Entre la ilegalidad y la legitimidad | 01 ENE 20

Sci-Hub: eliminando barreras al acceso a la información científica

Hace unos ocho años los profesionales de la salud e investigadores comenzamos a pasar de boca en boca la noticia de un “sitio web ruso” que permitía el acceso irrestricto a un número considerable de revistas científicas sin suscripción ni entrega de datos personales.
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Introducción

Hace unos ocho años los profesionales de la salud e investigadores comenzamos a pasar de boca en boca la noticia de un “sitio web ruso” que permitía el acceso irrestricto a un número considerable de revistas científicas sin suscripción ni entrega de datos personales.

Si bien el sitio cambiaba de dominio, el acceso seguía operativo. El portal web en cuestión se lo conoce como Sci-Hub, un repositorio de más de 70 millones de artículos académicos, fundado en septiembre de 2011 por Alexandra Asanovna Elbakyan1.

¿Quién es Alexandra Elbakyan y cómo comenzó el proyecto?

La historia personal de Elbakyan es como muchas otras: cuando era estudiante, necesitaba consultar artículos científicos, pero no tenía acceso fluido a ellos ni tampoco el dinero para descargarlos. A sus 22 años, Elbakyan se graduó en Ciencias de la Computación en la Universidad Técnica Nacional Kazaja en Almaty, Kazajistán, su tierra natal, y se especializó en seguridad informática.

En esos tiempos, el acceso al sitio web de LiveJournal (un sistema de blog donde cualquiera puede escribir sus artículos) fue bloqueado por su gobierno. Para acceder, tuvo que usar sitios anonimizadores (anonymizer, sitios webs en los que se introduce la página que se quiere consultar y se abre un marco aparte en el navegador donde se muestra y accede a la web en cuestión)1.

Desde 2009, Elbakyan tenía la idea de desarrollar un software para facilitar el acceso a la investigación, pero fue luego del bloqueo de LiveJournal que se le ocurrió una iniciativa: “…necesitamos lo mismo para los artículos de investigación.

Me tomó dos o tres días escribir el código y cargarlo para el hospedaje web PHP gratuito. Y así, Sci-Hub se puso en marcha y comenzó a procesar las solicitudes de los usuarios (casi de inmediato se hizo muy popular)”1.

De esta manera, Alexandra Elbakyan, cuando tenía 23 años de edad, fundó Sci-Hub, según ella, “como reacción al alto costo de los artículos académicos, con el objetivo de aumentar la difusión del conocimiento científico y, por ende, permitir a más personas el acceso a contenidos científicos”.

¿Quién utiliza Sci-Hub?

Cada día visitan Sci-Hub un promedio de 30 000 usuarios, generalmente investigadores. Diariamente se suben nuevos artículos, mediante un servidor proxy del dominio edu. Antes de que se bloqueara el dominio original del proyecto, el sitio .org tenía un promedio de 80000 visitantes por día2.

Es de conocimiento general que la mayoría de las universidades grandes tienen licencias para permitir que el personal y los estudiantes accedan libremente a publicaciones académicas, pero otras lo tienen vedado por el alto costo de suscripción o de descarga mediante PDF (Portable Document Format, formato de documento portátil). Por ello, los sitios con acceso sin costo son particularmente populares en países en desarrollo; de hecho esos países suelen ser acusados de “piratear” millones de artículos científicos.

En 2015, el ranking de los países con más entradas en Sci-Hub fueron Irán, China, India, Rusia, EE.UU., Brasil, Egipto, Túnez e Indonesia. EE.UU. ocupó el quinto lugar y el área que más solicitó artículos fue San Francisco, Bay Areas, Silicon Valley3. Universidades como Cornell y Harvard anunciaron que no podían permitirse seguir asumiendo los costos de las publicaciones de las diferentes editoriales científicas (3.5 millones de dólares al año le estaba costando a Harvard)3. En 2016 John Bohannon fue categórico: ¿quién baja artículos “pirateados”? Todo el mundo. En países ricos y pobres, los investigadores recurren al sitio web de Sci-Hub4.

> Posición de editoriales científicas

La editorial Elsevier presentó en 2015 una querella en Nueva York, en la que alega la comisión de infracciones de derechos de autor por parte de Sci-Hub 2,5. Con un ingreso neto de más de mil millones USD, Elsevier es una de las editoriales académicas más grandes del mundo. A través de su portal ScienceDirect, la compañía ofrece acceso a millones de artículos científicos distribuidos en más de 2200 revistas5. La editorial tenía la esperanza de cerrar el motor de búsqueda Sci-Hub.org y el proyecto de Library Genesis (acceso gratuito a libros).

