Drama social

Malnutrición: 146 millones de niños de los países en vías de desarrollo.

Grave situación mundial.

El porcentaje de niños malnutridos en el mundo sólo ha disminuido un cinco por ciento en 15 años, por lo que el 27 por ciento de los menores de cinco años tienen un peso inferior al normal. Estas cifras, según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), ponen muy difícil conseguir los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) de la ONU marcados para 2015.

La malnutrición afecta a 146 millones de niños de los países en vías de desarrollo. Más de la mitad, 78 millones, viven en el Asia meridional, de los que 57 millones lo hacen en la India. En África Occidental y Central el avance en materia de nutrición está siendo lento, mientras que en varios países populosos de Oriente Próximo y África Septentrional, como Irak y Sudán, se han registrado retrocesos. Además, 5,6 millones de niños mueren de hambre cada año, lo que supone más de la mitad de las muertes infantiles.

Las zonas que más han mejorado y tienen mejores cifras son América Latina y Caribe, con menos del 10 por ciento de los niños afectados por malnutrición. Sin embargo, en esta región es donde hay más diferencia entre países y entre la ciudad y el campo en cuanto a la probabilidad de sufrir bajo peso, ya que en las zonas rurales el riesgo es 2,6 veces más alto que en las zonas urbanas.

Por otra parte, de los más de 20 millones de nacimientos con bajo peso, más de la mitad también se registran en Asia meridional --7,8 millones de los cuales en la India--, donde el 31% de los nacidos pesan menos de 2,5 kilos.

Según el cuarto informe de UNICEF "Progreso para la infancia: un balance sobre la nutrición", uno de los pocos datos positivos es que el 36 por ciento de los niños son amamantados hasta los seis meses de forma exclusiva, porcentaje que sube hasta el 43 por ciento en el Asia oriental y el Pacífico. Estas cifras son superiores, por ejemplo, a las registradas en España, donde sólo el 22 por ciento de los niños reciben lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses.

Otro indicador que ha ido mejorando es el consumo de sal yodada, elemento que se considera importante para el desarrollo físico e intelectual de los niños. La media de familias del tercer mundo que consumen yodo es del 69 por ciento y alcanza el 86 por ciento en América Latina y el 93 por ciento en China, mientras que en España, sólo se llega al 36 por ciento. A pesar de las buenas cifras, 36 millones de niños no consumen suficiente yodo.

CRÍTICAS A LA DISTRIBUCIÓN DE ALIMENTOS

El presidente del Comité de la UNICEF en Cataluña, Víctor Soler-Sala, ligó estas cifras a otro de los ODM, la reducción a la mitad de la pobreza registrada en 1990. Según Sala, si se redujera la pobreza, la malnutrición también disminuiría, aunque admitió que también hace falta otros elementos como la educación.

Soler-Sala explicó que los niños desnutridos "no están protegidos ante enfermedades sencillas" y recriminó a los gobiernos que cuando recortan presupuesto una de las primeras partidas afectadas suele ser la distribución de alimentos.

El presidente de la organización reclamó que las políticas agroalimentarias estén presentes en las reuniones de la OMC, el FMI o el Banco Mundial, ya que un pequeño aumento en el precio de productos básicos puede suponer un aumento de la mortalidad infantil en algunos países.

Además señaló como posibles medidas paliativas la distribución masiva de cápsulas de Vitamina A, que cuestan pocos céntimos de euro y salva anualmente 350.000 vidas, o la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad.

Por su parte, el responsable de Salud Materno-infantil del comité catalán de la UNICEF, Luis Ruiz, explicó que la malnutrición provoca "un círculo vicioso" que afecta la educación de los niños, disminuye su rendimiento y el progreso económico de los países y aumenta el gasto en salud.

Ruiz se mostró "esperanzado" por la actuación de algunos países como Cuba o China, que han mejorado la nutrición de los niños. Por ello, recomendó que no se dé alimentos complementarios antes de los seis meses y que se proteja la salud de las madres, sobre todo de las embarazadas.

