Sesiones Científicas del American College of Cardiology 2023

Los embarazos asistidos por tecnología tienen el doble de riesgo de preeclampsia

Los investigadores instan a un control más estricto de los embarazos que involucran FIV y métodos relacionados

Se descubrió que las personas que quedaron embarazadas usando tecnologías de reproducción asistida tenían el doble de probabilidades de desarrollar preeclampsia que aquellas con embarazos tradicionales, según un estudio presentado en la Sesión Científica Anual del Colegio Americano de Cardiología junto con el Congreso Mundial de Cardiología.

El estudio, basado en un análisis de registros de salud de más de 2,2 millones de pacientes, es el primero en evaluar cómo las tecnologías reproductivas pueden afectar el riesgo de complicaciones cardiovasculares durante el embarazo a escala nacional. La preeclampsia es una complicación relacionada con el embarazo que implica presión arterial alta de nueva aparición y posible daño a los órganos que representa un riesgo grave para la mujer embarazada y el bebé.

Las tecnologías de reproducción asistida abarcan todas las intervenciones que implican la manipulación in vitro de óvulos, espermatozoides o embriones extraídos con fines de embarazo, incluida la fertilización in vitro (FIV), la inseminación intrauterina y otras técnicas. Los embarazos asistidos por tecnología, logrados a través de tecnologías de reproducción asistida, pueden ser tradicionales (en los que la persona que lleva el embarazo tiene una conexión genética con el embrión) o subrogación gestacional (sin conexión genética con el embrión). La proporción de embarazos que involucran tecnologías de reproducción asistida se ha duplicado en los EE. UU. durante las últimas dos décadas.

"Los resultados fueron sorprendentes: pocos estudios habían analizado previamente las complicaciones cardiovasculares de los embarazos asistidos por tecnología con tanto detalle, y ninguno de ellos había evaluado estas complicaciones a nivel nacional", dijo Ahmad Mustafa, MD, jefe de residentes y próximo becario de cardiología en el Hospital de la Universidad de Staten Island y autor principal del estudio. “La atención cardiovascular dedicada debe incorporarse al seguimiento de rutina de los pacientes que conciben a través de tecnologías de reproducción asistida”.

Utilizando datos de la base de datos nacional de muestras de pacientes hospitalizados, los investigadores evaluaron las tasas de complicaciones cardiovasculares de 5874 embarazos asistidos por tecnología y más de 2,2 millones de embarazos tradicionales entre 2016 y 2018. Primero examinaron las tasas de varios problemas cardiovasculares, incluidos ritmos cardíacos anormales, ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca, edema pulmonar, complicaciones relacionadas con los vasos sanguíneos, preeclampsia y diabetes gestacional entre los dos grupos. Luego, los investigadores utilizaron métodos estadísticos para comparar los embarazos asistidos por tecnología con un subconjunto de los embarazos tradicionales llevados a cabo por personas con un perfil similar en términos de edad, raza y condiciones de salud iniciales (es decir, diabetes, hipertensión, enfermedad renal y enfermedad autoinmune).

Al comparar los dos grupos emparejados y tener en cuenta los factores de riesgo iniciales, los investigadores encontraron que las personas con embarazos asistidos por tecnología tenían el doble de probabilidades de desarrollar preeclampsia que las personas con embarazos tradicionales. La preeclampsia causa una variedad de síntomas y complicaciones y puede conducir a la eclampsia, una condición potencialmente mortal caracterizada por convulsiones y/o coma en la mujer embarazada, cuyo tratamiento curativo es el parto. Tener preeclampsia también tiene consecuencias a largo plazo, incluido un alto riesgo de preeclampsia en embarazos futuros junto con un riesgo elevado de enfermedad renal y problemas cardiovasculares, como enfermedad de las arterias coronarias, accidente cerebrovascular e insuficiencia cardíaca más adelante en la vida.