El juez dijo: “simplemente hacer el contenido con copyright disponible gratuitamente mediante un sitio web extranjero, va en contra del interés público”. Alexandra Elbakyan respondió: “Si Elsevier logra cerrar nuestros proyectos o forzarlos a ir a la darknet (parte de la deep; web underground, principalmente asociadas con la actividades ilegales), eso demostrará una idea importante: que el público no tiene derecho al conocimiento”.

El presidente de la Association of American Publishers, en referencia a los sitios web como Library Genesis declaró que: “Como resultado, su repositorio de contenido obtenido ilegalmente representa una amenaza tanto para la publicación de revistas de calidad como para la salud y seguridad públicas”. Además, Elsevier está solicitando una compensación por sus pérdidas, que podrían ascender a millones de dólares5.

Debido a la querella de Elsevier, en noviembre de 2015, el nombre de dominio original del proyecto, sci-hub.org, orden judicial mediante, se suspendió; pero el proyecto resurgió ese mismo mes con un dominio .io.

Posteriormente, tanto el dominio .io como otros dominios del proyecto fueron suspendidos, pero el sitio mostró resiliencia al mantenerse disponible a través de nuevas direcciones 2,3. Es de interés mencionar el último párrafo de la carta de Alexandra Elbakyan a la corte de New York: “También me gustaría mencionar que nunca recibimos ninguna queja de autores o investigadores, solo Elsevier se queja de la distribución gratuita de conocimientos en el sitio web sci-hub.org”6.

> ¿Qué hay detrás de los sitios con acceso abierto (open access)?

Los denominados open access hacen referencia a sitios de acceso sin restricciones de material digital compuesto principalmente por artículos de investigación científica de revistas especializadas y arbitradas mediante el sistema de revisión por pares (peer review). Fueron concebidos para hacer que la literatura científica se encuentre disponible en línea (online), para eliminar las barreras económicas y la mayoría de las barreras de permisos de reutilización.

Una revista Open Access puede o no cobrar una cuota de publicación; la publicación de acceso abierto no significa necesariamente que el autor tenga que pagar. Muchas universidades, instituciones de investigación y financiadores exigen que sus investigadores publiquen sus artículos de investigación en revistas con acceso abierto. Pero la explosión de las publicaciones de acceso abierto ha permitido el surgimiento de editores dignos de confianza y de operadores cuestionables.

Cualquier persona en una tarde libre y un poco de conocimientos informáticos puede lanzar un impresionante sitio web de una revista científica y distribuir invitaciones por correo electrónico a científicos para que se unan a los consejos editoriales o envíen artículos por una tarifa. Estos sitios están emparentados con las falsas revistas de acceso abierto (fake open journals), también conocidas como revistas depredadoras (predatory journals).

Existen diversas pautas para identificar estos sitios. Baste mencionar acá que debe usarse el sentido común como lo haría al comprar online: si algo parece sospechoso, proceda con precaución. Muchos pequeños editores en open access reciben subvenciones de universidades y/o sociedades científicas en la forma de alojamiento en servidores web, espacio físico y recursos humanos, ofreciendo de este modo tarifas de publicación más bajas que BioMed Central o PLoS, empresas independientes que operan con ganancias7.

Algunos editores de acceso abierto a menudo cobran tarifas a los autores y cuando son convocados a formar parte de sus consejos editoriales y a oficiar como revisores de pares, no reciben honorario alguno. En ciertas revistas los autores pueden decidir si su artículo entraría en la categoría Open Access pagando una diferencia por sobre el derecho de publicación mismo.

La práctica, a mi juicio saludable, de recibir honorarios éticos por diversos tipos de arbitrajes (evaluación de tesis, proyectos de investigación), conferencias, es cada vez más usual y responde al principio tradicional según el cual se da un estipendio al profesional que hace su trabajo.

Los datos obtenidos por la consultora Outsell, en California, EE.UU., sugieren que la industria editorial de los Open Access generó 9.4 mil millones USD en 2011 y publicó cerca de 1.8 millones de artículos, de lo que deriva un promedio de 5000 USD por artículo. Según las estimaciones de los analistas, los márgenes de beneficios van entre 40 y 50%, obteniéndose un promedio de 3500-4000 USD por artículo.

Los mayores editores de publicaciones periódicas en Open Access (PLoS y BioMed Central) cobran entre 1350 a 2250 USD, pero en las revistas más renombradas esta cifra puede superar holgadamente los 3000 USD7. Estos montos suelen ser inaccesibles para la amplia mayoría de los países no desarrollados y constituye de por sí una barrera para la libre difusión del conocimiento.

 

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