Seminario Clínico 1° Cátedra de Medicina UNR | 01 MAR 10

Cuál es su diagnóstico:¡La resolución del caso XIII!

Una paciente de 79 años comienza 10 días previos al ingreso con tos y expectoración mucosa, sensación febril y disnea a moderados esfuerzos. Durante su internación presenta hipoxemia e insuficiencia renal. Compartimos el diagnóstico final.
INDICE:  1. Discusión y resolución | 2. Presentación del caso
Discusión y resolución

Discusion del caso clínico:
Dr. Pablo Campi (Ex residente de Clínica Médica, Hospital Provincial del Centenario)

El caso a discutir es el de una paciente de 79 años, con diagnóstico de enfermedad de Chagas de más de 20 años, con insuficiencia cardíaca congestiva y secuelar de accidentes cerebrovasculares, que ingresa por síntomas respiratorios inespecíficos, hipoxemia severa y un infiltrado radiológico en la base del hemitórax izquierdo. Había recibido tratamiento antibiótico previo al ingreso, sin signos de mejoría; en nuestra institución se le administra ampicilina/sulbactam más claritromicina por 9 días, sin mejoría clínica ni de la gasometría. Agrega luego nuevas imágenes en el campo superior derecho, de rápida evolución, encontrándose en el lavado bronquiolo-alveolar (BAL) Staphylococcus aureus meticilino-resistente (SAMR) y Klebsiella pneumoniae. Es de relevancia para el resto de la discusión tener en cuenta que la paciente presentó durante toda la internación linfopenia, hipoxemia severa con normocapnia respirando una FiO2 de 21%, e hipercapnia con oxígeno suplementario y también mostraba una VES > 100 mm/1ra hora.

Del análisis preliminar del caso surgen dos interrogantes iniciales:
- ¿Qué enfermedad motiva la internación de la paciente?
- ¿Qué enfermedad la lleva a la muerte?
 
Dado que me parece más claro este segundo punto voy a tratar de explicarlo en primer lugar: al séptimo día de internación la paciente agrega imágenes areolares y de ocupación alveolar en campo superior pulmonar derecho, fiebre, aumento de la expectoración que adquiere características purulentas y deterioro progresivo del estado general y de la función respiratoria. En dicho momento presenta en el BAL dos gérmenes típicamente asociados con infecciones nosocomiales, principalmente en el caso del SAMR. Todo esto me lleva a pensar que la paciente agrega durante la internación una neumonía necrotizante intrahospitalaria, que es la causa final de muerte.
 
Paso entonces a analizar la primera pregunta planteada: ¿qué enfermedad motiva la internación de la paciente? En este caso se trató de un cuadro compatible clínica y radiológicamente con una neumonía aguda de la comunidad, que no respondió de manera esperada a una terapéutica antibiótica que parecería a primeras luces adecuada. Si bien no se pudo descartar absolutamente que la imagen radiológica en la base izquierda reflejara un proceso secuelar, por no contar con estudios por imágenes previos, el cuadro clínico fue el de una enfermedad aguda o subaguda, con niveles de hipoxemia que no hubieran podido ser tolerados de manera crónica.

Esto me lleva a introducirme en un tema amplio y bastante frecuente en la práctica diaria que son las neumonías de lenta resolución. Las mismas se definen, en la mayoría de los trabajos, por la persistencia de síntomas, hallazgos de laboratorio o anormalidades radiográficas, a pesar del tratamiento, más allá de lo esperado de acuerdo a la edad, factores predisponentes, severidad de la neumonía o agentes causales más probables. Los cuadros infecciosos que así se comportan se deben habitualmente a:

• Evolución natural de determinados agentes patógenos;

• Presencia de patógenos resistentes;

• Microorganismos no habituales y por lo tanto, no tratados empíricamente;

• Factores dependientes del huésped;

• Complicaciones que generan secuestro infeccioso: empiema y absceso.

También entran en este capítulo varias enfermedades de etiología no infecciosa, cuya presentación puede ser confundida con una neumonía:

• Tumores, ya sea por obstrucción endobronquial o por el proceso infiltrativo parenquimatoso;

• Enfermedades inmunológicas: vasculitis, pricipalmente la granulomatosis de Wegener y las que se manifiestan con hemorragia alveolar difusa;

• Enfermedades intersticiales inflamatorias: incluyendo la bronquiolitis obliterante con neumonía organizada (BOOP); la neumonitis intersticial aguda (síndrome de Hamman-Rich); y la neumonitis intersticial usual (que engloba la enfermedad conocida como fibrosis pulmonar idiopática);

• las embolias pulmonares que generan infarto de pulmón;

• Otras enfermedades más raras que incluyen entre las más renombradas las neumonías eosinofílicas (aguda y crónica) y la sarcoidosis, entre otras.
 
