La obesidad es un importante factor de riesgo para la apnea obstructiva que ocurre durante el dormir (OSA). Un cuarto de los hombres de mediana edad, presentan más de cinco episodios de apnea o hipopnea por hora de sueño. La OSA afecta la acumulación de grasa a nivel visceral, los niveles séricos de leptina, y la resistencia a la insulina, lo cual incrementa el riesgo de desarrollar alteraciones relacionadas con la obesidad (Ob). Tanto la Ob como la OSA se encuentran asociadas también con hipertensión, infarto de miocardio y stroke.
La Ob ha sido relacionada con esteatosis hepática (hígado graso), que ocurre en el 90% de los pacientes con elevaciones inexplicables de las aminotransferasas. Aproximadamente el 20% de los que presentan esta alteración del hígado desarrollan cirrosis, la mitad de los cuales fallece por causas relacionadas con ello, dentro de la década de realizado el diagnóstico. También esta patología se asocia con resistencia hipersinsulinémica a la insulina, promoviendo la posibilidad de que aumentando la sensibilidad a esta última, se pueda reducir el depósito de grasa a nivel hepático.
La OSA conduce a la resistencia a la insulina, la acumulación de grasa a nivel visceral, y al incremento en los niveles de leptina, por medio de lo cual puede afectar la función hepática. En verdad, los hepatocitos de los higados grasos presentan un incremento de la sensibilidad a la anoxia, y los frecuentes episodios hipóxicos en los pacientes con OSA pueden alterar el desempeño de este último. En base a estos elementos, un grupo de investigadores del Departamento de Medicina Respiratoria y del Departamento de Gastroenterología-Hepatología de la Universidad de Kyoto realizaron una evaluación, basada en la hipótesis de que la OSA con hipoxemia conduce a la disfunción hepática.
Para ello investigaron la prevalencia de las anormalidades de las aminotransferasas, y de los efectos de la OSA, y de la terapia con CPAP(nasal continuous positive airway pressure), en los pacientes con esta patología. Para lo cual estudiaron a 40 hombres obesos con OSA, a los que se les dosó, aspartato aminotransferasa, alanina aminotrasferasa, triglicéridos, insulina y leptina en la tarde y por la mañana inmediatamente luego de despertarse, antes y después del tratamiento con CPAP. Los dosajes de aminotranferasas resultaron anormales(más de 1,5 veces), en el 35% de los casos de los obesos con apnea moderada a severa. Antes del tratamiento los niveles eran más elevados por la mañana, que en la tarde previa. El incremento durante la noche de estos valores(que es mayor del 15% en los que presentan OSA, contra el 0,2% en los que no), se redujo en forma manifiesta luego de la primera vez en que se realizó el tratamiento con CPAP, dosajes que se mantuvieron estables luego de 1 a 6 meses de la utilización del mismo.
Los niveles de Leptina también descendieron, no ocurriendo la mismo con la resistencia a la insulina y con el valor de los triglicéridos.
Los resultados de una sola noche con CPAP, así como otros reportes previos, sugieren que la apnea e hipopnea con hipoxemia, puede agravar la disfunción hepática en estos pacientes, como se manifiesta por la liberación de aspartato aminotransferasa, considerado un marcador de injuria hepatocelular luego de la isquemia y la reperfusión. Los hepatocitos de higados grasos pueden presentar una gran sensibilidad a la hipoxia.
Entre los pacientes con inexplicable elevación de los niveles de aminotransferasas en suero, el 90% tiene algún grado de esteatosis, lo cual también es común en la obesidad, especialmente de tipo visceral, con hiperinsulinemia, resistencia a la insulina, diabetes y una proporción de aumento de aspartato aminotransferasa mayor o igual a uno con respecto al normal. También encontraron, que la resistencia a la insulina se correlacionaba significativamente con los valores de aminotransferasas antes del tratamiento con CPAP, y que esta alteración era mayor en los pacientes con niveles anormales de estas enzimas.
La leptina, es una hormona circulante que se expresa en el tejido adiposo, induciendo una respuesta compleja, que afecta el control del peso corporal y el expendio de energía. La hiperleptinemia incrementa el contenido de los triglicéridos hepáticos, y puede contribuir a la esteatosis en ese órgano, en los pacientes obesos. Los niveles de esta hormona son elevados en los que presentan OSA y disminuyen considerablemente con CPAP, ya con una sola noche de tratamiento, como se observa en este estudio, lo cual también sugiere que la resistencia a la misma mejora antes que a la insulina.
La Obesidad acrecienta el riesgo de padecer disturbios respiratorios durante el sueño. Por ejemplo, un incremento en un error estándar, en alguna medida del hábito corporal, se asocia con un aumento en tres veces del riesgo en el score de apnea-hipopnea (de cinco o mayor), y sin olvidar que más del 50% de los hombres obesos tienen algún grado de apnea del sueño. A la inversa, el 80% de los que poseen hígado graso, que no sea de origen alcohólico, son obesos. Por lo tanto, una substancial proporción de estos últimos pueden presentar OSA y esteatosis hepática, y los clínicos deben sospechar la apnea del sueño en los individuos que exhiben estas características y niveles anormales de aminotransferasas en suero.
Artículo comentado y traducido por el Dr. Norberto Kriguer - Presidente de la Asociación Argentina de Medicina del Sueño - http://www.aamsue.com.ar/
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