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En El País, Madrid

146 millones de niños sufren hambre

Unicef denuncia que el porcentaje de niños desnutridos es prácticamente el mismo desde hace 15 años

En un minuto, el tiempo que, más o menos, puede tardar usted en lavarse las manos, mueren en en el mundo 10 niños menores de cinco años por causa del hambre: más de cinco millones de niños al año. El dato suena ya a contado, pero Unicef lo utilizó ayer en la presentación de su cuarto informe Progreso para la infancia: un balance sobre nutrición para denunciar que el porcentaje de niños desnutridos, es decir, con un peso inferior al normal, ha disminuido muy poco desde 1990.

Hace 15 años, el 32% de la población infantil que vive en los países de desarrollo estaba desnutrida. Según los datos actuales, la cifra es ahora del 27%, lo que significa que 146 millones de niños están desnutridos, en números redondos. "Ha habido sólo una reducción de cinco puntos porcentuales en 15 años, a pesar de los llamamientos, las promesas y todos los esfuerzos que se está haciendo. Los datos siguen reflejando algo moralmente inaceptable", sentenció ayer Víctor Soler-Sala, portavoz de Unicef en España. "Si no se ataca este problema, si no se le da la prioridad que tendría que tener, será imposible que se logren los objetivos impuestos por la ONU para 2015", explicó.

El informe revela que la desnutrición infantil se debe menos a una cantidad insuficiente de alimentos, que a la mala calidad y la falta de salubridad de los mismos, así como al bajo nivel social de los padres y a la maternidad adolescente que incide en el peso de los niños al nacer.

La mitad los menores con peso inferior a lo normal en el mundo viven en tres países de Asia meridional: India (47 millones) Bangladesh (8 millones) y Pakistán (8 millones). El estudio indica que solamente dos regiones del planeta han iniciado el camino para cumplir con los retos fijados en los Objetivos de Desarrollo del Milenio establecidos por la ONU, en cuanto a la reducción de la desnutrición y la mortalidad infantil. Son América Latina y Caribe y la de Asia oriental y el Pacífico -gracias a las mejoras en China-, en donde la proporción de niños con hambre es del 7% y el 15%, respectivamente. En el caso de América Latina, el informe expone que la tasa media anual de reducción del número de niños desnutridos desde 1990 a 2004 es de 3,8% lo que representa el descenso más rápido comparado con cualquier otra región. Las dos naciones latinoamericanas más pobladas, Brasil y México, han influido en los buenos resultados de la zona, según el informe, lo que implica que existen grandes disparidades en el retraso del crecimiento infantil entre los países. Mientras que en Brasil la desnutrición infantil descendió hasta el 6% y se prevé que llegue al 3% en el 2015, en México la reducción ha sido aún más espectacular, del 14% en 1988 al 8% en 1999, según el estudio.

La situación en África es de las más preocupantes. Más de una cuarta parte de la población infantil en este continente tiene un peso inferior al que le corresponde a su edad. El informe califica este dato como una "catástrofe" para el desarrollo del continente y señala que los factores que han repercutido en el estancamiento africano desde 1990 son el excesivo crecimiento de la población, el descenso de la producción agrícola, los conflictos, la sequía y el sida. También han empeorado las tasas de desnutrición en Oriente Próximo, sobre todo en países de grandes poblaciones como Irak y Yemen.

Mientras tanto en los países desarrollados los problemas vienen por una mala alimentación o bien por un exceso de ella. El informe de Unicef apunta a la obesidad como uno de los grandes males que afectan a la salud pública y señalan las bajas tasas de alimentación con leche materna en los primeros meses de vida en los países industrializados.

Luis Ruiz, médico de Unicef y responsable de salud maternoinfantil en el organismo, explicó ayer que el término adecuado para referirse al hambre en los países en vías de desarrollo es desnutrición. "La malnutrición es un fenómeno más general y que se da en todo el mundo. Un desnutrido es un malnutrido, pero no a la inversa".