Un nuevo estudio británico proporciona más evidencias de que seguir la llamada dieta "occidental" podría no ser bueno a largo plazo.
Las personas que se alimentan de este tipo de dieta (que incluye alimentos fritos y dulces, carne roja y procesada, granos refinados y productos lácteos ricos en grasas) tienen un riesgo mayor de muerte prematura. Y los que logran llegar a la vejez tienen menos probabilidades de gozar de buena salud, afirmaron los investigadores.
El estudio contó con casi 3,800 hombres y 1,600 mujeres en el Reino Unido, con una edad promedio de 51 años, a los que se realizó un seguimiento desde 1985 hasta 2009. Para el fin de ese periodo, el 73 por ciento de los participantes había experimentado un envejecimiento normal y el 4 por ciento vivieron un envejecimiento ideal, el cual se define como libre de enfermedades crónicas y con puntuaciones altas en las pruebas de habilidades físicas y mentales.
Durante el periodo de seguimiento, el 13 por ciento de los participantes padeció un evento cardiovascular no mortal, el 3 por ciento falleció por causas relacionadas con el corazón y el 7 por ciento murió por otras causas, según la