¿Cuándo estaremos bien otra vez?

Covid-19 y fatiga: un juego de serpientes y escaleras (testimonio personal)
*Paul Garner

¡Se acabó, pensé! Era principios de mayo, después de las siete semanas más extrañas de enfermedad que había tenido, una montaña rusa de agotamiento, dolor en todas partes, tinnitus, dolores de cabeza y niebla: me sentí notablemente bien, casi drogado. Los dolores habían desaparecido, mi mente estaba viva, el sol había salido. Escribí en un artículo de opinión anterior: "Y hoy la enfermedad ha desaparecido".

Extrañaba mi dinámica comunidad de yoga. Qué mejor manera de comenzar mi recuperación que uniéndome a una clase en línea. El domingo fue una sesión HIIT. Pesas, colchoneta, toalla y iPad con Blu Tack. Fantástico. Primer entrenamiento por seis largas semanas. También aprendí un nuevo ejercicio, un burpee combinado con un perro boca abajo: pensé, pronto volveré a mis rutinas de entrenamiento diarias adecuadas. Podría ejercitarme fuera de este estado de letargo.

Estaba tan equivocado...

Después de doce horas, estaba completamente anonadado. Estaba más exhausto que nunca y no podía levantarme de la cama durante tres días. Los sudores volvieron. El tinnitus. La cabeza brumosa. Los dolores de cabeza: "Estoy harto de ustedes, médicos de alto rendimiento", me dijo un amigo y especialista en rehabilitación. "No esperes poder hacer lo que hiciste antes". Escuché. Después de estar confinado en la casa durante siete días, salí a dar mi primera caminata suave. Fue sin esfuerzo, y el sol brillaba. Lo extendí un poco más de lo que pretendía, un total de 2 millas. Qué error. Al día siguiente, la fatiga del Covid-19 volvió con fuerza y ??me quedé en cama durante dos días.

"Cuidado con la aparición", me dijo un amigo. He tenido fatiga post-viral en el pasado con dengue y eso solo me ralentizó, pero esto fue de alguna manera diferente. "Boom and bust": te sientes genial, haz un poco más de lo habitual y te derrumbas al día siguiente. Me sentí agraviado porque no había hecho mucho en absoluto. "No entiendes el ritmo", me dijo el asesor de la Asociación ME Charles Shepherd. Explicó que esta "exacerbación de los síntomas post-esfuerzo" es una buena señal para las personas con síndrome de fatiga crónica / EM. La diferencia es con Covid-19, la fatiga está ocurriendo al mismo tiempo que otras complicaciones peligrosas.

Miré los grupos de autoayuda de Facebook, muchos describían "recaídas". Al cuestionar, muchos tuvieron la "aparición". Pensaban que estaban mejor y habían aprovechado la oportunidad para limpiar la casa de arriba a abajo o salir en un largo paseo en bicicleta. Regresé a mi diario y el día 3, cuando me sentí vagamente mal, había hecho 20 minutos de yoga. No lo había disfrutado y al día siguiente estaba en el suelo como nunca antes me había sentido. Entonces, tal vez esta actividad indujo fatiga desde el comienzo de la enfermedad, y Covid-19 simplemente nos lleva rápidamente a un estado de salud que los enfermos de Síndrome de Fatiga Crónica / Encefalopapatía Miálgica reconocen.