ADN e identidad | 11 SEP 07

Lo que el ADN no dice

Un libro de Viviana Bernath sobre ADN e identidad. Entrevista a la autora y comentario editorial: "¿Quién le teme al ADN?"
Autor/a: Dr. Daniel Flichtentrei Fuente: IntraMed 
INDICE:  1. "Cuando sueño dejo de lado la ciencia" | 2. ¿Quién le teme al ADN?
"Cuando sueño dejo de lado la ciencia"

Viviana Bernath es bióloga molecular especialista en métodos de determinación de la identidad biológica a través del ADN. Este procedimiento -que tuvo una gran expansión cuando se estandarizó el uso de la tecnología de PCR- se ha constituido en un instrumento empleado rutinariamente cuando se hace necesario conocer los vínculos de parentesco entre personas o en investigaciones criminales. El laboratorio que Viviana codirige con su colega Mariana Herrera desde hace 14 años ha intervenido en más de 4.000 casos.

Acaba de publicar un libro: “Historias reales del ADN”, (Planeta) donde algunos de esos casos cobran vida mediante la narración de sus propias biografías. Allí, los sucesos que motivaron la necesidad de realizar las pruebas alcanzan una dimensión humana que seguramente Watson y Crick no imaginaron jamás como destino para su descubrimiento en 1953.

Viviana es una bióloga con una sólida formación académica. Doblemente “hija” de la Universidad de Bs As: Colegio Nacional de Bs As –donde nace su vocación por la disciplina durante sus estudios secundarios- y graduada en la Facultad de Ciencias Exactas de la misma universidad. Su formación doctoral de post-grado la realizó en el laboratorio más prestigioso de nuestro medio dirigido por el Dr. Alberto Kornblihtt uno de los más destacados especialistas internacionalmente reconocido.

¿Qué plantea el libro?

Reúne en un texto ameno, preciso, pero sin alardes de erudición técnica, las dimensiones biológicas y biográficas de la identidad en conflicto de un grupo de personas. Sin estridencias innecesarias este libro se ocupa de un modo actual de las viejas divergencias entre naturaleza y cultura. Ese es el punto, esa la cuestión fundamental. Aquí el tema se trata del modo en que sólo alguien que sabe lo que dice y que tiene una franca voluntad de hacerse entender puede hacerlo. Sin apelar a la jerga de una secta, sin esconderse bajo la oscuridad de una lengua inaccesible, las historias que aquí se narran son creíbles, resultan conmovedoras, simplemente porque son verdaderas.

Dejo el placer de disfrutar de este texto a ustedes, pero no puedo dejar de hacer una referencia final a las reacciones que he podido observar que la obra suscita. Sé que es algo extraño, inusual, "comentarios sobre los comentarios". Tal vez excesivamente personal y, por ello, innecesario. Pero no puedo evitar hacerlo.


 Entrevista a Viviana Bernath

Ya que tu tema es la identidad ¿Podrías contarnos quién sos?

Soy Viviana Bernath, nací en 1962 en Buenos Aires, curse mis estudios secundarios en el Colegio Nacional Buenos Aires y seguí la carrera de Biología en la UBA, me doctoré en Biología Molecular, también en la UBA. Cuando finalicé el doctorado monté junto con otros colegas, un laboratorio de diagnóstico de enfermedades genéticas y estudios de identificación de personas por análisis del ADN. Hoy ese laboratorio se llama GENDA y lo codirijo con la doctora Mariana Herrera. Pero mi identidad abarca mucho más, tengo una familia hermosa, estoy casada hace veinte años con Ariel Wilner, un apasionado de las ciencias y el conocimiento -también doctor en biología- pero abocado en este momento a otros trabajos. Tengo tres hijos de 12, 14 y 17 años. Los dos mayores concurren al Nacional Buenos Aires y la menor está preparando el ingreso. Mi vida está repartida entre mi familia y el trabajo. No tengo tiempo para agregar a mis rutinas muchas actividades más, escribir este libro fue uno de los grandes permisos que me di en los últimos años. Y a todo esto debo agregar que llevo muchos años de análisis que me ayudaron a ir eligiendo caminos.


¿Por qué tu interés en este tema dentro del inabarcable mundo de la Biología Molecular?

