Medicina y humanidades | 14 JUN 06

Arnoldo Kraus: un hombre de varios mundos

Medicina, filosofía, literatura. Las historias de vida y el pensamiento de alguien que no conviene ignorar.
La Bioética será la filosofía de este siglo

Arnoldo Kraus: Un hombre de varios mundos.

Debería resultar extraño afirmar que un médico es capaz de reunir el conocimiento científico y la perspectiva humana; la formación académica y los valores éticos; ciencias duras y filosofía.  Extraño por obvio y por evidente. Sin embargo es hoy tan infrecuente que los médicos seamos capaces de articular estas “caras de una misma moneda” que alguien que lo logra y lo ejerce como misión y como destino es un hombre excepcional. Algo del subsuelo más remoto y más constitutivo de la Medicina se niega a morir cuando Arnoldo Kraus hace oír su voz.

Disueltas las raíces, fragmentados los saberes, desdibujados los valores; el escenario no resulta propicio para la reflexión y la inteligencia al servicio de una ciencia integrada a la cultura. El Dr. Kraus es un hombre culto en el sentido más tradicional de la palabra. Un humanista cuya erudición no le impide estar al tanto de los desarrollos más novedosos de la ciencia. Es por ello alguien cargado de preguntas, esa rara especie tan escasa y tan incómoda. Parece un despropósito no conocerlo, sin que ello implique acordar o disentir con sus opiniones sobre aspectos específicos, ignorarlo es una pérdida y nos empobrece. 

IntraMed mantuvo un extenso y profundo diálogo con Arnoldo Kraus como aproximación inicial al conocimiento de su historia de vida y de su extensa obra. Esperamos que a nuestros lectores les permita abrir - junto a nosotros - la hospitalaria puerta de un hombre de varios mundos.

* El Dr. Arnoldo Kraus dictará una conferencia en las Jornadas IntraMed 2006 el día Viernes 7 de Julio en la Academia Nacional de Medicina que se transmitirá a través de Internet a todos nuestros usuarios.

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Entrevista

La familia, los escenarios, los afectos:

· ¿Dr. Kraus podría hacernos una breve síntesis de su recorrido biográfico?

           Nací en México en 1951, soy hijo de emigrados judíos polacos que llegaron después del holocausto. Esto, en muchos sentidos, ha sido una situación importante en mi vida por haber crecido sin familia, con la historia propia de los desterrados y, porque en muchos sentidos, esa situación hace que uno crezca mucho más solo, con un círculo familiar más pequeño, con cierta dosis de nostalgia, de tristeza. 
            
· ¿Y la Medicina cómo se va instalando en su vida?

          La Medicina es un pasaporte inmenso para cumplir con mis preceptos;  extenderle la mano a quienes más los necesitan es una suerte inmensa. Y esa suerte no es exclusiva hacia los enfermos, pues, con el tiempo me he encontrado que mucha gente recurre al doctor simplemente para  ser escuchado. Puede resultar extraño, pero,  buena parte de las personas que acuden a mi consulta lo hacen para escuchar y para escucharse. La medicina es un pasaporte magnífico, como decía, para cumplir con ese propósito de intentar ayudar a otras personas.

               Hasta hace dos años trabajé en un hospital de gobierno. En México la medicina se divide en dos grandes corporaciones:  instituciones gubernamentales que ofrecen ayuda a pacientes pobres y a personas aseguradas por el Estado y la medicina privada, a la que recurren quienes pueden pagar los honorarios de la consulta. Durante más de 25 años trabajé en una institución gubernamental mexicana prestigiosa. Salí de ahí hace dos años, en el 2004, por diferendos importantes con la dirección, diferencias que tienen mucho que ver con mi forma de pensar y con lo que escribo, particularmente en cuanto a la libertad del pensamiento - ¿cómo hablar de temas como eutanasia, aborto, etcétera si no desde un punto de vista secular?-  y con el respeto debido a la persona de enfrente.  Religión y Medicina no siempre son una buena combinación.

· ¿Cuál ha sido el ambiente intelectual de su familia, de su infancia y adolescencia? 

             Respecto del ambiente intelectual de mi familia yo diría que era un ambiente normal. Mi padre, que murió hace 10 años, era hijo de  campesinos en Polonia. Él perdió a toda su familia durante el holocausto. Tuvo que trabajar después de la primaria por pobreza en la familia, así que  no puso cultivarse. Hablaba 3 o 4 idiomas, como suele suceder con las personas que emigran de Europa, y era una persona que se interesaba  mucho por la vida política pero que no tuvo una gran  participación en la vida intelectual desde el punto de vista de la literatura, de la pintura, de la música, etc. Mi madre en cambio, provenía de una familia, también polaca de clase media alta. Ella estudiaba, antes del holocausto, la preparatoria así como idiomas y música; quería estudiar biología, pero sus posibilidades se  vieron truncadas  por lo que cuento en un libro que acaba de publicarse en el 2005, cuyo título, ¿Quién hablará por ti?


Los libros, las ideas, la cultura

· ¿Cuál es el origen de sus inquietudes "extra-médicas" particularmente sobre filosofía, literatura, historia?
 
               En este apartado debo confesar  que cuando tenía 18  años no sabía si dedicarme a la medicina o a la escritura. Al pasar un año en un kibutz en Israel, y debido a que hablaba hebreo en forma fluida, no acudía a  las clases del idioma, por lo que “me sobraban” cada día,  4 horas. En esas 4 horas lo que hacía era sentarme sobre unas piedras que miraban a un lago y empezar a escribir.

