Lo que necesita saber
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Introducción
La visión borrosa es un término amplio que los pacientes pueden usar para describir una multitud de molestias oftálmicas y, por lo tanto, requiere un cuidadoso interrogatorio para guiar la evaluación. La visión borrosa es una pérdida de claridad o agudeza visual.
Es importante diferenciar la visión borrosa debido a un error de refracción (la razón más común a nivel mundial 1) de otros síntomas que pueden describirse incorrectamente como visión borrosa, como escotomas (defectos del campo visual), diplopía (visión doble), miodesopsia (moscas volantes), fotopsia (destellos) y metamorfopsia (distorsiones visuales).
Este artículo proporciona algunos consejos para confeccionar una historia clínica y realizar una examinación efectivas con el fin de guiar una investigación apropiada según el caso y la posterior derivación al especialista.
¿Cómo debo evaluar al paciente?
Diagnósticamente, se puede lograr mucho con un historial cuidadoso y un examen básico en atención primaria. Los elementos clave de una historia son el patrón de visión borrosa, los síntomas asociados y la historia médica y oftalmológica.
Preguntar acerca de 2, 3 • Patrón de visión borrosa |
Por lo general, la visión borrosa de inicio repentino que es dolorosa y unilateral aumenta la preocupación por una emergencia oftálmica y garantiza una derivación oftalmológica inmediata.
Por el contrario, la visión borrosa de inicio gradual, bilateral e indolora se relaciona más a menudo con afecciones como error de refracción o cataratas y puede derivarse con menos urgencia.
Las miodesopsias estables pueden sugerir un desprendimiento vítreo posterior, mientras que una lluvia de miodesopsias nuevas, luces intermitentes persistentes con efectos asociados de "cortina visual" (como la sensación de una cortina negra que baja por el campo de visión en un ojo) puede indicar desprendimiento de retina.
Tenga en cuenta que la edad también es una consideración diagnóstica importante. Por ejemplo, la pérdida de visión dolorosa unilateral repentina en un paciente de 80 años requiere la exclusión de la arteritis de células gigantes, mientras que una presentación similar en un paciente de 30 años puede apuntar a la presentación oftálmica de esclerosis múltiple.
Examen dirigido
La información recopilada de una historia focalizada apuntará hacia un diagnóstico probable (ver cuadro). Un examen físico enfocado es el siguiente paso esencial para identificar aún más las señales de alerta y determinar qué pacientes deben derivarse para una evaluación oftalmológica y con qué urgencia.
Cuando sea posible, el examen debe incluir apariencia externa, agudeza visual, campos visuales, movimientos oculares, reacciones pupilares, tinción con fluoresceína y oftalmoscopia directa.
Posibles causas de visión borrosa 4-7 Inicio unilateral, doloroso y repentino Inicio unilateral, indoloro, repentino Inicio bilateral, indoloro y rápido Inicio unilateral o bilateral, indoloro, gradual |
> Apariencia externa
El aspecto externo del párpado puede sugerir una celulitis periorbitaria. Las características de la afectación orbitaria incluyen proptosis, restricción en el movimiento ocular y características de disfunción del nervio óptico, como un defecto pupilar aferente relativo (RAPD) o visión reducida del color, cualquiera de los cuales justifica la derivación o admisión urgente al hospital.
La inyección conjuntival circunferencial o el rubor ciliar pueden sugerir uveítis, mientras que el enrojecimiento difuso generalizado es más probable que sugiera conjuntivitis. La inyección sectorial puede apuntar hacia la epiescleritis, pero si el globo está sensible, entonces se debe considerar la escleritis, más peligrosa para la vista.
> Agudeza visual
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