Rol de los factores del desarrollo fetal | 07 FEB 23

Epidemiología de la atresia biliar

Rol de factores epidemiológicos tempranos relevantes para el desarrollo fetal en la prevalencia de la atresia biliar
Autor/a: Laurel Cavallo, Erin M. Kovar, Amal Aqul, Lucille McLoughlin, Naveen K. Mittal, Norberto Rodriguez-Baez, Benjamin L. Shneider y otros J Pediatr 2022;246:89-94
INDICE:  1. Texto principal | 2. Referencias bibliográficas
Texto principal
Introducción

La atresia biliar, una enfermedad hepática grave de la infancia con una prevalencia estimada de 5 a 10 por cada 100.000 nacimientos, es la principal indicación de trasplante hepático pediátrico en todo el mundo.1

La atresia biliar se caracteriza por obstrucción del sistema de conductos biliares. Como resultado, la bilis no puede salir del hígado hacia los intestinos para ayudar a digerir las grasas. En cambio, la bilis se retiene en el hígado, lo que lleva a lesión hepática, fibrosis hepática progresiva y, si no se trata, enfermedad hepática en etapa terminal hacia el primer año de vida.2

A pesar de la morbilidad significativa de la atresia biliar, sus aspectos etiológicos clave, incluyendo cuándo comienza la enfermedad, siguen siendo desconocidos. Una posibilidad es que la atresia de la vía biliar se adquiera después del nacimiento, lo cual es consistente con los bebés que típicamente parecen saludables como recién nacidos, con discordancia en gemelos idénticos y sin recurrencia en las familias.3 Sin embargo, otras líneas de evidencia importantes argumentan que la atresia biliar comienza en el útero. Por ejemplo, los lactantes con atresia biliar tienen marcadores de laboratorio elevados de retención biliar al nacer, lo que indica que la enfermedad puede estar ya presente.4 Además, se han informado anomalías en la ecografía fetal y el análisis del líquido amniótico, lo que sugiere que los defectos en el desarrollo biliar ocurren ya en la semana 15 de gestación.5

Aproximadamente 10%-30% de los pacientes con atresia biliar también tienen malformaciones de otros órganos, lo que indica problemas más amplios durante el desarrollo embrionario.6,7 En este estudio, se propuso la novedosa hipótesis de que si la atresia de la vía biliar comienza en el útero, entonces se asociaría con factores epidemiológicos tempranos clave relevantes para el desarrollo fetal. Para explorar esta hipótesis, se aprovecharon los datos de un gran registro de defectos congénitos.

Métodos

Este estudio fue aprobado por las Juntas de Revisión Institucional del Departamento Estatal de Servicios de Salud de Texas y de la Facultad de Medicina de Baylor. Todos los pacientes formaban parte del Registro de Defectos de Nacimiento de Texas (RDNT), uno de los mayores centros de vigilancia activa de anomalías congénitas administrados por la Subdivisión de Vigilancia y Epidemiología de Defectos de Nacimiento del Departamento Estatal de Servicios de Salud de Texas.

Los miembros del RDNT visitan rutinariamente todas las maternidades, hospitales generales, hospitales pediátricos, y establecimientos de parteras en Texas, y examinan los códigos diagnósticos de alta registrados para defectos de nacimiento en todos los bebés menores de 1 año. Los códigos diagnósticos utilizados son entradas de 6 dígitos basadas en la Clasificación de Enfermedades de la Asociación Pediátrica Británica (APB) y la Clasificación Internacional de Enfermedades, Novena Revisión, de la Organización Mundial de la Salud, con modificaciones realizadas por los Centros para Control y Prevención de Enfermedades (los códigos se denominan "códigos APB" en este documento).

La población de estudio incluyó bebés nacidos en Texas entre el 1 de enero de 1999 y el 31 de diciembre de 2014. Se consideró a los lactantes con atresia biliar cuando cumplieron 3 criterios:

(1) al menos 1 registro médico con menos de 1 año de vida con el código APB para atresia biliar (751.60);

(2)
registros revisados manualmente por el personal del RDNT para garantizar que el curso clínico fuera consistente con atresia biliar;

(3)
registros del RDNT revisados nuevamente por un hepatólogo pediátrico para excluir a los pacientes que probablemente tenían otra afección. Al igual que en otros estudios que utilizaron datos del RDNT, los pacientes de la Región de Salud Pública 5/6 de Texas fueron excluidos de este análisis debido a diferencias en las estrategias de vigilancia y verificación de casos.8-10

Recopilación de datos y definiciones de variables

Se obtuvieron los factores epidemiológicos tempranos relevantes para el desarrollo fetal de los registros vitales. Las variables de los lactantes incluyeron sexo, edad gestacional, época de concepción y pluralidad. La edad gestacional se dividió en >37 semanas (término), 32-37 semanas (prematuro moderado a tardío) y <32 semanas (muy a extremadamente prematuro), y la época de la concepción se clasificó en primavera (marzo-mayo), verano (junio-agosto), otoño (septiembre-noviembre), e invierno (diciembre-febrero) en base a la fecha estimada de la última menstruación de la madre.

