· La vitamina C redujo en forma significativa la presión arterial sistólica en un promedio de 4,5±1,8 mm Hg (p<0,05) (Figura 2) y la diastólica en 2,8±1,2 mm Hg (p<0,05) (Figura 3) respecto a los valores basales. Esto se vio en todos los grupos.
· No hubo diferencias significativas entre grupos.
· El efecto hipotensor se hizo evidente recién al mes de tratamiento y desaparece a los pocos días de suspendida la vitamina C.
· No se observaron efectos adversos a ninguna dosis.
· No hubo cambios significativos en el perfil lipídico.
Figura 2. Reducción de la presión arterial sistólica en el grupo vitamina C 500 mg/día. La diferencia con placebo fue estadísticamente significativa a los 30 días (p<0,05).
Figura3. Reducción de la presión arterial diastólica en el grupo vitamina C 500 mg/día. La diferencia con placebo fue estadísticamente significativa a los 30 días (p<0,05).
Niveles de vitamina C en plasma y riesgo de accidente cerebrovascular (ACV)
Salonen y colaboradores, (9) de la Universidad de Kuopio, llevaron a cabo un estudio de cohorte prospectivo de 10 años de seguimiento en 2419 hombres de edad mediana. Se compararon los niveles plasmáticos de vitamina C y el riesgo de ACV. Se midieron también otras variables de factores de riesgo como hipertensión diabetes y presencia de isquemia miocárdica con el esfuerzo.
Los autores encontraron que un nivel bajo de vitamina C en plasma estaba inversamente relacionado con riesgo de ACV (RR 0,74; IC 0,61-0,9, p=0,004). Asimismo, los demás factores analizados (hipertensión arterial, diabetes e isquemia al esfuerzo estaban también fuertemente relacionados en forma directa con riesgo de ACV. Un aumento de una unidad estandar de vitamina C en plasma (28,4 micromoles/l), reducía en 26% el riesgo de ACV.
En resumen, este estudio prospectivo realizado en Finlandia sugiere que bajas concentraciones plasmáticas de vitamina C constituyen un riesgo de ACV y los autores aconsejan suplementar la dieta con este antioxidante en individuos hipertensos y diabéticos.
Conclusión:
La vitamina C a través de su acción antioxidante y atrapadora del anión superóxido aumenta la biodisponibilidad de óxido nítrico y también actuaría sobre otros mecanismos permitiendo mejorar la función endotelial.
Los estudios aquí presentados, si bien están constituidos por grupos poblacionales reducidos y son de corto plazo, señalan indudablemente que la vitamina C puede actuar en forma sinergística con los agentes hipotensores. Se requieren estudios de mayor envergadura para reforzar estos hallazgos. Por otra parte un reciente estudio finlandés mostró que un bajo nivel plasmático de vitamina C se encontraba asociado con riesgo aumentado de ACV.