Estudio en choferes | 11 OCT 11

Al volante, el sueño afecta como el alcohol

Algunos consideran que los accidentes viales son una epidemia.

Por Nora Bär

Por los miles de víctimas anuales que se cobran, algunos consideran que los accidentes viales son una epidemia. Otros, una suerte de "guerra de las carreteras".

Entre sus causas se mencionan la imprudencia y el alcohol, "pero generalmente se olvida la somnolencia", advierte el doctor Daniel Pérez-Chada, jefe del Servicio de Neumonología del Hospital Universitario Austral, de Pilar.

Pérez-Chada es uno de los autores de un estudio realizado entre choferes de transporte urbano de pasajeros que muestra una sintomática deuda de sueño en los conductores: entre 1023 sujetos encuestados, el 55% tenía una alta probabilidad de padecer apnea del sueño (pausas en la respiración que dañan la calidad del descanso); el 49% presentaba excesiva somnolencia diurna, y el 64%, mala calidad del sueño. El 45% también padecía sobrepeso; el 35%, obesidad, y el 28% estaba siguiendo un tratamiento médico.

El trabajo, publicado en el Journal of Occupational and Environmental Medicine, se presenta hoy en el 39° Congreso Argentino de Medicina Respiratoria, durante el simposio "Sueño, políticas públicas y seguridad vial", que presidirá el propio Pérez-Chada, y en el que participarán como panelistas Daniel Cardinali, director del Departamento de Docencia e Investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica Argentina, Ezequiel Consiglio, del Instituto de Estudios Estratégicos y Estadísticas de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, y Pablo Díaz Rojas, director de Estadística de la Administración Nacional de Seguridad Vial.

"Si uno analiza el tiempo de reacción al volante en función de las horas de vigilia, verá que la capacidad de alguien que está despierto más de 14 horas disminuye en la misma medida que la del que tomó la máxima cantidad de alcohol permitida por la ley (0,5 gramos por litro de sangre para conductores particulares; para transportistas, 0) -afirma Pérez-Chada, uno de los autores del trabajo-. Es decir que si se analiza el problema de los accidentes de tránsito solamente desde el punto de vista de la alcoholemia, se está dejando de lado una gran cantidad de gente somnolienta por múltiples causas."

"Si uno está mal dormido, puede tener un valor normal de alcoholemia y sin embargo carecer de la velocidad de reacción necesaria para manejar un colectivo o un camión de 12 toneladas -coincide Cardinali, también autor del trabajo e investigador del Conicet-. Sin embargo, la palabra «sueño» no está presente cuando se discuten estos temas. Es como si la sociedad considerara que es normal dormir una insuficiente cantidad de horas."

Peor en el turno mañana

Entre los hallazgos del estudio, figura uno particularmente sugestivo: los choferes del turno mañana dormían una hora menos que los del turno tarde. "Contrariamente a lo que se piensa, esa privación crónica de sueño puede introducir importantes distorsiones", explica Pérez-Chada.

Muchas investigaciones revelan el rol protagónico que cumple la falta de sueño en los accidentes de tránsito. Se sabe, por ejemplo, que el momento en que se registra la mayor cantidad de siniestros se ubica entre la medianoche y las seis de la mañana.

"Cuando es menor la densidad de vehículos, mayor es la incidencia de colisiones -subraya Pérez-Chada-. El hecho de que haya más autos aumenta la exposición, pero la necesidad de dormir en la noche es un hecho fisiológico del que no podemos escapar."

 

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