Por Kerry Grens
NUEVA YORK (Reuters Health) - Señalar los errores médicos a través de un sistema que no impone penas y respeta el anonimato genera más denuncias que el método tradicional, según una evaluación realizada en Estados Unidos.
Tras su implementación en un hospital pediátrico de Carolina del Norte, la cantidad de errores informados creció de cinco a 86 por año.
"Recibir denuncias no significa que nuestro trabajo no es seguro, sino que nos estamos ocupando de los problemas para mejorar la atención", dijo el doctor Daniel Neuspiel, autor principal del estudio y director de pediatría ambulatoria del Hospital de Niños de Levine, en Charlotte.
Desde 1999, cuando el Instituto de Medicina informó que cada año mueren 100.000 estadounidenses por errores médicos, los centros de salud estadounidenses reforzaron las estrategias para identificarlos y mejorar la seguridad del paciente.
El equipo de Neuspiel entrenó a "un grupo campeón en seguridad pediátrica" para implementar un nuevo sistema de denuncia en una clínica de Charlotte. Los integrantes del grupo representaban a todas las áreas del hospital, desde médicos hasta enfermeros y personal administrativo.
El grupo entrenó a los empleados en el uso del nuevo sistema; hizo hincapié en que las denuncias serían anónimas y que no darían lugar a castigos, a diferencia del sistema tradicional.
El equipo de seguridad revisó mensualmente los errores denunciados por el personal y desarrolló estrategias para resolver los problemas de raíz.
El último año de aplicación del sistema tradicional se habían registrado cinco denuncias, comparado con 216 denuncias de médicos y enfermeros tras 2,5 años del nuevo sistema. Eso incluyó 68 casos de ingreso de información incorrecta en las historias clínicas; 27 casos de demora o rechazo de análisis de laboratorio; 24 errores de medicación y 21 casos relacionados con el mal uso de vacunas.
El grupo resolvió tres cuartos de los errores con modificaciones en la práctica médica, como la eliminación de distracciones o tareas secundarias cuando las enfermeras preparaban las vacunas para los niños.
Neuspiel comentó que el personal notificó a los padres sobre los errores que podrían haber dañado a sus hijos, como la administración de una dosis inadecuada de un medicamento.
"Este tipo de errores ocurren en todas partes, por lo que espero que más centros consideren realizar cambios", finalizó.
FUENTE: Pediatrics, 21 de noviembre del 2011