“Más del 60 % de la población mundial ya completó un ciclo primario de vacunación contra la COVID-19” indicó en Ruanda el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus. Sin embargo mostró preocupación dado que “el 40% de la población mundial sigue sin vacunarse”, por lo que “el riesgo de que surja una variante nueva y más peligrosa continúa siendo muy real”.
“Los casos reportados de COVID-19 aquí en Ruanda están ahora en sus niveles más bajos desde que comenzó la pandemia, y no se ha informado de una muerte por COVID-19 en más de tres meses. Sin embargo, este no es el caso en todos los países. La transmisión está aumentando en muchas naciones”, sostuvo el funcionario en su discurso para un encuentro sobre Equidad en Vacunas en África.
“Aunque hemos avanzado mucho y tenemos muchas razones para el optimismo, la percepción de que la pandemia ha terminado es entendible pero equivocada”, por lo que “poner fin a la fase aguda de la pandemia debe seguir siendo nuestra prioridad colectiva”, resaltó el director general de la OMS.
“Uno de los mayores riesgos es que pasemos a la próxima crisis y olvidemos las lecciones que nos ha enseñado la pandemia, lecciones que han tenido un gran precio. La más importante es la centralidad de la salud”, destacó.
El doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus recordó que la pandemia es mucho más que una crisis sanitaria, ya que toca todas las áreas de la vida, como negocios, economía, educación, empleo, familias, tecnología, turismo, comercio, viajes, política y seguridad, entre otros.
“La pandemia nos ha enseñado que cuando la salud está en riesgo, todo está en riesgo, especialmente para los estados insulares pequeños y de bajos ingresos”, enfatizó.
“Si las naciones del mundo pueden unirse para acordar un enfoque común a estas amenazas provocadas por el hombre, entonces es de sentido común que los países acuerden ahora un enfoque común, con reglas comunes para una respuesta común, a las amenazas que surgen de nuestra relación con la naturaleza, amenazas que no podemos controlar por completo”, siguió el funcionario.
Por último completó: “Las epidemias y pandemias comienzan y terminan en las comunidades. Es por eso que los sistemas de salud sólidos a nivel comunitario son la mejor defensa contra las emergencias de salud, así como contra las numerosas amenazas para la salud que su pueblo enfrenta todos los días”.