Cuando yo decidí trabajar en Biología Molecular tenía claro que quería dedicarme a la genética humana. Fue así que junto con una colega fundamos un laboratorio para el diagnóstico de enfermedades genéticas por Biología Molecular. Luego incorporamos los estudios de identificación de personas por análisis del ADN. Al tiempo de resolver casos de ADN comencé a cuestionarme el lugar protagónico de estas pruebas en la vida de las personas involucradas. Así poco a poco estos interrogantes me llevaron a reflexionar sobre el valor de la identidad biológica en la construcción de la verdadera identidad de una persona. De alguna manera fue el mismo trabajo el que me llevó a interesarme por este tema.


¿Qué es y cuáles son las dimensiones del concepto identidad?

La identidad tiene tantas dimensiones como subconjuntos de conceptos queramos definir. Así podemos hablar de identidad cultural, identidad religiosa o política, identidad sexual, o bien de la identidad de la música, de una pintura. La identidad de una época histórica. Y así sería inacabable el número de diferentes identidades que figurarían en ese listado.


Hay quienes creen que las identidades empequeñecen a los individuos. ¿Qué crees al respecto?

Creo que la vida de los seres humanos se desarrolla en sociedad, y justamente en el marco de esa sociedad es necesario identificarse con grupos de personas. Solamente si uno puede reconocerse como perteneciente a un determinado grupo político, religioso, laboral, educativo, etc, y sentirse afectivamente cubierto es  cuando puede  trabajar en la propia identidad. Resumiendo yo creo que las identidades no empequeñecen, sino que son necesarias para luego construir aquella que es la única y personal, la identidad de uno mismo.


Oscar Wilde escribió “La mayoría de las personas son otras” ¿qué reflexión te produce esta frase?

Es imposible contestar esta frase sin aclarar que Oscar Wilde vivió en la Inglaterra ultraconservadora de fines del siglo XIX y comienzos del XX, donde su confesa homosexualidad lo llevó a estar en prisión. Su visión de la identidad estaba completamente empapada de su propia problemática de vida, que era muy complicada. 

Independientemente de las situaciones en las que la identidad deba ser ocultada, seguramente en ciertas ocasiones por Oscar Wilde, tanto como la de tantos sobrevivientes de situaciones bélicas, voy a responder mi visión, que aplica a las situaciones corrientes de la vida cotidiana.

Creo que esta pregunta se relaciona estrechamente con la anterior, uno es sin duda uno mismo y el trabajo cotidiano que tiene es justamente el cómo hacer para reconocerse único y diferente de los otros. Sin embargo en muchas circunstancias de la vida necesitamos parecernos a otros  y sentirnos incluidos en algunos de los múltiples espacios identificatorios que el universo nos propone, no para ser “otro” sino simplemente para lograr una cierta seguridad que luego nos permita diferenciarse de esos “otros”


Cuando se nos pregunta quiénes somos implícitamente se nos pregunta qué somos. ¿A cuál de estos interrogantes responde el ADN?

Yo creo que el ADN no responde ni a quiénes ni a qué somos. Somos sujetos que portamos en el núcleo de todas las células 23 pares de cromosomas cuyo componente principal es la molécula de ADN. Desde allí se comandan todas las funciones vitales. Allí también reside el patrón genético que hacen a la individualidad de uno,  Pero lo que nos determina el quién y el qué, está dado por el medio ambiente en que vivimos, nuestra historia, los afectos, la educación, el país en que vivimos, cómo nacimos, crecimos y nos desarrollamos.


¿Qué diferencias encontrás entre la genética y el destino?

La genética en sí misma es una ciencia descriptiva de la realidad, que describe fenómenos y hechos reales, tangibles y factibles de ser estudiados. Estos entes reales, los genes, contienen información que se expresa vinculado a los diferentes estímulos que recibe del medio ambiente. Esto incluye toda clase de estímulos, desde moleculares hasta afectivos y sociales. La expresión de esta conjunción deviene en lo que somos. Hay quienes creen que esto está predeterminado y lo atribuyen a una fuerza superior y a veces la llaman destino. Mi visión es que el destino es una construcción cotidiana de la propia identidad. Es un trabajo cotidiano con el que cada uno convive.

¿Qué riesgos reconocés respecto de los usos del ADN como técnica identificatoria?

 

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