidad que tiene ahora el coronavirus respecto a la cantidad de casos que se registran, tras dos años de pandemia y con el avance de la vacunación.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) salió ayer al cruce de Sánchez, al advertir que "es prematuro" hablar de fin de la pandemia dado que existe todavía un alto nivel de incertidumbre sobre la variante.
El ministro de Salud suizo Alain Berset, en concordancia con la teoría de Sánchez, dijo: "Quizás estemos en vísperas de un punto de inflexión que podría ser decisivo con el paso de una fase pandémica a una fase endémica, gracias a una inmunidad en la población que alcanza niveles ahora elevados"
"Ómicron es quizás el principio del fin -no lo sabemos- de esta pandemia", destacó el funcionario durante una conferencia de prensa, citada por la agencia de noticias AFP.
Ya desde días atrás, países como el Reino Unido propuso reducir medidas de aislamiento para alivianar el ausentismo en la actividad laboral. Y, en concreto, Escocia se prepara para convivir con el virus, al levantar las restricciones para eventos masivos.