El Consejo General de Colegios Farmacéuticos ha presentado esta mañana los resultados de la campaña sanitaria "Optimización del Tratamiento de los pacientes con EPOC", llevada a cabo entre los meses de junio y agosto de 2007, en la que participaron cerca de 2.700 farmacéuticos de todo el país.
Esta iniciativa, realizada por el Consejo General de Colegios Farmacéuticos ha revelado que cerca del 85% de los pacientes encuestados con EPOC presentaba algún error en la técnica de inhalación de su tratamiento farmacológico. El estudio también ha demostrado que tras una formación más profunda por parte del farmacéutico y un seguimiento adecuado, el porcentaje de pacientes que usaban erróneamente los dispositivos de inhalación disminuyó hasta el 32,29%.
El presidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, Pedro Capilla, ha señalado que "esta campaña sanitaria muestra una vez más la labor activa del farmacéutico en el desarrollo de la Atención Farmacéutica. Este estudio revela que la oficina de farmacia es el establecimiento sanitario adecuado para formar a los pacientes y promover una educación sanitaria que permita mejorar el uso de los tratamientos y prevenir los problemas relacionados con los mismos".
Errores más frecuentes en la inhalación
El error más común detectado entre la muestra del estudio ha sido que el paciente inspiraba de forma brusca y/o poco profunda. También se producían importantes tasas de error porque el paciente no sabía que tenía que aguantar la respiración tras al inhalación, o bien no podía hacerlo. En puntos como realizar una espiración profunda y completa antes de proceder a la inhalación, o ajustar firmemente los labios a la boquilla de inhalación también se producían porcentajes de error elevados. En la realización del estudio se pudo comprobar que cuando los pacientes fueron instruidos de forma más profunda por los farmacéuticos, se obtenían cifras de manejo correcto muy superiores, cercanas al 70%.
Otro problema detectado fue el incumplimiento terapéutico, ya que hasta el 50,5% de los pacientes se olvidaba de tomar al menos 1-2 dosis semanales de tratamiento, y un 3,2% presentaba cifras de incumplimiento aún mayores. Además, se producían suspensiones temporales del tratamiento en el 44% de los pacientes cuando mejoraban los síntomas y en el 16% cuando aparecían reacciones adversas. Alrededor del 13% de los pacientes suspendían sin más el tratamiento, sin avisar al médico, cuando los síntomas desaparecían o cuando presentaban reacciones adversas.
Estos datos revelan la importancia de concienciar a los pacientes de que la utilización de medicamentos para el tratamiento de la EPOC, y también del asma persistente, está destinado a la prevención de los síntomas, y que por lo tanto, no debe suspenderse nunca, a menos que exista una indicación médica expresa.