A continuación trataré de explicar de qué manera alguna de estas enfermedades podría haber sido la causa del cuadro de ingreso de la paciente.


NEUMONÍAS DE LENTA RESOLUCIÓN:

Dentro de las causas bacterianas habituales de neumonía que pueden tener lenta resolución, el agente causal más frecuentemente responsable es el Streptococcus pneumoniae:

Neumonía neumocócica: en este caso la fiebre generalmente disminuye hacia las 48 a 72 hs de iniciado el tratamiento, pero hasta un 6% de los pacientes presentan registros febriles hasta el día 20. Son factores de riesgo para una resolución más lenta las presentaciones más severas (la paciente pertenecía a la clase V del score de severidad de la neumonía desarrollado por Fine y col.) y la enfermedad multilobar, la bacteriemia, la persistencia de la fiebre o la leucocitosis más allá del 6to día, la edad avanzada, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y el alcoholismo. La mejoría radiológica se presenta en 1 a 3 meses en casos sin bacteriemia y en 3 a 5 meses cuando ésta está presente. Si bien la paciente era de edad avanzada y presentaba una neumonía severa, no hubo rescate bacteriológico y no hubo evidencia de mejoría con el tratamiento antibiótico instaurado. De todas maneras, dado que se trata de la principal causa de neumonía de lenta resolución, me parece un diagnóstico que no se puede descartar totalmente con los métodos empleados.

Otros agentes bacterianos asociados a una resolución retrasada incluyen Micoplasma pneumoniae, Chlamydia pneumoniae y Haemophilus influenzae, si bien habitualmente responden más rápidamente que el neumococo.

Otra causa de lenta resolución es la presencia de un microorganismo no habitual:

Tuberculosis: si bien la descripción típica de la tuberculosis en pacientes sin infección por HIV habla del compromiso de campos medios y superiores, se ha observado especialmente en ancianos o diabéticos el compromiso de lóbulos inferiores. Si bien los cultivos para micobacterias fueron negativos, dada la alta prevalencia de esta enfermedad en nuestro país y tratándose de una paciente anciana, desnutrida y con menos de 1000 linfocitos/mm3, creo que es un diagnóstico que tampoco se puede descartar con las pruebas realizadas. Hubiera sido de mayor rédito la obtención de material de biopsia para confirmar o descartar el diagnóstico.

Nocardia y actinomyces: agentes bacterianos que muestran una evolución compatible con una neumonía fúngica, con infiltrados alveolares, homogéneos, no segmentarios y habitualmente cavitados, con tendencia a la fistulización en caso del Actinomyces. Son patógenos poco comunes y no hubo rescate de los mismos en los cultivos; además clínicamente presentan características distintas, lo que aleja este diagnóstico.

Aspergilosis: aunque los factores de riesgo tradicionales para el desarrollo de una aspergilosis invasiva son la neutropenia con tratamientos antibióticos prolongados y el SIDA, está aumentando la incidencia de este cuadro en ancianos con enfermedades pulmonares crónicas sometidos a tratamientos con corticoides. Si bien la paciente presenta menos de 1000 linfocitos/mm3, tanto los cultivos como la serología para este microorganismo fueron negativos, por lo que descarto este diagnóstico.

Paracoccidioidomicosis: esta enfermedad sistémica granulomatosa y supurativa suele presentarse con infiltrados en alas de mariposa, con adenopatías hiliares. Si bien provenía del área endémica, la paciente no presentaba estas características clínicas y tuvo serología y cultivos negativos, lo que hace a esta enfermedad improbable.

Histoplasmosis: esta micosis sistémica entra en el diagnóstico diferencial de la tuberculosis y la sarcoidosis en su forma pulmonar crónica, pero en su presentación aguda puede confundirse con una neumonía de lenta resolución. No obstante, al igual que en los dos casos anteriores, tanto los cultivos como la serología fueron negativos.

Pneumocystis carinii: este hongo del grupo de los ascomicetos, ha cobrado auge con la epidemia de SIDA de los años `80. No obstante, se ha descripto en otras circunstancias, aunque hallando típicamente en la histología mayor número de neutrófilos y menor cantidad de gérmenes que en primer caso. De todas maneras, en la clínica se presenta en forma subaguda, con hipoxemia y LDH elevada, aunque a diferencia de la paciente, con infiltrados intersticiales bilaterales. Hay que remarcar que nuestra paciente presentaba menos de 1000 linfocitos/mm3 y que no se obtuvieron muestras para aislar este agente.

