Aspectos destacados
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Introducción
La enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA) es la enfermedad hepática crónica más común y afecta aproximadamente al 25% de la población mundial. La EHGNA está estrechamente relacionada con la obesidad, la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) y el síndrome metabólico y tiene el potencial de progresión hacia cirrosis y cáncer de hígado.
Actualmente, no existe un tratamiento farmacológico aprobado para la EHGNA, aunque se están desarrollando varios compuestos. En cambio, los cambios en el estilo de vida que conducen a la reducción de peso se consideran un tratamiento de primera línea. La reducción de peso tiene el potencial de revertir la esteatosis, la esteatohepatitis no alcohólica (NASH) y fibrosis hepática.
Alguna evidencia sugiere que las modificaciones de la dieta son más factibles que el ejercicio y los cambios en el estilo de vida generalmente están más disponibles que la cirugía bariátrica. No está claro si se debe recomendar una dieta específica a los pacientes con EHGNA para lograr una reducción de la grasa hepática. Las pautas recientes para el tratamiento de la EHGNA recomiendan un enfoque pragmático e individualizado y no abogan por ninguna dieta específica. Sin embargo, se sugiere una composición de macronutrientes ajustada a la dieta mediterránea.
Durante las últimas décadas, las dietas bajas en carbohidratos (bajas en CHO) han ganado popularidad. Un ejemplo es la dieta baja en carbohidratos y alta en grasas (dieta LCHF) que tiene el potencial de reducir el peso corporal y la resistencia a la insulina (RI). Sin embargo, LCHF incluye una alta proporción de grasa en la dieta y puede aumentar los niveles séricos de lipoproteínas de baja densidad (LDL).
Otro régimen de dieta popular es la restricción intermitente de calorías (ICR). Un ejemplo de ICR es la dieta 5: 2 que se basa en la restricción de calorías durante dos días no consecutivos a la semana. Las dietas ICR pueden tener efectos beneficiosos sobre el peso corporal y la RI.Sin embargo, a pesar del creciente interés en las dietas ICR, se sabe poco sobre su papel como tratamiento de la EHGNA.
A continuación, presentamos los resultados de un ensayo controlado aleatorio de 12 semanas que comparó el tratamiento para la EHGNA con LCHF y dietas 5: 2 administradas por un dietista, y recomendaciones de atención estándar (SoC) proporcionadas por un médico.
Se utilizó espectroscopia de resonancia magnética (MRS) para medir la reducción de la esteatosis hepática desde el inicio hasta el final del tratamiento (EoT).
Antecedentes y objetivos
El tratamiento de primera línea para la enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA) es la reducción de peso. Se han propuesto varias dietas, con diversos efectos específicamente sobre la esteatosis hepática. Este ensayo comparó los efectos de la restricción calórica intermitente (la dieta 5: 2) y una dieta baja en carbohidratos y alta en grasas (LCHF) sobre la reducción de la esteatosis hepática.
Método
Realizamos un ensayo controlado aleatorizado de etiqueta abierta que incluyó a 74 pacientes con NAFLD asignados al azar en una proporción de 1: 1: 1 a un tratamiento de 12 semanas con dieta baja en carbohidratos o 5: 2, o consejos generales de estilo de vida de un hepatólogo (SoC).
El resultado primario fue la reducción de la esteatosis hepática medida por espectroscopia de resonancia magnética. Los resultados secundarios incluyeron elastografía transitoria, resistencia a la insulina, lípidos en sangre y antropometría.
Resultados
Las dietas LCHF y 5: 2 fueron superiores al tratamiento con SoC en la reducción de la esteatosis (reducción absoluta: LCHF: -7,2% [IC 95% = -9,3 a -5,1], 5: 2: -6,1% [IC 95% = - 8,1 a -4,2], SoC: -3,6% [IC del 95% = -5,8 a -1,5]) y peso corporal (LCHF: -7,3 kg [IC del 95% = -9,6 a -5,0]; 5: 2: -7,4 kg [IC del 95% = -8,7 a -6,0]; SoC: -2,5 kg [IC del 95% = -3,5 a -1,5].
No hubo diferencia entre 5: 2 y LCHF (p = 0,41 para esteatosis y 0,78 para peso La rigidez del hígado mejoró en el grupo 5: 2 y SoC pero no en el grupo LCHF La dieta 5: 2 se asoció con niveles reducidos de lipoproteínas de baja densidad (LDL) y se toleró en mayor grado que LCHF.
Discusión
En este ensayo controlado aleatorio, encontramos que un tratamiento apoyado por un dietista con LCHF y dietas 5: 2 fueron más efectivas que SoC en la reducción de la grasa hepática después de un tratamiento de 12 semanas. No se observaron diferencias en la reducción de la grasa hepática entre la dieta 5: 2 y la dieta LCHF.
Comentarios
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