Bioseguridad desde la facultad de medicina

Los estudiantes medicina no suelen informar las lesiones con agujas

Los pone en riesgo de adquirir hepatitis, VIH y otras enfermedades.

Fuente: Medlineplus

Por Megan Brooks

NUEVA YORK (Reuters Health) - Los estudiantes de medicina suelen pincharse con agujas, pero no lo informan a los servicios de salud del empleador, lo que los pone en riesgo de adquirir hepatitis, VIH y otras enfermedades de la sangre.

El problema, declaró el doctor Martin A. Makary, de la Johns Hopkins University, en Baltimore, es que los hospitales no están creando una "cultura de la comunicación".

"Si las personas no hablan de sus preocupaciones por la seguridad, estamos quizás ante un indicador de la falta de comunicación sobre las preocupaciones de seguridad de los pacientes", expresó Makary.

Dan Henderson, estudiante de tercer año de Medicina en Reston, Virginia, dijo a Reuters Health: "En la facultad, cuando uno comienza con la rotación de cirugía o medicina clínica, uno está en el fondo de la pirámide".

"Esa pirámide genera mucha presión para no hablar de problemas de seguridad, en especial de errores como los pinchazos con agujas", añadió Henderson.

El equipo de Makary encuestó a un grupo de residentes de cirugía en 17 hospitales de Estados Unidos sobre lesiones por pinchazos con agujas sufridas durante la facultad o la residencia.

El estudio, publicado en Academic Medicine, reveló que 582 de 699 encuestados (el 83 por ciento) habían sufrido un pinchazo en la residencia y que 415 (el 59 por ciento) lo habían padecido en la facultad, cuando el promedio fue de dos lesiones por alumno.

La mayoría de las lesiones con agujas en los estudiantes habían sido por error propio y en el quirófano o cuando el estudiante estaba apurado.

"Definitivamente, es un problema para los estudiantes de medicina; nunca me pinché con una aguja, aunque estuve cerca. Pero tengo varios amigos a los que les pasó", dijo Henderson.

En la encuesta, entre los 89 residentes con la lesión más reciente en la facultad, 42 (el 47 por ciento) no habían informado el problema a la persona adecuada. El motivo más citado fue la cantidad de tiempo necesario para llenar el formulario.

Informar un error "es un proceso complejo y emocional en el que algunos estudiantes no quieren pensar. Los estudiantes que no informan (un pinchazo) están apostando a que la aguja no era la una en 100 o una en 1.000 que disemina enfermedades", agregó Henderson.

Según Makary, "las escuelas de medicina no están haciendo lo suficiente como para proteger a sus alumnos y los hospitales tampoco para que la enseñanza sea segura".

"Como comunidad médica, estamos poniendo a nuestras personas más capaces en la primera línea de las situaciones de más riesgo. La mayoría de los estudiantes siguen aprendiendo a coser heridas en pacientes, lo que pone en riesgo a proveedores y pacientes", dijo Makary.

Al equipo le gustaría ver que los programas de las escuelas médicas "insistan en las técnicas seguras de quirófano y promuevan el uso de nuevas tecnologías de agujas seguras".

El entrenamiento con vídeos, simuladores y realidad virtual asistida por computadora mostraron efectividad para enseñar y mejorar las habilidades quirúrgicas y "se deberían incorporar al entrenamiento de los estudiantes de medicina".

"La cultura está cambiando, pero muy lentamente. Un buen primer paso sería contar con un sistema rápido de información y que no penalice a las personas ni las haga sentir que cometieron un error", añadió Henderson.

FUENTE: Academic Medicine, diciembre del 2009