Diagnóstico y tratamiento | 31 MAY 22

Intolerancia a la lactosa

La intolerancia a la lactosa no debe ser confundida con una alergia a la leche
INDICE:  1. Texto principal | 2. Referencia bibliográfica
Texto principal
¿Qué es la intolerancia a la lactosa?

La lactosa es un disacárido que se encuentra naturalmente en los productos lácteos (leche, yogur, nata, chocolate, helado y queso). También se puede usar como potenciador del sabor en alimentos procesados como las papas fritas, las galletas saladas, la margarina y el pan.

> Malabsorción de la lactosa. Casi el 70% de la población mundial ≥10 años se ve afectada por la malabsorción de la lactosa, lo que equivale a la falta de absorción de lactosa en el intestino delgado debido a la deficiencia de lactasa u otra patología intestinal; la mayoría de las causas están determinadas genéticamente.

Las personas de países de Medio Oriente (70%), Asia (64%) y África (63-65%) tienen mayores tasas de malabsorción de lactosa, mientras que en Europa del Este, Rusia y ex repúblicas soviéticas (47%), América del Norte (42%) y países europeos del Norte, Oeste y Sur (28%) las tasas son más bajas. En Asia, se estima que la prevalencia de malabsorción de lactosa varía considerablemente; del 58 % en Pakistán al 100 % en Corea del Sur. Ambos sexos están afectados por igual en todo el mundo.

Intolerancia a la lactosa. La intolerancia a la lactosa se define como la malabsorción de lactosa (incapacidad para digerir la lactosa) con producción de síntomas gastrointestinales. Muchas personas con malabsorción de lactosa no desarrollará intolerancia a la lactosa. La probabilidad de desarrollar síntomas depende de la cantidad de lactosa ingerida, si es ingerida con otros alimentos que afectan el tránsito intestinal hacia el colon, la cantidad de lactasa expresada en el intestino delgado, la composición del microbioma y los antecedentes de trastornos gastrointestinales o cirugía.

Prevalencia estimada de la intolerancia a la lactosa en Nueva Zelanda. La prevalencia de la intolerancia a la lactosa es más difícil de estimar que la malabsorción de lactosa ya que los estudios se basan principalmente en los síntomas autoinformados durante una provocación con lactosa, que rara vez son ciegos. La intolerancia a la lactosa autoinformada tiene una sensibilidad del 30 al 71% y una especificidad del 25 al 87 %.

De los datos limitados disponibles de Nueva Zelanda, la mayor prevalencia de malabsorción de lactosa se observa en los maoríes y los pueblos del Pacífico comparados con los europeos de Nueva Zelanda, utilizando la prueba de hidrógeno en aliento. Un estudio realizado en Christchurch en 2010 halló que la prevalencia total de intolerancia primaria a la lactosa, determinada por pruebas genéticas, fue del 8%; en los 30 participantes maoríes y del Pacífico, la prevalencia fue del 30 %. Hay 4 tipos de deficiencia de lactasa que pueden resultar en intolerancia a la lactosa.

Deficiencia primaria de lactasa. Es la causa más común de intolerancia a la lactosa (a veces denominada intolerancia a la lactasa no persistente o del adulto, o tardía). Las concentraciones de lactasa alcanzan su punto máximo alrededor del momento del nacimiento en la mayoría de las personas, y disminuye después de la edad habitual de destete.

El momento y la velocidad de esta declinación están genéticamente determinados. El inicio de la deficiencia primaria de lactasa es sutil para luego progresar durante varios años. en la mayoría de las personas, el diagnóstico se hace en la adolescencia tardía o la adultez. Sin embargo, también es posible un desarrollo agudo.

Fisiopatología de la intolerancia a la lactosa
La lactasa es una enzima producida por las células ubicadas en las microvellosidades del intestino delgado, que hidroliza la lactosa de la dieta (un azúcar disacárido) en glucosa y galactosa (azúcares monosacáridos) para su transporte a través de lad células de la membrana. En ausencia o deficiencia de lactasa, la lactosa no absorbida provoca una entrada de líquido en la luz intestinal, debido a la presión osmótica.

La lactosa no absorbida entra en el colon y es utilizada como sustrato por las bacterias intestinales, con formación de gas y ácidos grasos de cadena corta, producto de la fermentación. Como los ácidos grasos no pueden ser absorbidos por la mucosa colónica, la extracción de líquido intestinal es mayor. Una parte de la lactosa puede ser absorbida pero el resultado general es un aumento sustancial de líquido y gas en el intestino, causando los síntomas de la intolerancia a la lactosa.

Deficiencia secundaria de lactasa (también conocida como deficiencia de lactasa adquirida). Es transitoria y puede ocurrir después de una enfermedad gastrointestinal que altera la mucosa intestinal, resultando en una disminución de la expresión de lactasa. La deficiencia secundaria de lactasa es común en niños después de diarrea rotaviral (y otras enfermedades infecciosas). La giardiasis, la criptosporidiosis y otras infecciones parasitarias del intestino delgado proximal suelen conducir a la malabsorción de lactosa.

La deficiencia secundaria de lactasa puede también ocurrir en la enfermedad celíaca, la enfermedad inflamatoria intestinal, el sobrecrecimiento de bacterias del intestino delgado, la enteropatía inducida por la alergia la proteína de la leche de vaca y las enfermedades relacionadas con el sistema inmunitario como el VIH.

