Prevención | 21 MAY 03

Infección nosocomial en ginecología y obstetricia

Son una amenaza potencialmente grave; corresponden en la mayoría de los casos a invasión y crecimiento polimicrobiano.
Autor/a: Dres. Hernando Taylor Saenz y Alvaro Monterosa Castro Cita: Controversias en ginecología y obstetricia- Vol. 4. No 24. OCTUBRE de 1999.
Desarrollo
Infección por catéteres intravenosos

Fue un gran avance dentro del área de la salud tener acceso al compartimento intravascular; no obstante el hecho de perforar la barrera cutánea y colocar un cuerpo extraño en el espacio intravenoso, puede generar complicaciones locales o sistémicas. El tiempo que permanece instalado el catéter tiene relación directamente proporcional con el riesgo de infección, por lo tanto deben utilizarse sólo el tiempo absolutamente necesario. Existe poca relación entre flebitis y una posterior septicemia, no obstante una sepsis causada a partir de un catéter, siempre tiene una flebitis evidente.

En las infecciones causadas por catéteres, el germen más frecuente suele ser el Staphylococcus aureus, con punto de origen en la piel o en la orofaringe del personal de salud que ha colocado la infusión, y no en la piel de la paciente. Cuando se utilizan catéteres por períodos de tiempo prolongado, los sitios de venopunción deben cambiarse cada 48 a 72 horas, y diariamente debe observarse el punto de punción y sí se observan signos de inflamación local, debe retirarse el catéter. El signo más temprano de flebitis es el dolor local y lo más usual es que la misma paciente llame la atención del personal de salud sobre el síntoma (8,20).

Infecciones de la herida quirurgica

Se ha definido a la infección de la herida quirúrgica, como una colección de pus bajo la piel, que se suele vaciar espontáneamente o por medio de una incisión, hecho que generalmente va acompañado de calor local, infiltración y enrojecimiento (3,21). La infección de la episiotomía así como la de los desgarros de las paredes vaginales, debe ser considerada y enfocada como infección de la herida (3).

La infección de la herida quirúrgica según el tiempo de aparición después de la cirugía, se ha clasificado en: (A) Infección de la herida quirúrgica de instalación temprana, la cual suele ser causada por Estreptococos beta hemolíticos del grupo A y B, y se desarrolla en el curso de las primeras 24 a 48 horas. Esta infección es una celulitis que responde favorablemente a la administración de altas dosis de penicilina. A menudo es transmitida por un miembro del equipo de salud colonizado por estos patógenos. (B) Infección de la herida quirúrgica de instalación tardía, es la más frecuente y se manifiesta de 5 a 7 días después de la operación, con la aparición de febrículas y un exudado en la herida quirúrgica. Es común observar fiebre que sigue la curva típica de un absceso. La herida debe ser abierta para drenar el material purulento coleccionado y utilizar antibioticoterapia sistémica. Alrededor del 25% de este tipo de infecciones de las heridas operatorias, tiene como agente causante al Staphylococcus aureus, a menudo proveniente de fuente exógena. El 75% restante se deberá a microorganismos que tienen asiento en la cavidad vaginal, para estas circunstancias, en la mayoría de los casos se produce interacción bacteriana, definiéndose una etiología polimicrobiana (22).

Las bacterias identificadas en las infecciones de las heridas quirúrgicas, provienen: 1°. De la superficie cutánea de la paciente. Se debe tener en cuenta que el rasurado de la piel puede ser fuente de infección si se realiza el día antes, ya que pequeños cortes potencialmente pueden infectarse y llegar a ser asiento inicial de infecciones futuras. Es preferible realizar el rasurado inmediatamente antes de la cirugía. 2°. De regiones mucosas adyacentes al área operatoria, como la cavidad vaginal. 3°. De la piel del cirujano y de los ayudantes, por el empleo de guantes rotos o a través de la tela mojada de las batas quirúrgicas, las cuales deberían ser impermeables. 4°. Desde la nasofaringe u orofaringe del personal de salas de cirugía. Las mascarillas de papel son mucho más eficaces que las de tela. 5°. De sitios distantes como el riñón o el aparato respiratorio. Estas infecciones pueden causar bacteremias transitorias contaminándose la herida quirúrgica. 6°. Del medio ambiente hospitalario a partir de gérmenes presentes en las habitaciones, salas de cirugía, muebles, enseres hospitalarios e instrumental quirúrgico contaminado (8).

Existen algunas condiciones que pueden contribuir a modificar el riesgo de infección de la herida quirúrgica.

(A) Relacionados con la paciente. 1°. La edad, pudiendo existir un riesgo mayor de infección de la herida quirúrgica en las ancianas. 2°. En obesas puede presentarse una mayor dificultad técnica para el acto operatorio, incrementándose el tiempo quirúrgico y el traumatismo de los tejidos. 3°. En estados nutricionales deficientes, puede ser coadyuvante la carencia o déficit de proteínas y la disminución local de anticuerpos. 4°. La prolongación del tiempo quirúrgico es factor importante. 5°. El estado socio económico bajo. 6°.
 

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