Su utilidad clínica | 08 FEB 22

Impacto de la espirometría en el asma infantil

Evaluación de la mejora en las medidas espirométricas con el tratamiento en niños con asma de reciente diagnóstico
Autor/a: Md. Kamruzzaman, Habiba Jesmin, Probir Kumar Sarkar, Nabila Akhand, Mosharraf Hossain, Sarbon Tohura American Journal of Pediatrics 2021; 7(1): 1-4
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Texto principal
1. Introducción

La espirometría es conocida como la prueba de función pulmonar más común realizada hasta la fecha. [1] Mide la cantidad de aire que se mueve dentro y fuera de los pulmones y la forma y la rapidez con las que se mueve el aire.

Para inducir resultados más efectivos, se le pide al niño seguir instrucciones muy específicas. La mayoría de los jóvenes puede hacer una espirometría a la edad de 6 años, aunque algunos niños preescolares pueden realizarla a una edad más temprana. [2]

El asma puede ser una enfermedad respiratoria crónica caracterizada por hiperreactividad bronquial y obstrucción reversible de las vías respiratorias. [3]

Sin embargo, la mayoría de los niños asmáticos, independientemente de la severidad de la enfermedad, suelen tener valores de volumen espiratorio forzado (VEF) normales especialmente cuando están asintomáticos. [4-6] Por lo tanto, el rol esencial de las pruebas de función pulmonar en las evaluaciones a corto y largo plazo del asma infantil sigue siendo controvertido hasta ahora. [7]

Otra cuestión a notar es que las mediciones espirométricas consistentes dependen en gran medida de la capacidad o incapacidad del paciente para realizar una maniobra espiratoria contundente que suele ser extenuante en niños pequeños. Por lo tanto, el cuadro clínico en términos de signos y síntomas es, además, de suma importancia. [8]

Las mediciones de la función pulmonar brindan información objetiva sobre la fisiología de los pacientes, mientras que los síntomas dan más información sobre cómo la enfermedad los afecta. Se sabe que con el tratamiento mejoran tanto los síntomas como las medidas de la función pulmonar, aunque el grado de mejora en cada uno de los parámetros aún no está claro.

El objetivo de este estudio fue observar la mejoría clínica y por lo tanto, los cambios dentro de las medidas espirométricas con el tratamiento en casos de asma infantil recién diagnosticados y relacionar el cambio con el síntoma.

Se buscó cuantificar el progreso y los cambios en las mediciones espirométricas con el tratamiento en niños diagnosticados recientemente con asma y comprobar las desviaciones dentro de la puntuación de síntomas y medidas espirométricas. [9]

2. Materiales y métodos

Este fue un estudio prospectivo transversal realizado en el Departamento de Pediatría del Hospital Dhaka Shishu de Dhaka, Bangladesh, durante el período comprendido entre enero a diciembre de 2019.

Este estudio incluyó 50 niños entre 5 y 15 años de edad que fueron diagnosticados con asma en base a sus síntomas e historial médico.

Las puntuaciones de síntomas basales y las mediciones espirométricas se determinaron en la primera visita. Los niños fueron tratados y seguidos hasta después de 3 y 6 meses de iniciar el tratamiento.

Las puntuaciones de síntomas y la espirometría se repitieron en cada visita. Se compiló el perfil mensual del paciente y los datos se presentaron en tablas con el uso de Microsoft Excel y SPSS.

3. Resultados

La edad promedio de los pacientes era de 5-7 años. Del total, 33 (66,67%) eran varones y 17 (33,33%) mujeres. La proporción varón: mujer fue casi de 2: 1.

Al momento del seguimiento, el 36% de los encuestados tenía 7-9 años de edad (n = 18), el 26% 9-12 años (n = 13), el 22% 5-7 años (n = 11) y el restante 16% tenía 12-15 años (n = 8), con una media ± DE de 11 ± 3,56.

El 84% (n = 42) de los pacientes tenía asma persistente leve y el 16% (n = 8) asma  persistente moderado. Una P < 0,05 se consideró significativa en comparación con la línea de base.

Se consideraron valores de media ± DE (n = 50) para: volumen espiratorio forzado en 1 segundo (VEF1); capacidad vital forzada (CVF); y tasa de flujo espiratorio pico o máximo (FEP).

En la puntuación de síntomas, se hallaron valores medios de VEF1 de 1,61 ± 0,8 a los 3 meses y de 1,79 ± 0,83 a los 6 meses, de CVF de 1,74 ± 0,83 a los 3 meses y de 1,74 ± 0,83 a los 6 meses, de VEF1/CVF de 90,67 ± 8,96 a los 3 meses y de 91,8 ± 6,49 a los 6 meses y de FEP de 2,79 ± 0,76 a los 3 meses y de 3,32 ± 0,92 a los 6 meses, con mejora en los distintos parámetros  en comparación con los valores basales.

Se observó una mejora significativa en la puntuación de los síntomas y en los parámetros de función pulmonar VEF1 y CVF a los tres meses, y el FEP mostró una mejora a los seis meses. La relación VEF1/CVF no mostró mejora significativa durante el período de estudio. Se observó una mejora general en todos los parámetros espirométricos a los seis meses de seguimiento.

4. Discusión

La espirometría se puede considerar como un método ampliamente utilizado para determinar la capacidad y la función pulmonar de una persona.

Es una herramienta de valor único, que se utiliza a menudo para determinar si un paciente tiene o no asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) u otras afecciones que alteran la respiración, midiendo la cantidad de aire que se puede inhalar y exhalar y con qué rapidez se exhala. [9] Pero esto puede ser un proceso irritante para los pacientes más jóvenes que necesitan quedarse quietos durante un tiempo prolongado para obtener una lectura adecuada. [1]

 

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