         Me había ido enamorado de México. En Israel descubrí la pasión por la escritura. Tengo 5 o 6 cuadernos que llené de poesía, de cartas a mi novia, de una pequeña obra de teatro y realmente sentí que la escritura podría ser un pasaporte de mi vida, una forma de vivir. Tanto me gustaba la escritura, que todas las cartas que le escribí a mi novia - y ésta es una historia bonita – y debido a que no había fotocopias en esa época, o al menos en kibutz donde trabajaba, lo que hacía era copiar todas esas cartas para quedármelas y después leerlas. En aquella época yo estaba convencido que sería escritor, que me gustaba realmente mucho la escritura.

                 Cuando regresé a México, mi padre, como buen desterrado y como persona que había vivido las iniquidades  y desigualdades de la vida me dijo: - “vivir de la escritura y ser escritor, suena bonito, pero es una profesión muy compleja y mantenerse de ella no es fácil”.

             Así que me sugirió - una "sugerencia" con forma de "obligación" -  hacer otra profesión. En ese momento no pude contradecir a mi padre y comprendí que podía tomar el camino de la medicina, lo cual, pensaba, podría ser una forma de vivir bien y quizás, posteriormente, escribir. Durante los primeros años de la carrera escribía en un periódico pequeño de la ciudad de México, escribía un poco de cuentos, poesía y ensayos.

               Estudié la  carrera de Medicina, después Medicina Interna y posteriormente Inmunología y Reumatología, todo esto en la ciudad de México. Lo hice  en la Universidad Nacional  Autónoma de México y posteriormente en el Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubirán, que es un  nosocomio de Tercer Nivel. Durante mis estudios médicos dejé la escritura personal y me dediqué a hacer investigación y a escribir sobre temas médicos. Hasta hace dos años seguí realizando “un poco” de investigación –tengo varios artículos médicos en revistas indexadas.  Sin embargo, durante toda la carrera  yo seguía siendo un lector furibundo, tanto de literatura como de filosofía.

· ¿Luego llega el momento de la escritura y la publicación?

             Pasado el tiempo, a los 40 o 42 años, cuando yo ya había logrado tener una práctica clínica adecuada, empecé a tener la oportunidad de escribir. En esas épocas recuerdo haber leído una oración de Anton Chéjov que, como se sabe, era  médico y posteriormente  un gran cuentista, quizás el mejor cuentista ruso que ha habido, y que tuvo que empezar a escribir  porque la Medicina no le daba los suficientes ingresos  para vivir. Él repetía una frase muy bonita, que palabras más, palabras menos –cito de memoria- decía: "Tengo dos profesiones en la vida, la escritura y la medicina. Ambas son como  mis amantes. Tengo la gran suerte de que, cuando me aburro de  una, me voy con la otra  y nadie se ofende".  Esa idea me encantaba, me fascinaba, y a partir de esa invitación empecé a darme el permiso de escribir, empecé a darme cuenta que había muchos médicos que habían sido buenos escritores y que los pacientes narraban historias fantásticas a partir del dolor, de su enfermedad, de la sanación y de la muerte. Así que fui abriendo cuadernos donde anotaba todo lo que ellos me decían con la finalidad de darles algún sentido importante  a ese tipo de conceptos.

A partir de que logré tener una práctica médica  suficientemente buena y fuerte como para no tener que preocuparme “demasiado” de la manutención de mi familia, he empezado a escribir cada vez más.

La Medicina, los estudiantes, los pacientes

· Ud. ha escrito a los jóvenes estudiantes de Medicina: ¿Por qué alguien elegiría esta profesión en los albores del siglo XXI?

           Elegir esta profesión en los albores del siglo XXI es ante todo una elección personal de quien se siente atraído tanto por el concepto de persona como por el de ser humano en situaciones de salud o en situaciones de enfermedad así  como por  la ciencia y  el conocimiento científico. La Medicina, a diferencia de otras muchas carreras, así lo escribí en el libro que Ud. menciona, no es una mejor carrera que otras profesiones pero  si es una carrera que le brinda al médico la oportunidad de desarrollarse tanto en el campo humano, atendiendo pacientes, como en el campo científico, investigando acerca de las enfermedades. Por supuesto, habría que agregar que es un magnífico pasaporte para la docencia y para ayudar, sobre todo a los desvalidos,   en este mundo tan dispar.

             Creo que aquél que elige la Medicina, y sobre todo aquél que lo hace  sin pensar que es una carrera  en ocasiones bien  remunerada, lo debe hacer pensando que va a obtener muchas satisfacciones a través de los  diálogos con sus enfermos y a partir de lo que logre caminar con ellos a través de la vida. Formarse como ser humano es una  razón fundamental para estudiar Medicina. Los pacientes son excelentes maestros.

·  ¿Tiene Ud. alguna propuesta sobre la formación médica "ideal"? 

          Esta pregunta es muy compleja. La formación médica ideal es aquella que tenga bien proporcionada la idea de la docencia en el futuro del desarrollo médico, la idea del humanismo como una parte fundamental del ejercicio médico, la idea del conocimiento, como parte fundamental del desempeño médico y también la idea de la investigación , que creo siempre va bien  con la medicina. Yo creo que sería fundamental, como una buena praxis médica, que todos los médicos, o la mayoría de ellos, sean primero generalistas y que sean médicos que conocen mucho del enfermo en general  Debería haber un balance dentro de la propuesta de la formac

 

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