Reducción de la mortalidad | 16 AGO 22

Cambios en el hábito de ejercicio y mortalidad tras un evento cardiovascular

La incorporación de hábitos de ejercicio se relacionó con un menor riesgo de muerte por cualquier causa, cardiovascular y no cardiovascular
Autor/a: Dong-Seon Kang, Jung-Hoon Sung, Daehoon Kim, Moo-Nyun Jin, et al.  Fuente: Heart / BMJ  Association between exercise habit changes and mortality following a cardiovascular event

Introducción

Estudios previos han demostrado que incorporar un hábito de ejercicio está inversamente relacionado con el riesgo de mortalidad. Las pautas actuales recomiendan el ejercicio regular para reducir el riesgo de muerte y morbilidad cardiovascular o por todas las causas. Sin embargo, la evidencia que respalda los beneficios del ejercicio en adultos mayores con enfermedades cardiovasculares (ECV) es escasa porque los estudios sobre el ejercicio y la mortalidad se han realizado principalmente en personas sanas y de mediana edad.

Aunque algunos estudios intentaron demostrar el impacto de los hábitos de ejercicio sobre la muerte en pacientes con ECV, los resultados fueron inconsistentes. Además, la mayoría de los estudios se basaron en una única evaluación inicial del ejercicio con un seguimiento posterior de la mortalidad. Varios estudios han demostrado que dicha evaluación tiene un poder predictivo limitado en el tiempo y es posible que no pueda diferenciar con precisión el efecto del ejercicio per se de las influencias de factores de confusión como antecedentes genéticos, comorbilidades no detectadas y cambios en la variable de interés durante el seguimiento.

Engeseth et al describieron que la condición física en el momento de la inclusión era un predictor significativo de muerte cardiovascular temprana, pero no de muerte cardiovascular tardía. Para superar estas limitaciones, algunos estudios han sugerido utilizar el cambio en los hábitos de ejercicio como variable para evaluar los resultados a largo plazo.

Teniendo en cuenta la falta de información sobre el impacto del ejercicio en pacientes mayores con ECV, este estudio tuvo como objetivo analizar la asociación entre el cambio en los hábitos de ejercicio después de un nuevo diagnóstico de ECV y el riesgo de muerte por cualquier causa, cardiovascular o no cardiovascular.

Objetivo

Investigar las asociaciones entre los cambios en el hábito de ejercicio después de un evento cardiovascular incidente y la mortalidad en adultos mayores.

Métodos

Analizamos la relación entre el cambio del hábito de ejercicio y las muertes por todas las causas, cardiovasculares y no cardiovasculares, en adultos ≥60 años entre 2003 y 2012 que se sometieron a dos exámenes de salud consecutivos dentro de los 2 años antes y después del diagnóstico de enfermedad cardiovascular (ECV).

Se clasificaron en cuatro grupos de acuerdo con los cambios en los hábitos de ejercicio: persistentes que no hacen ejercicio, que abandonan el ejercicio, que hacen ejercicio por primera vez y que mantienen el ejercicio. Las diferencias en las características iniciales se ajustaron utilizando la probabilidad inversa de la ponderación del tratamiento.

Resultados

De 6076 participantes, la mediana de edad fue de 72 (IQR 69-76) años y los hombres representaron el 50,6%.

En comparación con los no deportistas persistentes (tasa de incidencia [IR] 4,8 por 100 años-persona), los nuevos deportistas (IR 3,5, HR 0,73, IC del 95 %: 0,58 a 0,91) y los que mantienen el ejercicio (IR 2,9, HR 0,53, IC del 95 % 0,38) a 0,73) se asociaron con un riesgo reducido de muerte por todas las causas.

La tasa de muerte no cardiovascular fue significativamente menor en los nuevos deportistas (IR 2,3, HR 0,73, IC del 95 %: 0,56 a 0,95) y mantenedores del ejercicio (IR 2,3, HR 0,61, IC del 95 %: 0,42 a 0,90) que en los no deportistas persistentes (RI 3.2).

Además, se observaron tendencias hacia la reducción de la muerte cardiovascular en nuevos deportistas y mantenedores del ejercicio (valor de p para la tendencia <0,001).


Resumen gráfico que resume los principales hallazgos de este estudio. Los riesgos de muerte por todas las causas, cardiovasculares y no cardiovasculares, se reducen con trayectorias de ejercicio más virtuosas en adultos mayores con enfermedad cardiovascular (CV) recién diagnosticada.

Conclusiones

Las trayectorias de ejercicio más virtuosas en adultos mayores con ECV se asocian con tasas de mortalidad más bajas. Nuestros resultados respaldan las recomendaciones de salud pública para que los adultos mayores con ECV realicen actividad física.

Qué es lo que ya se sabe

Las guías actuales recomiendan ejercicio regular para reducir el riesgo de mortalidad y morbilidad.

Los datos sobre el efecto pronóstico de comenzar o mantener el ejercicio se basan principalmente en poblaciones saludables en general.

Qué aporta este estudio

En pacientes con accidente cerebrovascular isquémico, insuficiencia cardíaca o infarto agudo de miocardio, el mantenimiento del ejercicio regular se asoció con una reducción de las muertes por todas las causas, cardiovasculares y no cardiovasculares.

La incorporación de hábitos de ejercicio se relacionó con un menor riesgo de muerte por cualquier causa, cardiovascular y no cardiovascular.

Aunque los pacientes de ≥75 años tuvieron beneficios reducidos con respecto a la prevención de la muerte en comparación con los de <75 años, los beneficios siguieron siendo estadísticamente significativos.

Implicancias para la práctica

Las recomendaciones para el ejercicio son importantes y deben promoverse entre los adultos mayores con enfermedades cardiovasculares.

 

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