Por otra parte, algunos medicamentos pueden causar atrofia de las vellosidades, dando como resultado una deficiencia secundaria de lactasa, por ejemplo, aminoglucósidos, tetraciclinas, colchicina, tratamientos quimioteraéitocps. En general, la deficiencia secundaria de lactasa se resuelve después de 1-2 meses, pero puede ser permanente si está ocasionada por una condición a largo plazo.

La intolerancia a la lactosa NO es alergia a la leche
En la alergia a la LV, los niños son alérgicos a la proteína de la leche

La APLV es una de las alergias alimentarias más comunes en niños pequeños (prevalencia de 2–3% en niños <3 años). La prevalencia en adultos es mucho menor (aproximadamente 0,5%). En los niños <12 meses, la APLV se resuelve en casi la mitad de de edad, lo qu ocurre hasta un 90% en niños de hasta 5 años.

Existen 2 tipos de manifestaciones clínicas de APLV:

Mediada por IgE (inmediata): Los síntomas suelen desarrollase en minutos a1 hora después de la ingestión de LV. Ellos son: eccema, urticaria, rinitis, tos, sibilancias, dolor abdominal, vómitos, diarrea. La anafilaxia, potencialmente mortal, es posible pero rara.

No mediada por IgE (retardada): los síntomas suelen ocurrir más de2 horas o incluso días después de la ingestión de LV. Los síntomas son: vómitos, diarrea, sangre en las heces, con o sin eccema.

Diferenciar entre intolerancia a la lactosa y APLV:

• La APLV puede manifestarse durante la lactancia (debido a la LV ingerida por la madre), en un lactante en una fórmula a base de LV, o poco después del destete.

• La intolerancia a la lactosa generalmente se observa después de los 2años.

• Los bebés con intolerancia a la lactosa pueden amamantar sin necesidad de ninguna modificación de la dieta materna, pero las madres pueden necesitar eliminar los productos lácteos de su dieta si su bebé recibe el diagnóstico e APLV.

• Los niños con intolerancia a la lactosa generalmente pueden tolerar pequeñas cantidades de productos lácteos, mientras que en la alergia a la leche, pequeños rastros suelen causar síntomas.

Las reacciones de la APLV mediadas por IgE suelen tener un inicio más rápido que las reacciones no mediadas por IgE.

La diferenciación suele ser posible en base a las m manifestaciones clínicas

APLV: alergia a la proteína de leche de vada. LV: leche de vaca

Deficiencia de lactasa en el desarrollo (neonatal). Ocurre en bebés prematuros. Esta condición suele ser temporal y mejora rápidamente a medida que la mucosa intestinal madura. La lactasa y otras disacaridasas son deficientes hasta después de las 34 semanas de gestación.

Deficiencia congénita de lactasa (alactasia). Es una condición genética que implica la deficiencia completa de la expresión de lactasa desde el nacimiento, a pesar de que la persona tenga la mucosa intestinal normal. La alactasia es extremadamente rara; y ha sido diagnosticada en menos de 50 personas en todo el mundo.

Síntomas gastrointestinales que caracterizan a la intolerancia a la lactosa

En general, los síntomas de la intolerancia a la lactosa suelen ser inespecíficos, leves y con variación individual. Los síntomas suelen ocurrir entre 30 minutos y algunas horas después de la ingesta de lactosa. La severidad de los síntomas está influenciada por el grado de deficiencia de lactasa y la cantidad de lactosa consumida. Por lo general, cuanta más lactosa se consume, más frecuentes son los síntomas. En los niños, la diarrea es a menudo más pronunciada, particularmente en aquellos con deficiencia secundaria de lactasa.

Los síntomas resultan de 2 causas principales

1. La lactosa no digerida actúa como laxante osmótico (diarrea, dolor abdominal).
2
Las bacterias intestinales usan la lactosa como sustrato para su crecimiento, lo que resulta en la producción de hidrógeno, dióxido de carbono y metano (flatulencia, dispepsia, distensión abdominal o borborigmos.

Diagnóstico de la intolerancia a la lactosa

La intolerancia a la lactosa generalmente se diagnostica mediante un desafío dietético:

Paso 1: Descartar otras causas.

Paso 2: Desafío dietético.

Paso 3: Estudios adicionales, si el desafío dietético es poco concluyente.

Se puede sospechar intolerancia a la lactosa en personas que reportan síntomas gastrointestinales tras la ingestión de leche o productos lácteos. Es importante un diagnóstico preciso ya que se puede aliviar significativamente la ansiedad del paciente y ayudarla a evitar estudios y tratamientos inapropiados. Para quienes acuden a atención primaria con trastornos gastrointestinales graves o síntomas persistentes, también se deben excluir otras causas posibles.

En particular, se debe descartar una causa subyacente de intolerancia a la lactosa en los niños, por ej. infección por rotavirus, giardiasis o enfermedad celíaca. No se recomienda el autodiagnóstico de intolerancia a la lactosa, ya que podría conducir a restricciones dietéticas y gastos innecesarios, falta de nutrientes esenciales y, lo que es más importante, la falta de detección de un problema gastrointestinal más serio; otros factores fisiológicos y psicológicos pueden contribuir a problemas gastrointestinales que imitan a la intolerancia a la lactosa. Ante la sospecha de intolerancia a la lactosa se debe probar una dieta sin lactosa durante 2-4 semanas.

 

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