El desprendimiento posterior del vítreo (DPV) es un proceso degenerativo común, especialmente senil, en el que el cortex del vítreo se separa de la retina. Ocurre en el 60% de los pacientes mayores de 69 años. El desprendimiento posterior del vítreo predispone a sufrir desgarros retinianos y desprendimiento regmatógeno de la retina. En un primer examen, más del 10% de los pacientes con síntomas de DPV presentan desgarros retinianos o desprendimientos de retina que requieren tratamiento inmediato. El resto de los pacientes se diagnostican con DPV y deben repetir la consulta a las seis semanas de producidos los síntomas, ya que pueden producirse desgarros retinianos. Asimismo, los pacientes con DPV unilateral corren el riesgo de sufrir desgarros retinianos y desprendimiento regmatógeno de la retina en el ojo par.
En el presente estudio prospectivo participaron pacientes con DPV unilateral, para tratar de determinar cuando se produce el DPV en el ojo par.
Pacientes y métodos:
En el presente estudio participaron 51 pacientes con DPV unilateral agudo. Todos los pacientes fueron sometidos a un examen ocular profundo, incluyendo examen dinámico del vítreo con biomicroscopio, con y sin lentes prefijadas y un examen retiniano con depresión escleral, efectuados cada tres meses, al menos hasta que se desarrolló el DPV en el segundo ojo.
Anuestro entender, este es el primer estudio prospectivo diseñado para identificar la relación entre el desarrollo de DPV en el primer ojo y en el segundo. Se demostró que el DPV se produce en el ojo par entre seis meses a dos años después de producido en el primer ojo. El DPV se produjo a los seis meses en el 8% de los ojos, al año en el 24%, dentro de los dos años en el 65 % y dentro de los tres años en el 90%, en 46 de 51 ojos. Solo 5 ojos (10%) no presentaron DPV dentro del período de seguimiento.
En ojos con miopía alta, el DVP tiende a desarrollarse antes en el segundo ojo, si se los compara con ojos con otros errores refractivos. El DPV es más común en ojos miopes y sucede, aproximadamente de 6 a 10 años antes que en ojos emetrópicos e hipermetrópicos. Este descubrimiento indica que en ojos con miopía alta, los cambios del vítreo, tales como licuefacción que da como resultado el DPV, evolucionan más rápidamente.
La incidencia de desgarros retinianos asociados con el DPV fue del 10% en los ojos en los que el DPV se produjo primero y del 13% en los ojos pares. Estos resultados coinciden con los de estudios anteriores.
El síntoma más frecuente de DPV fue la presencia de manchas flotantes. Los porcentajes fueron del 45% de los ojos que primero sufrieron DPV y 41 % de los ojos pares.
Más del 10% de los ojos con DPV agudo presentaron desgarros retinianos y el DPV se produjo en el ojo par entre 6 meses a dos años después de producido en el primer ojo. Por lo tanto, este período es crítico. Estos datos son útiles para el tratamiento de pacientes con DPV unilateral.
Conclusiones:
El desprendimiento posterior del vítreo se produce en el segundo ojo entre los seis meses a dos años de producido en el primero. Estos hallazgos son útiles para considerar en el tratamiento de pacientes con DPV unilateral.