Mácula | 18 OCT 10

Tratamiento farmacológico de la degeneración macular asociada con la edad atrófica

Comparar los resultados de distintos tratamientos, drogas en investigación y ensayos clínicos que tratan la atrofia geográfica en la degeneración macular asociada con la edad
Autor/a: Dres. Nathan L. Mata & Roger Vogel Curr Opin Ophthalmol 21:190–196

La degeneración macular asociada con la edad (DMAE) es causa de ceguera y discapacidad visual en adultos mayores de 60 años, en todo el mundo desarrollado. La prevalencia y gravedad de la DMAE aumenta con la edad. En el año 2004 el Grupo de investigación de la prevalencia de enfermedades oculares (Eye Diseases Prevalence Research Group) estimó que la DMAE afecta de de 1.75 millones en los Estados Unidos y se espera que esta cifra alcance 3 millones en los próximos 10 años.

La DMAE puede clasificarse en exudativa (neovascular) o seca (atrófica). La exudativa se caracteriza por la neovascularización coroidal (NVC): formación de nuevos vasos frágiles debajo de la retina que exudan plasma y a veces sangran, formando tejido cicatrizal, que puede comprometer grave e irreversiblemente la agudeza visual. Aunque constituye solo 10-15% de los casos, la DMAE exudativa es responsable del 80% de los casos de ceguera por DMAE.

La DMAE seca, por el contrario, no presenta vasos exudativos por NVC, la pérdida de visión se produce gradualmente a lo largo de los años. Su forma más grave es la atrofia geográfica, una degeneración del epitelio pigmentario retiniano (EPR) que causa aproximadamente 21% de los casos de ceguera en Norteamérica. La degeneración del EPR provoca la muerte de células fotorreceptoras causando pérdida irreversible de visión. No hay tratamientos aprobados para la atrofia geográfica.

Uno de los primeros signos de DMAE es la formación de depósitos subretinianos llamados drusas, estas contienen gran cantidad de material intracelular y extracelular como varias proteínas y complejos del sistema inmune, lo que indicaría que la DMAE seca, como la ateroesclerosis y otras patologías seniles tiene un importante componente inflamatorio. Sin embargo, aunque las drusas grandes y blandas parecieran predisponer a la DAME, su ablación con láser no reduce el riesgo de desarrollar NVC, atrofia geográfica o pérdida de agudeza visual. Por lo tanto, no queda claro si las drusas provocan la DMAE o son síntomas de un proceso subyacente.

En la última década, al descubrirse tratamientos para retardar la progresión de la DMAE exudativa, el desarrollo de nuevas drogas pasó a concentrarse en la DMAE seca y la atrofia geográfica. A pesar de que todavía sigue evolucionando el conocimiento de la patofisiología de la atrofia geográfica, se están desarrollando gran cantidad de agentes para tratar la atrofia geográfica basados en supuestas causas. Estas pueden dividirse en cinco categorías: intervención anti-inflamatoria, inhibición del complemento, suplementación de factor trófico, alivio del estrés oxidativo y reducción de las toxinas retinianas.

Intervención antiinflamatoria: Aunque no sea ha dilucidado cual es primaria y cual secundaria, la presencia de elementos inflamatorios en relación con las drusas y las atrofia geográfica ha conducido a la evaluación de drogas anti-inflamatorias contra la DMAE seca y atrofia geográfica.

Dos ensayos clínicos fase I de pacientes con edema macular diabético y DMAE exudativa tratados con sirolimus (rapamycina) mostraron mejora en la agudeza visual que pareciera estar asociada con la disminución del grosor foveal. Aunque es poco probable que la reducción de VEGF sirva a los pacientes con atrofia geográfica, el efecto antiinflamatorio del sirolimus puede servir para disminuir la activación de la cascada de complemento y la formación de drusas.

Inhibición del complemento: Observaciones histológicas y clínicas indican que la desregulación del sistema de complemento puede intervenir en la conversión de DMAE seca a exudativa. A pesar de que un estudio reciente indica lo contrario, existen importantes pruebas epidemiológicas que señalan que la cascada de complemento participa en la patogénesis de la DMAE, existiendo por lo tanto la posibilidad de que los inhibidores del complemento puedan “neutralizar” la respuesta inflamatoria en la DMAE incipiente. El tridecapeptido cíclico POT-4 fue diseñado para suprimir el sistema de activación del complemento y existe una fórmula de gel intravítreo que permite la liberación lenta y sostenida de la droga.

ARC-1905 es un potente inhibidor selectivo del factor C5, que podría proporcionar beneficios terapéuticos sin alterar las funciones inmunoprotec -toras del sistema de complemento. Lo mismo ocurre con eculizumab, droga que, como las demás, está siendo investigada, específicamente en un estudio fase II para evaluar su seguridad y eficacia en pacientes con DMAE seca y atrofia geográfica.

 

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