“Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer” | 27 MAY 12

No hay razones para festejar

¿Se puede considerar sólo las causas médicas y seguir aceptando la muerte de más de 300 mujeres al año como algo razonable? Un valiente editorial de la Dra. Zulma Ortiz (UNICEF) que pone en evidencia el drama de muchas mujeres y la necesidad de enfrentarlo con responsabilidad y compromiso.
Autor/a: Dra. Zulma Ortiz 

"¿Se puede considerar sólo las causas médicas y seguir aceptando la muerte de más de 300 mujeres como algo razonable?"

Hace veinticinco años, el 28 de mayo de 1987, se declaraba el “Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer”. Desde entonces, cada año en esta fecha, se debería como mínimo revisar la situación de salud de la mujer, en especial la salud materna.
 
El indicador más duro que da cuenta de la salud materna es la “razón de mortalidad materna”: la relación que existe entre el número de muertes maternas y el número de nacidos vivos; es decir, mujeres que en edad fértil mueren durante el embarazo, parto o puerperio y su relación con los nacidos vivos (NV) de un lugar y tiempo determinado. Es tan duro el indicador como el tener que aceptar que no llegaremos a cumplir con las metas del milenio que fueron propuestas en el año 2000 y a las que se comprometió nuestro país. Algo que si están logrando otros países del cono sur.

La mortalidad materna es uno de los indicadores más difíciles de medir. No sólo requiere una correcta medición del número de muertes de mujeres en edad reproductiva, lo que ya representa un desafío sino que también requiere la correcta clasificación de la causa de muerte. Las muertes maternas son las muertes más erróneamente  clasificadas porque el estado de gravidez no siempre es constatado en el certificado de defunción o porque las instituciones de salud adjudican la muertes a otras causas.

La muerte materna se considera un evento raro y se puede afirmar que es un hecho evitable. Ninguna mujer debería morir como complicación del embarazo, parto o puerperio. La mayor parte de las muertes maternas ocurren debido a cinco complicaciones obstétricas: hemorragia, sepsis, abortos inducidos inseguros, hipertensión durante el embarazo, y partos obstruidos. Pero, ¿se puede considerar sólo las causas médicas y seguir aceptando la muerte de más de 300 mujeres al año en Argentina como algo razonable? ¿Qué otras causas que no se describen en los informes de estadísticas vitales son determinantes de la muerte materna?

Para saberlo deberíamos utilizar un instrumento como el “análisis de la causa raíz”  (ACR)1.  El ACR es una metodología sistemática y comprensiva para identificar las fallas, en los procesos de atención y los sistemas hospitalarios, que pueden no ser aparentes en forma inmediata, y que pueden haber contribuido a la ocurrencia de un evento adverso y/o casi daño. El objetivo de un ACR es establecer: ¿qué sucedió?, ¿por qué sucedió? y ¿qué puede hacerse para prevenir que suceda de nuevo? Se trata de una estrategia para mejorar la calidad y garantizar la seguridad. El análisis causa raíz es crucial para salir del enfoque estrictamente médico en el reconocimiento de las causas.

Todos los países desarrollados utilizan esta metodología o similar y a 48 o 72 horas de ocurrida la muerte es analizada y se genera un plan de acción para evitar que vuelva ocurrir. Decir que una mujer muere por aborto o por hemorragia es un reduccionismo que no favorece la detección de otros factores que contribuyen o determinan la muerte. Por ejemplo la falta de sangre segura o de antibióticos, cuando no sumado a las dificultades para acceder a un servicio de calidad por lejanía, o por falta de personal calificado para atenderla. La muerte materna es un problema que trasciende lo exclusivamente médico; se trata de un problema social en la medida que su ocurrencia está ampliamente relacionada con pobreza y marginación.

También es un problema de salud pública debido a que refleja las deficiencias en el acceso y la calidad de los servicios de atención a la salud materna que son ofrecidos a la población.  De este modo, sus factores determinantes pueden estar por fuera del sistema de salud; pueden estar en la comunidad, en el sector salud o en otros sectores de la sociedad, como el educativo o el de transporte. Es necesario ubicar en cuál de ellos se están presentando las fallas para saber en qué sector se debe trabajar para mejorar. A pesar de las repercusiones sociales, económicas y políticas que representan las muertes maternas, el enfoque para tratar de resolverlas continúa siendo básicamente médico, es decir considerando las causas clínicas y sin tomar en cuenta otros determinantes que pueden estar vinculados, en particular, los de tipo social y económico.

 

Comentarios

Para ver los comentarios de sus colegas o para expresar su opinión debe ingresar con su cuenta de IntraMed.

AAIP RNBD
Términos y condiciones de uso | Política de privacidad | Todos los derechos reservados | Copyright 1997-2024