Ha habido un crecimiento exponencial en el consumo de productos ultraprocesados, que paulatinamente han ido desplazando los alimentos mínimamente procesados y las comidas recién preparadas. Estudios recientes han demostrado que los alimentos ultraprocesados estimulan la sobrealimentación al afectar múltiples vías neuroendocrinas y metabólicas.
Exploramos la frecuencia de elecciones de alimentos ultraprocesados en una muestra clínica de personas con trastornos alimentarios. El consumo de alimentos ultraprocesados osciló entre el 55% en pacientes con anorexia nerviosa, el 72% en bulimia nerviosa y el 69% en trastorno por atracón. Estos incluían una mezcla de alimentos y bebidas dietéticos y atracones.
Independientemente de las categorías de diagnóstico, los pacientes que informaron atracones consumían el 100% de los alimentos ultraprocesados, que por lo general eran altos en carbohidratos y grasas y bajos en proteínas.
Nuestra observación es consistente con experimentos en animales y humanos que han demostrado que los alimentos ultraprocesados alteran las vías de recompensa neurobiológica involucradas en los comportamientos alimentarios y sugiere que la pérdida de control en los atracones puede ser impulsada por factores biológicos. Esto tiene implicaciones significativas para el tratamiento y la investigación adicional.