Mejora el diagnóstico del cáncer | 29 NOV 22

Una mujer que sobrevivió a 12 tumores

Médicos y científicos identifican un nuevo síndrome causado por una mutación nunca vista en humanos que multiplica la aparición de células cancerosas.

Hoy se desvela la historia de una mujer única en el mundo: una española que sufrió y superó 12 tumores, cinco de ellos malignos, antes de cumplir los 40 años. El primer cáncer se lo detectaron cuando tenía dos y el último a los 28. Los médicos y científicos que la han tratado no se explican cómo puede seguir viva. Su caso puede ayudar a mejorar el diagnóstico temprano y a desarrollar nuevos tratamientos oncológicos.

El médico Miguel Urioste recuerda la primera vez que conoció a la paciente, una mujer que ahora tiene 36 años y cuya identidad no se ha desvelado para proteger su privacidad. Fue en 2015. Para entonces ya había pasado por cinco tratamientos oncológicos por tumores en varios órganos y cirugías para extirpar otras malformaciones no cancerosas. Nadie hasta ese momento había tratado de unir los puntos e intentar explicar qué estaba ocasionando una tasa de cáncer tan espectacular.

La mujer tenía talla pequeña, manchas en la piel, microcefalia, pero intelectualmente estaba perfecta, recuerda Urioste, jefe de la Unidad de Cáncer Familiar del Centro de Investigaciones Oncológicas (CNIO) hasta que se jubiló el pasado enero. “Trazamos su árbol familiar y todo parecía en orden; los padres y hermanas no tenían problemas; no cuadraba con ningún cuadro clínico conocido”, añade.

Los investigadores analizaron varios genes de la paciente en busca de mutaciones habituales que multiplican el riesgo de sufrir tumores. Ninguno mostraba defectos. Entonces comenzó una búsqueda con una tecnología solo disponible en laboratorios punteros de investigación en biología molecular: la secuenciación de células únicas. Este sistema permite extraer miles de células de la sangre del paciente y sus familiares y leer el genoma completo de cada una de ellas.

Los resultados de la investigación, publicados en Science Advances, desvelan que este caso único se debe a una mutación genética que nunca se había observado en humanos. Esta mujer había heredado de cada uno de sus padres una copia mutada del gen MAD1L1. Las pocas referencias científicas que existían sobre mutaciones en este gen provenían de estudios con ratones: si el animal la tenía, nunca conseguía nacer vivo.

“Era muy difícil entender cómo esta mujer pudo sobrevivir con esta mutación; tenía que haber alguna otra cosa que la había ayudado a escapar”, explica Marcos Malumbres, jefe del grupo de División Celular y Cáncer del CNIO, que participó en los estudios genéticos de la paciente y su familia.

Desde que un espermatozoide fecunda un óvulo y se forma un embrión, cada célula lleva en su interior las instrucciones para crecer, multiplicarse, transformarse en neuronas, corazón o hueso y dar lugar a un bebé sano. Esas instrucciones son el genoma: un libro que contiene 3.000 millones de letras de ADN estructuradas en 46 capítulos llamados cromosomas. El gen doblemente mutado de esta paciente hacía que el crecimiento celular enloqueciese. Algunas células heredaban muchos más cromosomas de los que deberían y otras, muchos menos. Los propios mecanismos de seguridad del organismo deberían haber provocado un aborto natural, pero no fue así.

La clave de la supervivencia de esta mujer parece estar en su propia enfermedad. Hasta el 40% de sus células sanguíneas tienen muchos cromosomas de más o de menos, un tipo de defectos conocido como inestabilidad genómica, que es una marca inconfundible del cáncer. El sistema inmune de la paciente había reaccionado a esta amenaza con una inflamación generalizada. Sus defensas estaban en alerta roja continua. La mutación la condenaba a sufrir cáncer con mucha más frecuencia, pero su sistema inmune estaba estimuladísimo, lo que favoreció que identificase y destruyese mejor las células tumorales, explica la bioquímica del CNIO Carolina Villarroya, primera autora del estudio. “Su defecto genético ha acabado protegiéndola. Se ha curado muy bien de todos los tumores malignos tras la cirugía y los tratamientos; en parte gracias a su sistema inmune”, explica. Además, los tumores de esta mujer presentan una altísima inestabilidad genómica, lo que supone “un punto débil” para su supervivencia, añade la científica.

 

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