Días atrás terminó en Italia el II Congreso Mundial de Criopreservación del Ovocito Humano, donde los expertos enfatizaron que la técnica ya dejó de ser experimental. Incluso hubo quienes auguraron que en breve suplantará al congelamiento de embriones, técnica que despierta acalorados debates éticos. Claro que este método también genera polémica: si bien es aceptado casi sin reparos en el caso de las mujeres que quieren preservar la fertilidad ante un tratamiento de quimioterapia, no es tan bien visto en aquellas que desean postergar su maternidad por una cuestión “práctica”. Los pros y los contras.
Por Alex Puig
Llegados del frio. La criopreservación de los ovocitos es una esperanza para mujeres que deben someterse a quimioterapia.
Hasta hace muy poco, el congelamiento de óvulos era un procedimiento que escasos expertos dominaban en el mundo. Pero el primer niño nacido de un óvulo congelado acaba de cumplir 20 años. La técnica pasó todo tipo de pruebas y dio a luz a unos 700 bebés. Estos niños venidos del frío son tan saludables como los obtenidos mediante la técnica convencional de fertilización artificial en una probeta.
Básicamente, se trata de obtener los óvulos de una mujer estimulada hormonalmente para producir una cantidad extra de células reproductivas y congelar estos óvulos en nitrógeno líquido. Cuando la mujer quiera tener un hijo, se descongelará uno o más óvulos y se los fertilizará inyectándole a cada uno un espermatozoide (método ICSI).
Avances. La primera sorpresa que experimentaron los investigadores en fertilidad durante el 2º Congreso Mundial de Criopreservación del Ovocito Humano, que terminó días atrás en la bellísima ciudad de Bolonia, en Italia, es el impresionante avance obtenido en el congelamiento, ya no de embriones, sino de óvulos. La segunda fue el anuncio del nacimiento de mellizas, alumbradas por una mujer de 31 años que tuvo cáncer de ovario hace cinco años y que congeló sus óvulos antes de que le sacaran los ovarios. Es el primer caso en Italia –hubo otros pocos en el mundo– de lo que promete ser una verdadera revolución en oncología: la posibilidad de preservar la fertilidad de una niña o mujer afectada por un cáncer y que deberá pasar por una quimioterapia o radioterapia que la puede dejar infértil.
El establecimiento de bancos de óvulos para mujeres enfermas (de cáncer o de endometriosis) es uno de los más importantes avances en el campo de la reproducción asistida. Pero también lo es la posibilidad de guardar óvulos de mujeres sanas cuando son jóvenes, para utilizarlos más adelante o para donarlos a mujeres estériles.
La posibilidad de posponer la maternidad hasta conseguir marido, estabilidad económica o sentir el deseo de tener hijos sin estar pendientes del reloj biológico, genera controversias. Algunos creen que fomentará una necesidad inexistente junto con un gran negocio. Otros, que es una forma de igualar la capacidad reproductiva de ellas con la de los varones.“Estoy convencida de que el congelamiento de óvulos le va a dar más poder a la mujer para manejar los tiempos de su vida, lo que no significa posponer necesariamente la maternidad, sino ser madre cuando una quiera”, enfatizó Eleonora Porcu. Ya en Buenos Aires, Carlos Quintans, jefe de Laboratorio de Halitus Instituto Médico, aseguró que en Italia existe una cuestión política que hace que se esté fomentando tanto la técnica de criopreservación de óvulos. “Allí la ley, que es completamente irracional, no permite el congelamiento de embriones”, señaló. Y aclaró: “Si bien en otros países esto se ha convertido en un gran negocio, en nuestro Instituto no es algo muy común. Sí lo hacemos en casos extremos”, informó. En Halitus ya nacieron cuatro bebés a partir de óvulos congelados y unas 120 pacientes –en general, jóvenes que buscaron preservar su fertilidad ante el diagnóstico de cáncer– tienen sus gametas en el freezer.
