Aspectos destacados
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Antecedentes
La miopericarditis es una complicación rara de la vacunación. Sin embargo, ha habido cada vez más informes de miopericarditis después de la vacunación contra el COVID-19, especialmente entre adolescentes y adultos jóvenes. Nuestro objetivo fue caracterizar la incidencia de miopericarditis después de la vacunación con COVID-19 y compararla con la vacunación sin COVID-19.
Métodos
Hicimos una revisión sistemática y un metanálisis, buscando en cuatro bases de datos internacionales desde el 1 de enero de 1947 hasta el 31 de diciembre de 2021, estudios en inglés que informaran sobre la incidencia de miopericarditis después de la vacunación (el resultado primario).
Se incluyeron estudios que informaron sobre personas de la población general que presentaban miopericarditis en relación temporal con la recepción de vacunas y se excluyeron estudios sobre una subpoblación específica de pacientes, estudios no humanos y estudios en los que no se informó el número de dosis.
Se realizaron metanálisis de efectos aleatorios (DerSimonian y Laird), y se evaluó el riesgo de sesgo intraestudio (lista de verificación del Instituto Joanna Briggs) y la certeza de la evidencia (grado de recomendaciones, evaluación, desarrollo y enfoque de evaluaciones). Analizamos la diferencia en la incidencia de miopericarditis entre subpoblaciones, estratificando por tipo de vacuna (COVID-19 vs no COVID-19) y grupo de edad (adulto vs pediátrico).
Entre las vacunas contra la COVID-19, examinamos el efecto del tipo de vacuna (ARNm o no ARNm), el sexo, la edad y la dosis en la incidencia de miopericarditis. Este estudio se registró con PROSPERO (CRD42021275477).
Resultados
La incidencia general de miopericarditis de 22 estudios (405 272 721 dosis de vacuna) fue de 33·3 casos (IC 95 % 15·3–72·6) por millón de dosis de vacuna, y no difirió significativamente entre las personas que recibieron vacunas contra la COVID-19 (18·2 [10·9–30·3], 11 estudios [395 361 933 dosis], certeza alta) y los que recibieron vacunas no COVID-19 (56·0 [10·7–293·7], 11 estudios [9 910 788 dosis], certeza moderada, p=0·20).
En comparación con la vacunación contra la COVID-19, la incidencia de miopericarditis fue significativamente mayor después de las vacunas contra la viruela (132·1 [81·3–214·6], p<0·0001) pero no fue significativamente diferente después de las vacunas contra la influenza (1·3 [ 0·0–884·1], p=0·43) o en estudios que informan sobre otras vacunas distintas de la viruela (57·0 [1·1–3036·6], p=0·58).
Entre las personas que recibieron vacunas contra el COVID-19, la incidencia de miopericarditis fue significativamente mayor en hombres (frente a mujeres), en personas menores de 30 años (frente a 30 años o más), después de recibir una vacuna de ARNm (frente a una vacuna sin ARNm), y después de una segunda dosis de vacuna (frente a una primera o tercera dosis).
Interpretación
El riesgo general de miopericarditis después de recibir una vacuna contra el COVID-19 es bajo. Sin embargo, los varones más jóvenes tienen una mayor incidencia de miopericarditis, en particular después de recibir vacunas de ARNm.
Sin embargo, los riesgos de tales eventos adversos raros deben sopesarse frente a los riesgos de infección por COVID-19 (incluida la miopericarditis).
Valor añadido de este estudio
Nuestro metanálisis se realizó para determinar si el aumento de la notificación de miopericarditis era un verdadero aumento de la incidencia o el resultado de mejores sistemas de notificación y sesgo de memoria.
Entre 260 millones de personas que recibieron más de 405 millones de dosis de vacunas según lo informado en estudios y bases de datos, encontramos que la incidencia de miopericarditis no fue elevada después de la vacunación contra la COVID-19 (18 casos por millón de dosis de vacuna) en comparación con después de la vacunación sin COVID-19. 19 vacunación (56 casos por millón de dosis de vacuna) o en relación con la tasa de incidencia previa a la pandemia de miopericarditis.
En las personas que recibieron una vacuna contra el COVID-19, se encontró una incidencia significativamente mayor de miopericarditis en los hombres (frente a las mujeres), los menores de 30 años (frente a los mayores de 30 años), los que recibieron una segunda dosis de la vacuna (frente a una primera o tercera dosis), o aquellos que reciben una vacuna de ARNm (frente a una vacuna sin ARNm). Usando métodos de estimación de varianza robusta para tener en cuenta la correlación intraestudio, la disminución de la edad (excluyendo a las personas menores de 12 años) se asoció con una mayor incidencia de miopericarditis.
Implicaciones de toda la evidencia disponible
En la población general, el riesgo de miopericarditis después de recibir la vacuna contra el COVID-19 es bajo.
La incidencia de miopericarditis por la vacunación contra la COVID-19 también parece ser menor que la de la infección por la COVID-19. Sin embargo, la incidencia de miopericarditis en hombres jóvenes después de la vacunación con ARNm de COVID-19 parece más alta de lo esperado. Estos hallazgos podrían ser de interés para los encargados de formular políticas que determinen los protocolos nacionales de vacunación, particularmente porque muchos países alentarán una dosis de refuerzo de la vacunación durante 2022.
Comentarios
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