Su impacto en la población mundial | 06 MAY 13

Globalización, cambio climático y salud

Un análisis de cómo los cambios sociales, económicos y ambientales consecuencia de los procesos de globalización influyen sobre la salud.
Autor/a: Dr. Anthony J. McMichael N Engl J Med 2013;368:1335-43.
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Artículo

 

 

Introducción

La escala global, la interconexión permanente y la intensidad económica de la actividad humana contemporánea no tienen precedentes históricos, como tampoco los tienen muchos de los cambios ambientales y sociales consiguientes. Estos cambios globales influyen fundamentalmente sobre la salud, la asistencia sanitaria internacional y las actividades de salud pública. No constituyen un grupo de cambios separados, sino un conjunto, que refleja las presiones, el estrés y las tensiones surgidas de una población mundial excesivamente numerosa, el generalizado y creciente impacto ambiental de muchas actividades económicas, la urbanización, la difusión del consumismo y la brecha creciente entre ricos y pobres, tanto dentro como entre los países.

En las décadas recientes, la conectividad internacional aumentó en lo referente al flujo de información, los movimientos de la población, las características del comercio, el flujo de capitales, los sistemas reguladores y la difusión cultural. Estos aumentos exponenciales de los índices demográficos, económicos, comerciales y ambientales han recibido el nombre de La Gran Aceleración. Sus efectos ambientales están alterando componentes importantes del sistema terrestre.

La época geológica actual se denomina el Antropoceno en reconocimiento de la fuerza en que se ha convertido el Homo sapiens, quien presiona o distorsiona los grandes sistemas naturales de la Tierra más allá de los límites considerados seguros para el bienestar social y biológico humano. La pérdida de la biodiversidad, la ampliación de la circulación global de compuestos nitrogenados bioactivos y el cambio climático inducido ya alcanzaron niveles que aparentemente no son seguros.

Estos cambios plantean amenazas para el bienestar y la salud. Por ejemplo, se observa que las tendencias climáticas regionales (temperaturas en aumento y lluvias en disminución) se relacionan con la detención del crecimiento infantil en Kenya desde 1975, lo que indica que si el calentamiento y la sequía continúan, al igual que el crecimiento poblacional, se alterarán las cosechas y la nutrición. Además, al nivel actual de conexión e interdependencia global, el impacto ambiental de la actividad humana tiene un alcance geográfico más amplio, aunque su influencia se puede compensar en cierta medida por alertas globales más eficaces y distribución más rápida de la ayuda alimentaria.

El calor extremo y los incendios descontrolados en Rusia en el verano de 2010 destruyeron un tercio de su cosecha de trigo. La consiguiente prohibición para exportar contribuyó al aumento mundial del precio del trigo, acrecentando el hambre en Rusia (donde los precios de la harina aumentaron un 20%) y en poblaciones urbanas de pocos ingresos, como las de Pakistán y Egipto. En el frente económico, la reciente crisis financiera global subrayó la interdependencia de las economías regionales.

Efectos de la globalización sobre la salud de la población

Las influencias globales sobre la salud de la población superan el marco más específico dentro del que se tratan las cuestiones sanitarias internacionales. Remediar o adaptarse a estos cambios exige conocer los sistemas dinámicos, su complejidad y las dudas que suscitan, como asimismo respuestas políticas coordinadas entre los sectores pertinentes.

Cambios demográficos
El crecimiento poblacional a menudo no se menciona en el discurso sobre el cambio global. Según las proyecciones de Naciones Unidas la población actual de 7 billones de personas aumentará a 9,3 billones en 2050. La presión del exceso de población sobre el medio ambiente (agotamiento del suelo, disminución del agua y pérdida de diversas especies de animales silvestres y plantas comestibles) no sólo empeora los cambios ambientales y ecológicos, sino que también perpetúa la pobreza. En estas circunstancias, las tasas de fecundidad tienden a seguir altas.

" La población actual de 7 billones de personas aumentará a 9,3 billones en 2050.  La presión del exceso de población sobre el medio ambiente no sólo empeora los cambios ambientales y ecológicos, sino que también perpetúa la pobreza"


Se produjeron adelantos moderados en la educación de las niñas, aunque los progresos en este campo, así como en la educación sobre la reproducción y los métodos anticonceptivos, son lentos en muchos países de bajos recursos. Cuando no hay planificación de los embarazos los riesgos para la salud materno infantil son altos.

Cambios sociales y actividad económica

Además de los cambios demográficos, muchos otros aspectos de la globalización influyen sobre la salud de la población, como la aparición de nuevas enfermedades infecciosas, el aumento casi universal de las tasas de obesidad y las enfermedades asociadas a ésta, los efectos del cambio climático, el aumento de la resistencia a los antibióticos y los riesgos para la salud en el lugar de trabajo debido a la desregulación de los mercados laborales internacionales.

Hay otros determinantes que también amenazan la salud, como las disparidades crecientes en la riqueza, la educación, la autonomía y la inclusión social. Por supuesto, ciertos aspectos de la globalización son beneficiosos para la salud, como el aumento del flujo de información, las mejoras en los programas de vacunación coordinados internacionalmente y los sistemas de respuesta a las enfermedades infecciosas, y la mayor capacidad de responder a los desastres a la distancia.

