Neurología

Algunos pacientes pueden predecir su ataque epiléptico

Un tercio de los epilépticos sabe cuándo va a sufrir una crisis. Pero un nuevo estudio cuestiona esta misma capacidad, atribuida recientemente a los perros.

Sus habilidades adivinatorias no les sirven para poder comprar un décimo de lotería que va a ser premiado o evitarse un atasco, pero sí pueden ayudarse a si mismos en relación con su enfermedad. Aunque un estudio publicado recientemente atribuía a los perros la capacidad para predecir cuando su dueño iba a sufrir un ataque epiléptico, lo cierto es que este 'don' no es de estos animales, sino de algunos afectados por esta dolencia neurológica.

Esta es la conclusión alcanzada por un grupo de investigadores del Centro Médico Montefiore en Nueva York (EEUU) tras llevar a cabo un estudio con 71 pacientes que habían sufrido al menos una crisis en el último año y no más de una al día. A todos se les pidió que rellenaran un diario en el que anotaron cuándo, con 24 horas de antelación, creían que iban a padecer un ataque.

Los datos, recogidos en un artículo que publica el último número de 'Neurology' es que, efectivamente, si hay pacientes, aunque no todos, que pueden saber si van a sufrir un episodio al día siguiente. Concretamente, del 57% de los participantes que sufrió una crisis a lo largo de la investigación, un 32% fue capaz de predecir correctamente sus ataques, mientras el 83% conocía los días en los que no se iba a producir ningún episodio.

Antonio Bermejo, jefe del servicio de Neurología del Hospital La Paz de Madrid, centro donde precisamente empezó ayer y se prolonga hasta hoy un simposio sobre síndromes de ataques epilépticos en pediatría y en el que se relatarán los últimos avances en diagnóstico y tratamiento, afirma que sí es real que los enfermos puedan saber cuándo van a experimentar uno. «Sucede porque están experimentando antes una crisis que es parcial, que se conoce como aura epiléptica y que hace que el afectado se sienta incómodo, raro. Es como un preludio del episodio generalizado que pueden tener después», aclara este experto.

Uno de los puntos sobre el que hacen más hincapié los investigadores, liderados por Sheryl Haut, es que los ataques tenían el doble de posibilidades de producirse dentro de las 24 horas posteriores a una predicción positiva.

«Algunas personas tienen más habilidad que otras para adivinar el momento en que se van a producir», señalan los autores, que insisten en, que de confirmarse estos datos, esta capacidad puede tener importantes implicaciones en su tratamiento. «Los enfermos que saben correctamente cuándo tienen más riesgo de sufrir el ataque podrían tomar la medicación correspondiente antes de que éste se inicie. Pero, sobre todo, es importante porque esta capacidad contribuye a una mejora de su calidad de vida porque ganan en seguridad», destacan los científicos.

Curiosamente, en la misma publicación se recoge otro estudio en el que se desmienten los datos de un trabajo que atribuía a los perros la habilidad de predecir los ataques epilépticos de sus dueños.

Gregory Krauss y su equipo, de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore (EEUU), realizaron un vídeo y un electroencefalograma (prueba que detecta problemas en la actividad eléctrica del cerebro) a siete personas cuyos perros predijeron un ataque, epiléptico o no. Los autores comprobaron que, en cuatro de ellas, que no estaban diagnosticadas de epilepsia, no se produjo una actividad eléctrica anormal del cerebro durante el episodio, problema que sí sucede en los afectados de epilepsia. Los especialistas señalan que estos ataques son psicogénicos. «Estos pacientes necesitan una evaluación psiquiátrica y un tratamiento adecuado y no un perro entrenado para discernir cuándo se va a producir una crisis epiléptica», recalcan los investigadores.