Se conmemora cada 8 de marzo

Día Internacional de la Mujer 2023 se centra en la inclusión digital

La ONU busca reconocer a las organizaciones de mujeres y feministas que buscan disminuir la brecha tecnológica entre géneros. Mientras que sociedades científicas argentinas se centran en su salud.

Cada 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer y el tema de su edición 2023 es: “Por un mundo digital inclusivo: Innovación y tecnología para la igualdad de género”, informó la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Este lema se da en consonancia con el tema prioritario del sexagésimo séptimo período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer: “La innovación y el cambio tecnológico, y la educación en la era digital para alcanzar la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas”. 

La celebración de las Naciones Unidas del Día Internacional de la Mujer reconoce y homenajea a las mujeres y las niñas y a las organizaciones de mujeres y feministas que están luchando por el avance de la tecnología transformadora y por el acceso a la educación digital. El Día Internacional de la Mujer de 2023 explorará los efectos de la brecha digital de género en el crecimiento de las desigualdades sociales y económicas. También pondrá de relieve la importancia de proteger los derechos de las mujeres y las niñas en los espacios digitales y de abordar la violencia de género en línea y la facilitada por las nuevas tecnologías de la comunicación. 

Según se expresa en un comunicado de Naciones Unidas, “incorporar a las mujeres, así como a aquellos grupos tradicionalmente marginalizados, a la tecnología permite soluciones más creativas y tiene un mayor potencial para innovaciones que satisfagan las necesidades de las mujeres y promuevan la igualdad de género”.

Su falta de inclusión, por el contrario, tiene un costo enorme. Según el informe Gender Snapshot 2022 de ONU Mujeres, la exclusión de las mujeres del mundo digital ha recortado 1 billón de dólares del producto bruto interno de los países de ingresos bajos y medios en la última década, una pérdida que aumentará a 1,5 billones de dólares en 2025 si no se toman medidas. Para revertir esta tendencia será necesario abordar el problema de la violencia en línea, que, según un estudio realizado en 51 países, han sufrido personalmente el 38% de las mujeres.

Salud cardiovascular de la mujer

La Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) y la Fundación Cardiológica Argentina (FCA) advirtieron que a pesar de que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el país para ambos sexos, la percepción del riesgo en la población es baja, sobre todo en las personas de sexo femenino.

 En el año 2006 el Área Corazón y Mujer ‘Dra. Liliana Grinfeld’ realizó una encuesta de percepción de enfermedad cardiovascular a mujeres residentes en la ciudad de Buenos Aires y AMBA y en esta quedó expuesto que el 53,8% de las mujeres consideraba a los tumores como la principal causa de muerte y sólo el 20% consideraba a la enfermedad cardiovascular.

En el año 2021, el mismo grupo repitió la experiencia ampliando la encuesta a mujeres de todo el país a través de la participación de los Distritos Regionales de la Sociedad Argentina de Cardiología con resultados semejantes y en ella la discrepancia entre percepción y realidad aún persistía: el 62% consideró al cáncer como principal causa de muerte y sólo el 34,9 % a la enfermedad cardiovascular.

“Estos datos contrastan con la realidad de las estadísticas vitales argentinas donde la enfermedad oncológica fue la causa de muerte en el 17,4% de la población. La brecha entre percepción y realidad probablemente sea multicausal. En las últimas décadas, se han descripto importantes diferencias biológicas entre mujeres y hombres, así como diferencias en las respuestas al estrés”, sostuvo la doctora Verónica Crosa, médica especialista en cardiología, Directora del Área Corazón & Mujer ‘Dra. Liliana Grinfeld’ de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC).

“Ahora se comienza a comprender el papel que tienen los factores genéticos, moleculares, celulares y fisiológicos, incluidos del sexo y el género, así como los determinantes sociales de la salud y la influencia del medio ambiente en la salud de la mujer. Las mujeres se encuentran subrepresentadas en todos los aspectos de la investigación, desde el laboratorio hasta las investigaciones de población, y esto ha impactado negativamente en la implementación de medidas efectivas en las políticas de salud. Incluso, la falta de representación femenina en los estudios lleva inherente posicionar los datos pertenecientes a los hombres como el estándar de oro”, afirmó por su parte el doctor Roberto Nicolás Agüero, médico cardiólogo, especialista en Medicina Nuclear, Subdirector del Área Corazón & Mujer ‘Dra. Liliana Grinfeld’ de la Sociedad Argentina de Cardiología.

Por ejemplo, los síntomas clásicamente descriptos para el infarto corresponden a un perfil masculino y la creencia arraigada de que las mujeres se presentan con más frecuencia con síntomas llamados atípicos conlleva un trasfondo exculpatorio según el cual las mujeres se presentan de manera equivocada.

Por otra parte, la mayoría de los estudios no han hecho una distinción clara entre género y sexo basando la definición en el sexo al nacer, excluyendo del análisis al universo de la diversidad y a la mujer transgénero. “En este escenario se torna imperioso mejorar la concientización de la mujer respecto de su riesgo, pero también diseñar estrategias de educación en la comunidad de profesionales que asiste a estas mujeres, así como implementar políticas de salud orientadas a disminuir la brecha existente”, agregó la doctora Crosa.

Recientemente, se han reconocido ciertos factores de riesgo para enfermedad cardiovascular no convencionales ligados más al género femenino, como la violencia de género, las condiciones socioeconómicas desfavorables y el bajo nivel educativo, que se asocia a peores condiciones laborales, maternidad y crianza monoparental con postergación y descuido de la propia salud.

“A medida que mejore nuestro conocimiento acerca de la influencia que estos factores tienen sobre la salud cardiovascular de la mujer, desde los espacios académicos se requerirá una comunicación y educación continua para disminuir la brecha de conocimiento de los profesionales de la salud y así llegar a la población objetivo”, consignó el Dr. Agüero.

Recientemente la Sociedad Americana del Corazón (AHA) ha delineado un llamado a la acción para las enfermedades cardiovasculares en las mujeres, haciendo hincapié en la necesidad de revisar la epidemiología, la concientización, evaluar el acceso a la salud y la prestación de una atención médica equitativa. Los pilares de este llamado a la acción se basan en: Crear conciencia, Optimizar la prevención y la atención clínica, Apoyar la investigación, Involucrar a las comunidades, Abogar por los determinantes sociales de la salud, Monitorear el progreso.