Las influencias globales adversas sobre la salud también han impedido lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas. Después de la Conferencia Rio+20 (2012), estos objetivos serán reemplazados por los Objetivos de Desarrollo Sustentable en 2016, reflejando el principio propuesto en la Declaración de Río original sobre Medio Ambiente y Desarrollo (1992): la preocupación por las personas debe ser el centro del desarrollo sustentable.

Sin embargo, la preocupación por la salud no está aún cerca de ese centro. Se refleja así una concepción equivocada sobre lo que significa la salud, donde domina un punto de vista estrecho, sólo clínico, que no tiene en cuenta la necesidad de mejor adecuación entre las condiciones ambientales y socioculturales y las necesidades biológicas y psicológicas básicas para mejorar la salud de la población.

Cambios ambientales y ecológicos

El cambio climático inducido por las actividades humanas se debe al exceso global de emisiones de gases de efecto invernadero. La prevención primaria de los problemas sanitarios que surgen de estos cambios ambientales y sociodemográficos exige políticas internacionales coordinadas, complementadas por políticas y acciones locales. Por ejemplo, la Organización Mundial del Comercio debiera dar mayor prioridad a evitar los efectos sanitarios y ambientales adversos del libre comercio internacional.

También son necesarios instrumentos similares al Convenio Marco de la OMS para el control del tabaquismo y la Red Mundial de la OMS de alerta y respuesta a brotes, en relación con la aparición de enfermedades infecciosas, así como el Protocolo de Montreal del programa de las Naciones Unidas para el medio ambiente a fin de proteger la capa de ozono.

Los cuatro ejemplos siguientes mencionan otros cambios ambientales y ecológicos a escala global que tendrán cada vez mayor influencia sobre la salud mundial.

1- La probabilidad de que surjan nuevas cepas del virus de la gripe es creciente, en especial en las aldeas rurales del sudeste y el este asiático. El riesgo aumenta con el crecimiento poblacional, la yuxtaposición de la cría doméstica tradicional de cerdos, pollos y patos con la producción comercial cada vez más intensa de aves de corral y los cambios ambientales que afectan las rutas de vuelo de las aves migratorias.

2- La disminución de las proteínas provenientes de mariscos y pescados (que es importante para muchas poblaciones costeras de bajos recursos) es una amenaza para la salud y refleja la combinación sin precedentes del calentamiento, la acidificación (debida al aumento de la captación de CO2), la desoxigenación oceánicas, la destrucción de los criaderos costeros de peces y la sobrepesca.

3- La escasez de agua potable plantea diversos riesgos sanitarios. En muchos casos, el caudal de los ríos está amenazado por la pérdida de volumen de los glaciares y del manto de nieve debido al calentamiento global.

4- La necesidad de mantener la provisión de alimentos y la nutrición adecuada para la creciente población mundial representa un importante desafío. La producción global de alimentos también enfrenta presiones debido a la degradación del suelo, las sequías y el cambio climático y la demanda creciente de alimentos animales entre las poblaciones de ingresos medios.

La agricultura y sobre todo la ganadería, son responsables de un cuarto de las emisiones de gases invernadero. Puesto que los efectos ambientales, especialmente los climáticos, de producir carne roja de rumiantes productores de gas metano (e.g., vacas, ovejas y cabras) son tan importantes, quizás sea necesario restringir la producción de esta fuente proteica- siempre y cuando haya suficiente para asegurar la nutrición infantil en las poblaciones más pobres, que actualmente consumen 10 veces menos carne roja que en las poblaciones de buen nivel económico.

Estos cuatro ejemplos también confirman que, en un mundo de cambios globales y sistémicos, cada uno de estos cambios actúa en conjunto con los otros y a menudo interactúan para afectar la salud.

Cambio climático global

El cambio climático global es parte de los cambios ambientales globales inducidos por los seres humanos. Estos comprenden la degradación del suelo, la acidificación de los océanos y la destrucción de la capa de ozono estratosférica, la fertilidad de la tierra, los recursos de agua dulce, la biodiversidad y los ecosistemas y los ciclos globales de nitrógeno y de fósforo.

Las emisiones de gases de efecto invernadero por la generación de energía a partir de combustible fósil y por la ganadería y la minería aumentan la capacidad de retener el calor de la atmósfera y producen el calentamiento global. A su vez, la deforestación y la saturación oceánica contribuyen al efecto invernadero al reducir la capacidad de los ambientes terrestres y marinos de absorber anhídrido carbónico (CO2) de la atmósfera.

La mayor parte del calentamiento global desde 1950 (un aumento de 0,7°C) se produjo por la actividad humana. Las emisiones anuales globales de CO2 aumentaron durante la última década, al igual que el nivel del mar, la pérdida de hielo del mar Ártico y la cantidad de fenómenos meteorológicos extremos. Si no se actúa rápidamente a nivel internacional para disminuir estas emisiones, las temperaturas medias globales (en relación con el año 2000) pueden aumentar en 1 - 2°C para el año 2050 y en 3 - 4°C para el 2100. El aumento promedio de 4°C haría que a la temperatura de la Tierra volviera al nivel de hace 10 - 20 millones de años.

 

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