No tan diferentes Los humanos a menudo se enfocan en cuán diferentes somos de otros animales. Ciertamente, hay algunas diferencias importantes, pero cada vez más aprendemos que nos diferenciamos por grado más que por tipo. Vemos estas similitudes con mayor claridad cuando observamos las poblaciones humanas que viven un estilo de vida más tradicional de búsqueda de alimento. Barsbai y col. comparó más de 300 poblaciones humanas de búsqueda de alimento con especies de mamíferos y aves que viven en el mismo entorno en una amplia gama de condiciones ambientales (ver Perspectiva de Hill y Boyd). Encontraron que los tres grupos convergían con respecto a los comportamientos de alimentación, sociales y reproductivos.
|
Los seres humanos, los mamíferos y las aves que viven en un entorno determinado comparten un conjunto común de rasgos de comportamiento, según un nuevo estudio que identifica una convergencia local de los comportamientos de alimentación, reproductivos y sociales entre especies.
Estos hallazgos, basados en el estudio de más de 300 poblaciones de cazadores-recolectores humanos a pequeña escala en todo el mundo, respaldan uno de los factores fundamentales de la ecología del comportamiento humano: las fuerzas ecológicas seleccionan diferentes comportamientos en entornos distintos, dando forma a la diversidad de comportamientos en todo el mundo.
El origen y la evolución del comportamiento humano son inciertos y objeto de debate. Si bien algunos autores sugieren que los únicos y diversos por igual sistemas de creencias culturales de los humanos son la fuente de la variación del comportamiento, otros argumentan que en realidad estos sistemas constituyen más bien un producto de la adaptación a las condiciones ecológicas locales, que pueden influir en los comportamientos de manera similar entre distintas especies.
Comentarios
Para ver los comentarios de sus colegas o para expresar su opinión debe ingresar con su cuenta de IntraMed.