El estudio del líquido cefalorraquídeo (LCR), a través de la punción lumbar (PL), resulta fundamental para una correcta determinación del tipo de meningitis. Antes de realizarla, se procederá al examen del fondo de ojo y a la evaluación neurológica, con el fin de evaluar la presencia de edema de papila y/o signos focales. Cuando la PL no puede realizarse o se demora por diferentes motivos (necesidad de una tomografía computada, falta del operador o de los elementos necesarios para el procedimiento) es conveniente tomar dos muestras de hemocultivos con 15 minutos de intervalo y comenzar con el tratamiento antibiótico. En estos casos, el LCR que pueda obtenerse posteriormente, nos permitirá a través del análisis fisico-químico y del cultivo, de cualquier manera llegar al diagnóstico. Se debe advertir al bacteriólogo sobre el uso de antibióticos previo a la toma de la muestra, para que el LCR sea procesado en medios de cultivo enriquecidos o sea evaluado durante un período más prolongado.
Como dijimos anteriormente, el análisis detallado del LCR caracterizará el tipo de meningitis (Algoritmo 1).
Debe tenerse presente que al comienzo o en los casos de meningitis fulminante, el líquido puede ser claro y las células estar ausentes. Sin embargo, en esos casos el examen de Gram revelará gérmenes y la glucosa estará muy disminuida, razón por la cual resulta fundamental realizar el examen bacteriológico de todo LCR, aunque su aspecto y su fisicoquímico sea normal. Hasta ese momento, el LCR debe mantenerse a temperatura ambiente, dada la labilidad de los gérmenes.
Respecto al tipo de células, debemos recordar que en etapas tempranas de las meningitis virales, un 20% de las mismas pueden presentar, en su inicio, predominio de polimorfonucleares. En estos casos, una nueva PL realizada a las seis u ocho horas sirve para aclarar el diagnóstico, ya que el 90% de las meningitis
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