Este último punto nos lleva a discutir si factores del huésped favorecieron la resolución lenta del cuadro. Dentro de aquéllos hay que tener en cuenta:

SIDA: la paciente tenía una linfopenia no estudiada. Si bien la probabilidad pre-test de un resultado serológico positivo era baja, no existe una razón clínica para no solicitar este estudio tan simple y sensible.

Otras inmunodeficiencias: primarias o adquiridas.
 
Otra causa de lenta resolución de un cuadro neumónico se debe al secuestro del foco infeccioso que se podría deber a dos complicaciones: el empiema y el absceso de pulmón. Si bien radiológicamente no impresiona haber presentado dichas complicaciones, una TAC de tórax hubiera sido más concluyente para descartarlas.
 
Un comentario aparte merece en este caso un mecanismo patogénico de la infección pulmonar, que es la neumonía aspirativa, causada por la inhalación de secreciones orofaríngeas colonizadas por bacterias patógenas. Se presenta en pacientes con riesgo aumentado de aspiración orofaríngea, con aumento del inóculo bacteriano en las secreciones. Los factores de riesgo son la disfagia, más comúnmente de causa neurológica y las anomalías anatómicas del tracto aero-digestivo superior, así como el reflujo gastroesofágico y el mal cuidado de las piezas dentarias. Generalmente el episodio de aspiración no es presenciado. Si éste se produce estando el paciente en decúbito dorsal, los sitios más comúnmente comprometidos son los segmentos posteriores de los lóbulos superiores y los apicales de los inferiores; mientras que si la aspiración se produce de pie o semisentado, compromete más frecuentemente los segmentos basales de los lóbulos inferiores. La paciente tenía factores de riesgo para presentar una neumonía aspirativa, lo que podría explicar que hubieran estado involucrados ciertos gérmenes no tratados con los antibióticos suministrados.

CAUSAS NO INFECCIOSAS:

Neoplasias: los tumores pueden originar cuadros clínicos compatibles con neumonías de lenta resolución por dos mecanismos:

- Por compromiso endobronqueal, con neumonía post-obstructiva; este es el caso de los carcinomas broncogénicos, que se presentan de esta manera hasta en un 8% de los casos, principalmente cuando se trata de tumores más centrales en el árbol bronquial. Otro tumor endobronquial es el tumor carcinoide, que habitualmente se presenta en personas jóvenes, no fumadoras. La paciente presentó una broncofibroscopía sin evidencia de lesiones de la luz de los bronquios ni obstrucción de la misma, por lo que se descartan estos diagnósticos.

- Por un proceso infiltrativo parenquimatoso:
En este punto entran en consideración dos tipos de tumores pulmonares:

1- Carcinoma bronquioloalveolar: es una variedad de adenocarcinoma de pulmón que asienta en las paredes alveolares, de evolución muy lenta y no relacionado con el hábito tabáquico. Dada la escasez de sintomatología, muchas veces transcurren años entre las manifestaciones radiológicas y el diagnóstico. Este cuadro no fue descartado en la paciente, dado que no hubo citología del material obtenido por BAL, lo cual lo plantea como un diagnóstico altamente probable.

2- Linfoma de pulmón: si bien puede presentarse como un infiltrado alveolar focal con broncograma aéreo, sólo el 10% de las enfermedades de Hodgkin y el 4% de los linfomas no Hodgkin se manifiestan inicialmente en pulmón; en casos sistémicos estas frecuencias suben a 38% y 24% respectivamente. Las adenopatías mediastinales son muy comunes. Dado que no hay TAC de tórax ni material histológico de la paciente, se plantea como un diagnóstico probable, aunque no presenta las manifestaciones clínicas ni de laboratorio hematológico características de este tipo de tumores.
 
Otro grupo importante de patologías que comprometen al pulmón y pueden confundirse clínica y radiológicamente con una neumonía son las enfermedades inmunológicas, dentro de las cuales se prestan a la discusión en este caso:
 
Granulomatosis de Wegener: esta enfermedad granulomatosa, sistémica, rara vez compromete al pulmón sin manifestaciones en vías aéreas superiores y alteraciones del sedimento urinario y es más frecuente en varones alrededor de 40 años de edad. La paciente no tenía una historia previa de sinusitis o rinitis ni afectación renal. Además, frecuentemente esta enfermedad muestra compromiso multifocal, bilateral y con fluctuaciones espontáneas radiológicas. De todas maneras, a pesar de que no alcanza a cumplir los criterios diagnósticos de esta enfermedad, se hubiera podido descartar de manera más concluyente con un c-ANCA negativo.

 

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