Un espejo difícil de mirar

Paciente - Espejo

Una joven médica asiste a un paciente que la devuelve a un pasado doloroso

Autor/a: María Ramirez Colombres

“Los espejos ofrecen una imagen idéntica pero invertida, una suerte de revés de la vida” 
Carmen Perilli

Pase de sala:

-En cama 64 paciente de 30 años de edad que cursa tercer día de internación por intento de suicidio por ahorcamiento. Se encuentra sin sedantes ni analgésicos hace 24 horas, presenta parámetros ventilatorios en descenso, en plan de extubación.

Cuentan, Nico, que fue tu hermana la que te encontró. Que apenas te soltaste, te vio y no dudó en salir corriendo a cortar esa soga que apretaba tu cuello y asfixiaba todo lo que te llevó hasta ahí.

¿Cómo te cuento que yo también encontré al mío así? Y, ¿Cómo que cortar su soga no fue suficiente para evitar que lo que lo llevó hasta ahí lo asfixiara?

-Nico, buen día, mi nombre es María, soy médica, no te asustes, estamos en un Hospital y esto es Terapia Intensiva. Necesitaste que te ayudáramos a respirar, pero ya no más, así que vamos a sacar el tubo que tenés en la boca. Puede molestar, pero es rápido y sólo necesitamos que una vez afuera, tosas.

Vos en el medio, la kinesióloga de un lado, yo del otro y en 3, 2, 1... Ya estás respirando por tu cuenta.

-Nico ya está, ahora sÍ tosé, tosé y tosé, que como dicen, ¡más vale afuera que adentro!

Ojalá vos y mi hermano hubiesen hecho más propia esa frase…

-Nico, ¿Estás bien? ¿Te acordás qué te pasó y por qué estás acá?

Sí, te acordás a la perfección de todo, hasta el último pensamiento que pasó por tu cabeza, pero no quién te soltó y cómo llegaste con nosotros.

-Nico, fue tu hermana.

Se te entrecorta la voz, me contás de ella y decís que es lo único que te preocupa ahora. Que la querés ver, que necesitas pedirle perdón y hacerle saber lo mucho que la amas.

De a ratos, como ilusión, la carita de mi hermano tiñe la tuya y tu voz trasmuta a la suya y por si fuera más que mi imaginación y él estuviera escuchándome, te digo que no tenés nada por qué pedir perdón, que estoy segura que ella entiende tu dolor y no te juzga y que nada de lo que pasó pone en duda su amor.

Veo la hora y en 10 minutos tiempo tierra pasamos sala y si no corro, no llego. Me gusta decir tiempo tierra, para diferenciarlo del tiempo María, con el que no siempre coincide.

Te abrazo, para que Infectología tiemble, mi alma también y cual susurro:

-Doc, el amor es lo único que nos sobrevive, no importa el plano.


Autora: María Ramirez Colombres


Médica por la Universidad Nacional de Rosario. Especialista en Clínica Médica. Residente de Terapia Intensiva de la ciudad de Rosario. Posgrado en Coordinación Hospitalaria en Procuracion y Trasplante.