Dermatosis | 30 SEP 13

Estudio Prospectivo de Eritema Tóxico Neonatorum: Epidemiología y factores predisponentes.

El eritema tóxico neonatal (ETN) es una erupción benigna transitoria que afecta a casi el 50% de los recién nacidos a término. El momento de inicio es entre el segundo y cuarto día de vida en la mayoría de los neonatos.
Autor/a: Benigno Monteagudo, Javier Labandeira, Miguel Cabanillas, Antonio Acevedo, y Jaime Toribio. 

El eritema tóxido neonatal (ETN) es una erupción benigna transitoria que afecta a casi el 50% de los recién nacidos a término.  El momento de inicio es entre el segundo y cuarto día de vida en la mayoría de los neonatos, involucionando espontáneamente en una semana sin lesiones residuales.

Las características clínicas son pápulas o pústulas con una base eritematosa irregular (“como picadura de pulga), involucrando cualquier parte del cuerpo menos palmas y plantas.  La erupción es generalmente asintomática, sin manifestaciones sistémicas.  Puede presentar esosinofilia en casi el 7% al 15% de los casos.

El diagnóstico de ésta condición generalmente se basa en las características clínicas, algunas veces se realiza la tinción de Wright, que muestra principalmente eosinófilos.  Se debe informar a los padres sobre la naturaleza benigna de la enfermedad para evitar tratamientos innecesarios.  Los casos atípicos deben diferenciarse de otras erupciones vesicopustulosas de los recién nacidos: enfermedades infecciosas como herpes simple, impétigo ampollar, varicela o candidiasis y enfermedades no infecciosas como la melanosis pustular transitoria, miliaria rubra, acropustulosis infantil, foliculitis pustular eosinofílica, e incontiencia pigmenti.

Aunque el ETN es una dermatosis común, pocos estudios han investigado la frecuencia real y los factores predominantes de ésta condición.  El objetivo de éste trabajo fue determinar las características clínicas y prevalencia de ETN y estudiar el efecto de los parámetros maternos y neonatales, día de evaluación, y tipo de parto en la frecuencia de de ésta enfermedad.

Se realizó un estudio prospectivo entre Mayo del 2008 y Noviembre del 2009, evaluando a 1,000 neonatos.  En cada recién nacido se evaluaba el día de vida cuando se realiza el exámen dermatológico, tipo de parto (vaginal o cesárea), información neonatal (edad gestacional, estación al nacer, sexo, origen racial, peso, presencia o ausencia de ETN y sitios del cuerpo involucrados), información materna (edad y número de embarazos previos).
El diagnóstico de ETN se realiza acorde a las características clínicas.  Las variables cuantitativas se categorizaban en grupos.  Las variables cualitativas se medían en porcentajes y se analizaban con el test chi-cuadrado.

La prevalencia de ETN fue del 16.7% (167 en 1,000 neonatos).  En el 34.7% de los recién nacidos estaba involucrada más de un área anatómica.  El tronco fue el sector mayormente involucrado (83.2%), seguido de muslos (28.1%) y glúteos (22.1%).  Sólo el 16.1% de los neonatos presentó ETN en cabeza y cuello y el 12.5% en brazos.  La tabla 1 muestra la influencia de los parámetros neonatales en la frecuencia de ETN y la tabla 2 muestra el efecto de las variables maternas, tipo de parto, estación al nacer, y día de la evaluación médica.  Se encontró una mayor prevalencia de ETN en infantes caucásicos y en aquellos con mayor edad gestacional y mayor peso al nacer.  El ETN fue más probable que ocurriera en neonatos nacidos de parto vaginal y en aquellos examinados al segundo día de vida.  Se relacionó a la edad materna menor de 30 años y sin embarazos previos con una frecuencia más alta de ETN.

 
TABLA 1. Influencia de los parámetros neonatales en la frecuencia del Eritema tóxico neonatal.


TABLA 2. Influencia de los parámetros maternos, tipo de parto y día de vida al exámen médico.

Otros parámetros como sexo y estación al nacer no afectaron la prevalencia.
Se han propuesto diferentes teorías en la patogénesis para explicar el desarrollo de ETN, incluyendo la absorción sistémica de enterotoxinas en el periodo recién nacido; respuesta alérgica a alergenos ambientales o transplacentarios como medicaciones tomadas durante el embarazo, leche o fluído vaginal; respuesta a estímulos térmicos, químicos o mecánicos; y enfermedad de injerto vs huésped desencadenada por la transferencia de linfocitos materno fetales antes o durante el parto.  Marchini y col propusieron una hipótesis que actualmente es bastante aceptada.  Usando análisis inmunohistoquímico, fueron capaces de identificar diferentes moléculas proinflamatorias que juegan un rol importante en la patogénesis del ETN, incluyendo interleuquina (IL)-1; IL-8, aquaporinas 1 y 3; psoriasina y sintetasas de óxido nítrico 1, 2 y 3.

 

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