Incidencia de displasia y adenocarcinoma

Vigilancia endoscópica a largo plazo de pacientes con esófago de Barrett

En un reciente trabajo los autores concluyen que la incidencia de adenocarcinoma en el esófago de Barrett es baja.

Autor/a: Dres. Conio M, Blanchi S, Lapertosa G, Ferraris R

Fuente: Am J Gastroenterol. 2003 Sep;98(9):1931-9.

En las últimas tres décadas se ha observado un dramático aumento en la incidencia de adenocarcinoma esofágico y de la unión esófago gástrica. El principal factor de riesgo para el adenocarcinoma es el esófago de Barrett. El riesgo de cáncer de esófago para los pacientes con esófago de Barrett es de 30 a 125 mayor que el de la población general. La vigilancia de los pacientes con esófago de Barrett con seguimientos endoscópicos y tomas de biopsias es recomendado por muchas asociaciones médicas internacionales tales como el American College of Gastroenterology.

Los autores del presente trabajo tuvieron como objetivo evaluar la incidencia de adenocarcinoma de esófago en una gran serie italiana de pacientes con esófago de Barrett con un largo seguimiento y describir el impacto de la vigilancia endoscópica sobre la mortalidad vinculada al adenocarcinoma.

Métodos:

Fueron estudiados prospectivamente una cohorte de pacientes con esófago de Barrett diagnosticado recientemente. La vigilancia endoscópica e histológica fue recomendada cada 2 años. El estado del seguimiento fue determinado por registros hospitalarios, del consultorio y llamadas telefónicas a los pacientes.

Resultados:

Desde 1987 a 1997 el esófago de Barrett fue diagnosticado en 177 pacientes. Fueron excluidos 3 pacientes por presentar displasia de alto grado en el momento del enrolamiento. El seguimiento se completo en 166 pacientes (135 hombres, 131 mujeres). La longitud media de seguimiento endoscópico fue de 5,5 años (rango 0,5-13,3). La displasia de bajo grado se presentó inicialmente en 16 pacientes (9,6%) y fue encontrada durante el seguimiento en otros 24 pacientes. Sin embargo en el 75% de los casos la displasia de bajo grado no fue confirmada en biopsias posteriores. La displasia de alto grado fue encontrada durante la vigilancia en 3 pacientes (1,8%), 1 con adenocarcinoma simultaneo; 2 con displasia de alto grado desarrollaron posteriormente adenocarcinoma. La incidencia de adenocarcinoma fue de 1 en 220 pacientes/años de seguimiento ó 1 de 183,6 pacientes/años en sujetos que fueron a evaluación endoscópica. 4 pacientes con adenocarinoma murieron y 1 sobrevivió con un tumor en estadio avanzado. El número medio de endoscopías realizadas para la vigilancia fue de 2,4 por paciente. Durante los años de vigilancia la cohorte tuvo un total de 528 exámenes endoscópicos y más de 4000 biopsias.

Del análisis de los resultados los autores concluyen que la incidencia de adenocarcinoma en el esófago de Barrett es baja, lo cual confirma datos recientes de la literatura que reportan una sobreestimación del riesgo de cáncer en estos pacientes. En esta cohorte de pacientes la vigilancia involucro un gran esfuerzo pero no previno ninguna muerte por cancer. Por lo tanto, los beneficios de la vigilancia en este grupo de pacientes permanece incierta

Artículo comentado por el Dr. Jorge Olmos, editor responsable de IntraMed en la especialidad de Gastroenterología.