IntraMed: Serie Archivos de Dolor | 12 ABR 06

Dolor en el deportista

Según su origen el dolor en la actividad deportiva se puede dividir en tres categorías que son analizadas en este artículo.
Autor/a: Dr. Roberto Rodríguez Nava* Revista Mexicana de Algología

El dolor, esa desagradable sensación que está presente en la mayoría de los problemas de salud, en el deporte es una limitante frecuente para el óptimo rendimiento. El dolor en el deporte es un acompañante permanente, en ocasiones producido por el ejercicio mismo debido a las cargas de trabajo aplicadas durante las sesiones de entrenamiento, aunque también se origina por accidentes o lesiones agudas que pueden ocurrir durante la práctica de éste, por lesiones crónicas y sus secuelas o bien por degeneración articular en deportistas maduros. Desde el punto de vista de su origen, el dolor en la actividad física y deportiva se puede dividir en tres categorías: inducido por el ejercicio, no asociado a traumatismos; traumático, producto de las lesiones; y crónico o residual.

Dolor inducido por el ejercicio,no asociado a traumatismos

En el deporte ya sea recreativo, amateur o profesional se producen por lo menos tres condiciones que generan dolor en forma directa, sin asociación traumática, relacionadas con el ejercicio y sus efectos. Se clasifican en tres entidades separadas, perfectamente diferenciadas: los calambres ,el dolor muscular agudo y el dolor muscular de aparición tardía.

a) Calambres. Son la primera condición dolorosa, se caracterizan por presentarse en forma súbita, como fuertes contracciones sostenidas de ciertos grupos musculares, persistentes, que no se relajan; pueden ser muy molestas y obligan al deportista a detener su actividad física. Se favorecen por la falta de entrenamiento adecuado, el cansancio, la deshidratación y el desequilibrio hidroelectrolítico. Se deben a alteraciones metabólicas, circulatorias o neurológicas locales, principalmente por falta de sustancias nutrientes y electrolitos intracelulares. El descanso, los ejercicios de estiramiento, una buena alimentación y la rehidratación adecuada eliminan el problema, aunque en algunos casos es conveniente utilizar un fármaco antiinflamatorio que facilita la desaparición del dolor. Es necesario tener presente que no se debe realizar ningún tipo de ejercicio físico en un músculo con calambres hasta que éste se haya relajado, de lo contrario se corre el riesgo de propiciar una lesión muscular, ruptura fibrilar y mayor incapacidad funcional.

b) Dolor muscular agudo (DMA). Es un dolor que se origina en el músculo esquelético durante el ejercicio mismo como resultado de la carga de trabajo y se distingue por aparecer en forma progresiva durante la sesión de entrenamiento. Es generado por la liberación de mediadores químicos del dolor en el músculo que trabaja debido el estímulo del ejercicio repetitivo. Su aparición es más frecuente cuando se modifican los componentes de la carga de trabajo, particularmente el volumen, la intensidad o la densidad de la misma. Comúnmente le permite al deportista continuar su actividad hasta el final de la sesión de entrenamiento. Como es producto del esfuerzo realizado en la unidad diaria de entrenamiento, el DMA cede con el descanso, por lo que el dolor debe desaparecer en la siguiente sesión de ejercicio; de no ser así pueden existir errores en la planificación del programa de entrenamiento. En la teoría y praxis del entrenamiento deportivo es un dato de gran utilidad para valorar el efecto de la carga de trabajo. Es aquí donde actúan las endorfinas, brindando un efecto estimulante y la sensación placentera por la actividad física y eliminando el dolor, de ahí que regularmente no se requiere de ningún analgésico para aliviar este síntoma.

c) Dolor muscular de aparición tardía (DOMAT).Es el tercer tipo de dolor no traumático en el deporte, surge minutos, horas e inclusive días después de la sesión de trabajo. Resulta fácilmente identificable, es ese dolor acompañado de sensación de entumecimiento e hipertonía muscular que generalmente se asocia con la acumulación de lactato (LA) en el músculo como producto del metabolismo anaeróbico durante el ejercicio físico. En 1984 Hagerman y colaboradores llevaron a cabo un estudio en corredores de maratón para determinar la participación del lactato en el DOMAT. Se efectuaron biopsias, y los estudios histopatológico fueron analizados con técnicas de microscopía y microfotografía electrónica. Se lograron identificar microrrupturas en la línea z de la sarcómera, lugar donde se localizan los túbulos t y las cisternas terminales del retículo sarcoplasmático.

Al separarse la línea z se inicia el proceso de la inflamación en la fibra muscular-con migración leucocitaria y mediadores químicos del dolor- y se libera el calcio que contienen las cisternas terminales del retículo sarcoplasmático, el cual es utilizado para contracción muscular, lo que produce aumento de tono regional y el dolor característico que se incrementa en las horas y días siguientes a la realización de la actividad física. Este hecho comprueba que el lactato no tiene una participación importante en el DOMAT. El DOMAT se manifiesta en sujetos que hacen ejercicio físico excesivo, no acostumbrado o en la actividad con pendiente cuesta abajo. Como ejemplo tenemos a los guerreros de fin de semana, aquellas personas que no realizan ningún ejercicio en días laborales, pero que son capaces de jugar uno o dos partidos de futbol o varios juegos de tenis, poniendo en riesgo su salud y hasta la vida, aunque los dos primeros días de la siguiente semana casi no puedan moverse. El dolor se alivia por sí solo con el descanso, aunque el uso de calor local, masaje y AINE favorecen la recuperación, además del efecto propio de las endorfinas. A partir de las 72 horas después del ejercicio se observa una franca mejoría.

Dolor de origen traumático

Las condiciones traumáticas propias del deporte de contacto directo o de colisión, como los combates, el futbol americano, el rugby, o de contacto ocasional (porque el reglamento lo prohíbe), como en el futbol, basquetbol, carreras, son generadores de dolor. La intensidad de éste se halla relacionada con la magnitud del impacto, la cantidad de tejido dañado y la estructura anatómica involucrada.
Puede ser trauma directo, indirecto o por sobreuso o abuso.

La patología lesional por trauma indirecto en el deporte ocurre fundamentalmente en el aparato músculo-esquelético, donde músculos, ligamentos, tendones y huesos pagan el

 

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