Por su parte, Ester Polak de Fried, pionera en el país en el nacimiento de bebés a partir de óvulos congelados (logró el primero en 1997), reconoció que hay una mayor demanda de esta técnica por parte de mujeres que quieren dilatar su maternidad, pero enfatizó que “la eficacia del método cae con la edad”. Entonces, igual que al buscar un embarazo “natural”, recurrir a él a los 40 años puede ser tarde. Con todo, Polak aseguró que desde fines de 2006 y todo 2007 crecieron mucho las consultas que recibió de parte de chicas jóvenes con cáncer. “Es muy importante que los oncólogos y ginecólogos generales estén al tanto de esta posibilidad, que permite que mujeres de 30 o menos con cáncer puedan aspirar a la maternidad una vez que estén curadas”, insistió.
Impulso. En Bolonia los expertos ya no discutieron si es seguro obtener bebés de óvulos congelados. Hoy están abocados a mejorar las técnicas de enfriamiento rápido para conseguir embarazos en forma más eficiente.Una reciente tecnología, denominada “vitrificación” (o congelación rápida), es más eficaz en cuanto a la supervivencia de los óvulos enfriados y las probabilidades de llevar embarazos a buen término (ver gráfico).
“La técnica de congelación lenta puede resultar en daño celular debido a la producción de cristales de hielo dentro y fuera de las células. Y en los óvulos se probó que ésa es la mayor fuente de fractura y daño a su cubierta exterior (zona pellúcida) y su citoplasma”, explicó Fernanda de Raffo, bióloga y directora de Fertilab. Y agregó: “Nosotros usamos la vitrificación, dado que es el método que en la biografía general demostró mejores resultados”.
Un eufórico Thomas Thot, de la Universidad de Harvard y el Hospital General de Massachusetts, señaló en Bolonia que “muy pronto el congelamiento de óvulos será la mejor técnica de fertilidad, porque es mejor congelar células (óvulos) que embriones, ya que algunas personas tienen problemas morales ante el congelamiento de éstos”, dijo.
Polak no está tan de acuerdo. La argentina, directora del Instituto CER, que posee un banco de óvulos donde unas 150 mujeres guardaron los suyos, consideró que “es peligroso plantear que esta técnica va a suplantar al congelamiento de embriones. No puede ni debe hacerlo”, dijo. Y aclaró: “Hay situaciones concretas en las que es necesario congelar los embriones. Las necesidades y objetivos de la criopreservación de ovocitos son totalmente diferentes a la embrionaria”.
Entre debates y polémica, lo cierto es que tras 20 años en el freezer, el congelamiento de óvulos salió al ruedo para instalarse definitivamente.
Una técnica que evoluciona
La tasa de embarazo que se logra a partir de la utilización de óvulos criopreservados es variable, y depende fundamentalmente de la calidad y cantidad de óvulos congealdos. En general, la sobrevida es aproximadamente del 50% al 70%.
Un trabajo presentado en 2007 en el Congreso Mundial de la Sociedad Americana de Reproducción Asistida (ASRM) comparó la criopreservación ovocitaria según el método de congelamiento lento o rápido (vitrificación) y concluyó que el número de ovocitos necesarios para obtener un embarazo es de 45, en el caso del congelamiento lento; y 21 en el de la vitrificación.
Con todo, la técnica todavía no logró alcanzar las mismas tasas de éxito que se obtienen con el congelamiento de embriones. Pero se descuenta que lo logrará.
Lo que se viene
Ayer nomás sólo los hombres tenían chances de preservar su fertilidad en el freezer. Los óvulos no fueron tan dóciles frente al frío como los espermatozoides.
Pero las cosas empezaron a cambiar y ellas pueden empezar a pensar en una maternidad tardía o a prueba de quimioterapia. Y no sólo por los grandes avances conseguidos por la técnica y el impulso que aportó la “vitrificación” de ovocitos. Además, se están haciendo progresos en el congelamiento y posterior trasplante de corteza ovárica e incluso en el congelamiento de un ovario entero. Ya hubo algunos casos en el mundo, pero todavía no es una práctica extendida.
“Será una posibilidad maravillosa”, aseguró Carlos Quintans, de Halitus. Aunque aclaró que en el caso de las pacientes oncológicas, habrá que evaluar muy bien que el retrasplante no vuelva a introducir células “enfermas”.