Conceptos prácticos en gastroenterología | 23 AGO 20

Síndrome de la boca quemante

Afección bucal crónica caracterizada por una sensación quemante de la mucosa oral sin causa obvia
Autor/a: Dres Mariano Marcolongo, Josefina Etchevers, Juan Andrés De Paula, Emilio Varela: Servicio de Gastroenterología del Hospital Italiano TRASTORNO Fuente: Servicio de Gastroenterología del Hospital Italiano  

Serie: "Trastornos que nos trastornan en gastroenterología"

Elegimos este título para definir un conjunto particular de afecciones de difícil manejo. Según el Diccionario de la Real Academia, se define como trastorno a una “alteración leve de la salud” y el verbo trastornar significa “inquietar o quitar la tranquilidad o el sosiego”. A los médicos suelen perturbarnos estas afecciones que no siendo graves alteran de sobremanera al paciente y representan un motivo frecuente de consulta. En muchos casos carecemos de un tratamiento efectivo y la bibliografía resulta insuficiente para auxiliarnos. El propósito de esta guía es saber hasta dónde hemos llegado en el estudio y tratamiento de estos trastornos, qué es lo que lo que opinan los expertos y qué es lo que aporta la medicina basada en la evidencia.

Índice de la serie

  1. Aftas orales
  2. Boca quemante
  3. Dolor anorectal funcional.
  4. Eructos
  5. Globus
  6. Halitosis
  7. Hipo prolongado
  8. Prurito anal

En cada uno de los mismos haremos una introducción donde resumiremos lo básico de los conocimientos médicos actuales y los tratamientos habitualmente aconsejados. A continuación, nos referiremos más profundamente a la bibliografía recomendada y a lo que informa la medicina basada en la evidencia cuando la misma se encuentre disponible.


Síndrome de la boca quemante: el problema clínico

El síndrome de boca quemante (SBQ) es una afección bucal crónica caracterizada por una sensación quemante de la mucosa oral sin causa obvia. Su etiopatogenia es oscura, pero impresionan estar implicados factores psicológicos y neuropáticos.

No existe cura para el SBQ. El tratamiento, ya sea local o sistémico, va dirigido al alivio de los síntomas y a mejorar la calidad de vida. En los casos refractarios la intervención psicológica o psiquiátrica puede ser de ayuda

Sintomatología

La parte anterior de la lengua es la más comúnmente afectada, seguida por la mucosa labial y ocasionalmente el paladar. La sensación quemante frecuentemente se acompaña de hormigueo o entumecimiento y sequedad bucal. A pesar de que la mucosa oral y el flujo salival son normales, 2 de cada 3 pacientes refieren disminución del sentido del gusto y sienten un sabor amargo o metálico.

La sensación quemante es habitualmente simétrica y de intensidad moderada a severa; es mínima a la mañana temprano o durante las comidas y generalmente no perturba el sueño.

Epidemiología

Afecta a ambos sexos, pero es más frecuente en mujeres, especialmente las postmenopáusicas a partir de los 60 años.

Frecuentemente se asocia con circunstancias estresantes o estado anímico alterado, con ansiedad o depresión, aunque es difícil establecer en qué medida el síntoma es primario o secundario al trastorno.

Etiopatogenia

En la patogenia del síndrome de boca quemante, además de los factores psicogénicos, ciertas alteraciones neuropáticas centrales y periféricas parecen desempeñar algún papel. A veces, una enfermedad no diagnosticada provoca el síndrome de boca ardiente. En estos casos se denomina “boca quemante secundario”.

Síndrome de boca quemante secundario

Los problemas preexistentes que pueden estar relacionados con el síndrome de boca quemante secundario comprenden los siguientes:

  • Sequedad bucal (xerostomía), que puede vincularse con diversos medicamentos, trastornos de la glándula salival o efectos secundarios del tratamiento oncológico. La prevalencia de la sequedad bucal tiende a aumentar con la edad.
     
  • Otros trastornos bucales tales como la candidiasis oral, un trastorno inflamatorio denominado liquen plano y la “lengua geográfica” que le da a la lengua un aspecto similar al de un mapa.
     
  •  Deficiencias nutricionales como falta de hierro, cinc, folatos, vitaminas del complejo B.
     
  •  Dentaduras postizas, especialmente si no se fijan bien.
     
  •  Alergia o reacciones a alimentos o condimentos.
     
  •  Reflujo de ácido estomacal (enfermedad por reflujo gastroesofágico) cuando llega a ingresar a la boca desde el estómago.
     
  • Determinados medicamentos, particularmente los antihipertensivos.
     
  • Hábitos bucales como sacar la lengua, morderse la punta de la misma y rechinar los dientes (bruxismo).
     
  • Trastornos endócrinos como diabetes o hipotiroidismo.
     
  • Irritación bucal excesiva, que puede ser resultado de cepillarse demasiado la lengua, usar dentífricos abrasivos, emplear enjuagues bucales en exceso o tomar demasiadas bebidas ácidas.
 

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