Este informe científico se ha actualizado para reflejar los conocimientos actuales sobre la transmisión del SARS-CoV-2 y se ha reformateado para que sea más conciso.
Los modos de transmisión del SARS-CoV-2 ahora se clasifican como inhalación de virus, depósito de virus en las membranas mucosas expuestas y tocar las membranas mucosas con las manos sucias contaminadas con virus.
Aunque la forma en que entendemos que ocurre la transmisión ha cambiado, las formas de prevenir la infección con este virus no lo han hecho. Todas las medidas de prevención que recomiendan los CDC siguen siendo efectivas para estas formas de transmisión.
El SARS-CoV-2 se transmite por exposición a fluidos respiratorios infecciosos.
El modo principal por el cual las personas se infectan con SARS-CoV-2 (el virus que causa COVID-19) es a través de la exposición a los fluidos respiratorios que transportan virus infecciosos. La exposición ocurre de tres formas principales:
- Inhalación de gotitas respiratorias muy finas y partículas de aerosol.
- Deposición de gotitas y partículas respiratorias en las membranas mucosas expuestas en la boca, nariz u ojos por salpicaduras y aerosoles directos.
- Tocar las membranas mucosas con las manos que se han ensuciado directamente con fluidos respiratorios que contienen virus o indirectamente al tocar superficies con virus.
Las personas liberan fluidos respiratorios durante la exhalación (p. Ej., Respiración tranquila, hablar, cantar, hacer ejercicio, toser, estornudar) en forma de gotitas en un espectro de tamaños. 1-9 Estas gotitas transportan virus y transmiten infecciones.
- Las gotas más grandes se depositan en el aire rápidamente, de segundos a minutos.
- Las gotas muy finas más pequeñas y las partículas de aerosol que se forman cuando estas gotas finas se secan rápidamente son lo suficientemente pequeñas como para permanecer suspendidas en el aire durante minutos u horas.
Las exposiciones infecciosas a los fluidos respiratorios que transportan el SARS-CoV-2 ocurren de tres formas principales (no mutuamente excluyentes):
- Inhalación de aire con gotitas finas muy pequeñas y partículas de aerosol que contienen virus infecciosos. El riesgo de transmisión es mayor dentro de los tres a seis pies de una fuente infecciosa donde la concentración de estas partículas y gotitas muy finas es mayor.
- Deposición de virus transportados en gotas y partículas exhaladas sobre las membranas mucosas expuestas (es decir, "salpicaduras y aerosoles", como al toser). Asimismo, el riesgo de transmisión es mayor cerca de una fuente infecciosa donde la concentración de estas gotas y partículas exhaladas es mayor.
- Tocar las membranas mucosas con las manos sucias por fluidos respiratorios exhalados que contienen virus o por tocar superficies inanimadas contaminadas con virus.
El riesgo de infección por SARS-CoV-2 varía según la cantidad de virus a la que está expuesta una persona.
Una vez que se exhalan las gotas y partículas infecciosas, se mueven hacia afuera de la fuente. El riesgo de infección disminuye al aumentar la distancia desde la fuente y al aumentar el tiempo después de la exhalación.
Dos procesos principales determinan la cantidad de virus a la que una persona está expuesta en el aire o al tocar una superficie contaminada por virus:
- Disminución de la concentración de virus en el aire a medida que las gotas respiratorias más grandes y pesadas que contienen virus caen al suelo u otras superficies bajo la fuerza de la gravedad y las gotas muy finas y las partículas de aerosol que permanecen en la corriente de aire se mezclan progresivamente y se diluyen dentro del volumen creciente y corrientes de aire que encuentran. Esta mezcla no es necesariamente uniforme y puede verse influenciada por capas térmicas y chorros iniciales de exhalaciones.
- Pérdida progresiva de viabilidad viral e infecciosidad a lo largo del tiempo influenciada por factores ambientales como la temperatura, la humedad y la radiación ultravioleta (por ejemplo, la luz solar).
Puede ocurrir la transmisión del SARS-CoV-2 por inhalación del virus en el aire a más de 2 metros de una fuente infecciosa.
Al aumentar la distancia de la fuente, el papel de la inhalación también aumenta. Aunque las infecciones por inhalación a distancias superiores a dos metros de una fuente infecciosa son menos probables que a distancias más cercanas, el fenómeno se ha documentado repetidamente bajo ciertas circunstancias prevenibles.
Estos eventos de transmisión han involucrado la presencia de una persona infecciosa que exhala el virus en el interior durante un tiempo prolongado (más de 15 minutos y en algunos casos horas), lo que lleva a concentraciones de virus en el espacio aéreo suficientes para transmitir infecciones a personas a más de 2 metros de distancia y, en algunos casos, a personas que han pasado por ese espacio poco después de la persona infecciosa.
Según los informes publicados, los factores que aumentan el riesgo de infección por SARS-CoV-2 en estas circunstancias incluyen:
- Espacios cerrados con ventilación o manejo de aire inadecuados dentro de los cuales la concentración de los fluidos respiratorios exhalados, especialmente las gotas muy finas y las partículas de aerosol, pueden acumularse en el espacio de aire.
- Mayor exhalación de fluidos respiratorios si la persona infecciosa realiza un esfuerzo físico o levanta la voz (por ejemplo, haciendo ejercicio, gritando, cantando).
- Exposición prolongada a estas condiciones, generalmente más de 15 minutos.
Prevención de la transmisión de COVID-19
No se ha establecido la dosis infecciosa de SARS-CoV-2 necesaria para transmitir la infección. La evidencia actual sugiere fuertemente que la transmisión desde superficies contaminadas no contribuye sustancialmente a nuevas infecciones.
Aunque los estudios en animales y las investigaciones epidemiológicas (además de las descritas anteriormente) indican que la inhalación de virus puede causar infección, las contribuciones relativas de la inhalación de virus y la deposición de virus en las membranas mucosas siguen sin cuantificarse y serán difíciles de establecer.
A pesar de estas lagunas de conocimiento, la evidencia disponible continúa demostrando que las recomendaciones existentes para prevenir la transmisión del SARS-CoV-2 siguen siendo efectivas. Estas incluyen distanciamiento físico, uso comunitario de máscaras bien ajustadas (p. Ej., Cubiertas faciales de barrera, máscaras quirúrgicas / para procedimientos), ventilación adecuada y evitar espacios interiores abarrotados.
Estos métodos reducirán la transmisión tanto por inhalación de virus como por depósito de virus en las membranas mucosas expuestas. La transmisión a través de las manos y superficies sucias se puede prevenir practicando una buena higiene de las manos y limpiando el medio ambiente.