Las variables maternas incluyeron raza/etnia (según la clasificación del RDNT), edad, embarazos previos que resultaron en un nacido vivo, embarazos anteriores que no resultaron en un nacido vivo, diabetes, índice de masa corporal, educación y residencia cerca de la frontera Texas-México durante el embarazo. El índice de masa corporal se dividió en categorías de bajo peso (<18,5 kg/m2), normopeso (18,5-<25,0 kg/m2), sobrepeso (25,0-<30,0 kg/m2), y obesidad (≥30 kg/m2). Los factores paternos incluyeron raza/etnia, edad y educación.

También se evaluó la presencia de malformaciones concurrentes entre los niños con atresia biliar.7
Los pacientes con atresia biliar aislada (subgrupo 1) no tenían defectos de nacimiento importantes.
Los pacientes con atresia biliar y defectos de nacimiento sin lateralidad (subgrupo 2) tenían al menos otra malformación mayor no relacionada con la mala posición de los órganos.
Los pacientes con atresia biliar y lateralidad de anomalías congénitas (subgrupo 3) tenían al menos una malformación importante relacionada con mal posición de órganos.

Esto incluyó ubicaciones incorrectas de los vasos (anomalías de la aorta, anomalías de la arteria pulmonar, venas pulmonares parcialmente anómalas, vena cava superior izquierda persistente, vena cava superior bilateral o terminación de vena porta anómala), órganos torácicos (dextrocardia), y/o órganos abdominales (desplazamiento o transposición del estómago, malrotación del ciego/colon, malrotación del intestino delgado, páncreas anular, asplenia, poliesplenia, bazo del lado derecho o situs inversus).

Análisis estadístico

Para identificar asociaciones entre la atresia biliar y los factores que podrían influir en el desarrollo fetal, se calcularon primero las proporciones de prevalencia no ajustada (PP) con IC 95% usando análisis de regresión de Poisson con datos de todos los nacidos vivos como denominador.

Las variables se consideraron significativamente asociadas con atresia biliar cuando el IC 95% excluyó 1,00. Luego se calcularon las PP ajustadas y los IC 95% evaluando todas las variables significativas en un modelo de regresión de Poisson ajustado multivariable.

Para los modelos ajustados, la raza/etnia paterna fue excluida debido a un alto porcentaje de respuestas faltantes (14,5%). Además, se realizaron análisis repetidos para subgrupos de casos basados en la presencia de malformaciones concurrentes como se describió anteriormente. Todos los cálculos se realizaron utilizando Stata 14.0 (StataCorp).

Resultados

Hubo 4.689.920 de nacimientos durante el período de estudio, incluyendo 341 lactantes con código diagnóstico de atresia biliar en el RDNT. De estos, 21 pacientes fueron excluidos porque se consideró que padecían una enfermedad hepática distinta de la atresia biliar después de la revisión manual de sus descriptores de caso, y 15 pacientes fueron excluidos porque tenían anomalías cromosómicas u otros trastornos mendelianos.

Se consideró que los 305 pacientes restantes tenían atresia biliar sin otros síndromes genéticos conocidos, resultando en una prevalencia al nacer de 6,5 por 100.000 nacimientos. Año tras año, la prevalencia varió de 0,49 a 0,78 por 10.000 nacimientos sin ninguna tendencia temporal reconocible.

A continuación, se evaluó el impacto de los factores epidemiológicos tempranos relevantes para el desarrollo fetal en la prevalencia de la atresia biliar al nacer. Los factores infantiles que se asociaron positivamente con atresia biliar incluyeron sexo femenino (PP ajustada, 1,68; IC 95%, 1,33-2,12), edad gestacional de 32-37 semanas (PP ajustada, 1,64; IC 95 %, 1,18-2,29), y edad gestacional <32 semanas (PP ajustada, 3,85; IC 95%, 2,38-6,22). Un factor infantil inversamente asociado con atresia biliar fue la estación de concepción en el otoño en relación con la primavera (PP ajustada, 0,62; IC 95%, 0,45-0,86).

 

Comentarios

Para ver los comentarios de sus colegas o para expresar su opinión debe ingresar con su cuenta de IntraMed.

AAIP RNBD
Términos y condiciones de uso | Política de privacidad | Todos los derechos reservados | Copyright 1997-2024