Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, la mortalidad infantil en el país fue disminuyendo ligeramente a lo largo de 2004 hasta alcanzar su punto más bajo de la historia, si bien la tasa en hijos de mujeres negras es el doble que en hijos de blancas.
La tasa de mortalidad infantil fue de 6,78 por cada 1.000 nacidos vivos en 2004, mientras que en 2003 había sido de 6,84 por 1.000. Aunque es una disminución muy leve, constituye un récord en Estados Unidos.
Respecto a la década anterior, la mortalidad ha disminuido un 10%. La tendencia decreciente observada a lo largo de varias décadas se debe, según los expertos, a diversos factores, como las mejoras en cuidados neonatales y la mayor concienciación de las mujeres para evitar conductas de riesgo como son fumar o consumir alcohol durante la gestación.
De todos modos, en Estados Unidos existen graves diferencias en función de la etnia. La tasa de mortalidad en hijos de mujeres negras no hispanas fue en 2004 de 13,6 por 1.000 nacidos vivos. Entre los hijos de mujeres blancas no hispanas fue de 5,66 por 1.000, y entre los hijos de hispanas de 5,55 por 1.000.
En 1940 era de 47 muertes de niños por cada 1.000 nacidos vivos. En 1950 era de 29,2 por 1.000, y en el año 2000 de 6,89 por 1.000.
Datos de 1998 –no hay datos más recientes- situaban Estados Unidos en el puesto 28 en cuanto a tasas de mortalidad en el mundo.